domingo, 1 de noviembre de 2015

TRATAMIENTO DEL TRASTORNO DEPRESIVO DESDE EL ENFOQUE COGNITIVO-CONDUCTUAL


Lic Monica Arcas
Los estados de ánimo depresivo son una problemática de muy alta incidencia poblacional así como también constituye un problema socio-laboral que incide en su incapacitación.
Requiere el mismo de  un abordaje especifico, en primer lugar identificar el tipo de depresión que presenta el paciente, el momento personal que se instala el proceso mórbido, si hubo o no episodios anteriores y de qué manera fueron abordados y principalmente identificar la comorbilidad que está presentando a fin de poder abordarlos de manera específica y prioritaria. Es imprescindible evaluar no solo el tipo de depresión en curso (modo cualitativo) sino que también desde escalas validadas (modo cuantitativo) que detectaran puntos importantes en el manejo de la terapia así como también en el manejo de la terapia farmacológica si así requiere el cuadro.
Dentro del marco cognitivo conductual es preciso detectar y trabajar en las cogniciones disfuncionales que presenta el paciente. Las personas depresivas tienen una forma muy particular de aprehender su realidad, por lo general tienen una cosmovisión del mundo impregnada de valores negativos, la apreciación de un futuro lleno de obstáculos donde se percibe como incapaz de producir un cambio, y su entorno cristalizado de imposibilidades, constituyendo un circulo vicioso que lo va hundiendo cada vez mas. Durante la depresión la persona mantiene un estado de poca valía de sí mismo, se aprecia torpe, desgraciado que no puede hacer nada para cambiar ese destino, la subestimación de su persona lo paraliza, y desde este punto de vista tiende a interpretar la realidad como llena de obstáculos y de demandas exageradas que no puede el manejar. Esta visión derrotista de la vida hace que no pueda proyectar nada bueno en torno al futuro, se anticipa negativamente a cualquier proyecto que pueda presentarse maximizando los aspectos negativos y no pudiendo salir de esa posición, es por eso que se necesita reestructurar el modo de  interpretación actual que presenta la persona inmersa en el estado de depresión.
Los estados de depresión pueden surgir por la combinación de factores biológicos (factores de vulnerabilidad hereditarios) unida a experiencias negativas de la primera infancia (violencia, desamparo, divorcio de padres, exilio etc) que quedan en estado latente y que con presencia de un episodio vital estresante aparece este estado anímico donde la persona hace un giro motivacional hacia el estado de falta de volición, deseos de escape y evitación.
Es decir que la predisposición hacia la depresión está determinada por no solo un terreno susceptible desde el punto de vista hereditario, sino que experiencias tempranas van forjando en la personalidad una visión negativa de sí mismo, del entorno y del mundo (Tríada cognitiva). Pero es importante aclarar que no todas las personas que han tenido una experiencia temprana adversa desarrollan depresión, se ha visto personalidades rescilientes que frente a la adversidad han podido desarrollar formas adaptativas y fortalecientes de la situación negativa.
Dentro de las técnicas cognitivas conductuales en el tratamiento de la depresión es importante destacar que hay que realizar mucha psicoeducacion con este paciente. Evaluar si hay factores que inciden en el cuadro como ser comorbilidades (con trastornos de ansiedad, abuso de sustancias y trastornos de personalidad que suelen acompañar y que complejizan el tratamiento.
La depresión incluye factores afectivos, motivacionales, fisiológicos y conductuales que deben ser identificados y tratados.  El sentimiento de tristeza y la sensación de vacío es uno de los síntomas que aparecen en la depresión, el mundo del depresivo es un mundo apático, sin  colorido, todo está impregnado de dolor psíquico, son pacientes muy críticos consigo mismo, muchas veces con estados de cólera que se reprimen y sentimientos de culpabilidad.  Están desmotivados motivo por el cual se recluyen evitan la interacción, tienen poca voluntad y por lo general la rumiacion negativa respecto a su persona y el medio los tiende a aislarse de los otros. Es muy importante que se indague sobre ideas o fantasias de suicidio, ya que la depresión puede traer estos elementos extremos de escape de una realidad intolerable para el sujeto. Si la persona expresa sentimientos de cólera hay que prestar mucha atención como dirige esta emoción, muchas veces pueden expresarse a nivel fisiológico (somatizaciones, aumento de presión arterial etc ) Tratar la ira es importante porque muchas veces esconde sentimientos de desamparo y tristeza enmascarados en esta emoción, es necesario que el paciente pueda identificar ese estado para poder aplicar límites temporales, bajar el nivel de rumiacion, para ello tendrá que identificar el contenido de su proceso negativo, en qué momento y circunstancia aparece, que imagen mental despierta y utilizar las técnicas de habilidades sea de relajación a través de respiración o meditación a través de atención plena así como también aprender a registrarlo para ser trabajado en la terapia.
Uno de los puntos a tratar es el manejo de la tolerancia a los estados de disforia, el estado de depresión conlleva un ánimo decaído irritable y muchas veces para manejar este malestar anímico es utilizar modos que no son positivos sino que recrudecen el malestar psíquico, uno de ellos es la evasión a través de quedarse en la cama. Dormir demasiado para evitar el dolor anímico de la depresión, otro recurso es comer, sin tener apetito, o beber en exceso.
El tratamiento de los estados de ansiedad es fundamental muchas veces la depresión es tratada y surge el estado ansioso que deben ser controlado e interpretado ya que este mal-estar debe ser identificado en el tratamiento, y desarrollar en el paciente el uso de técnicas especificas de manejo de ansiedad que el terapeuta especializado instruye a su aplicación.
Desde el punto de vista fisiológico los pacientes depresivos tienen perturbaciones en tres ejes como ser:
Alteraciones en el ciclo del sueño (Insonmio tardio, despertar temprano).
Alteraciones de la esfera sexual: disminución de la libido sexual, presentando los hombres problemas de erección, y las mujeres frigidez sexual.
Alteracciones en la ingesta: que van desde estados anoréxicos, donde la persona carece de apetito, hasta su opuesto voracidad, comportamientos mediados por la ansiedad de devorar(comportamiento de tipo bulímico) con el posterior malestar depresivo y culpogeno.
Los estados de abulia y tristeza se presentan por lo general al comenzar el día, la persona se siente cansada sin energía y falto de programación de cómo organizar su rutina, es por ello que se debe planificar rutinas cotidianas en donde pueda intercalar momentos en los que realice tareas que le producían placer antes de enfermar junto con las tareas cotidianas, esto debe ser regulado gradualmente por el terapeuta y se deben detectar todas las disfunciones cognitivas que pueden aparecer en la realización de las mismas.
El trabajo terapéutico en la depresión no es una tarea fácil requiere de mucha paciencia y empatía con el paciente. para llegar a reestructurar conductas y creencias que sumergen al paciente en un estado de negatividad.


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