miércoles, 28 de junio de 2017

INTERPRETACIONES ERRONEAS DE LAS SENSACIONES CORPORALES EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD



Las personas afectadas por estados de ansiedad sean agudos, o bien crónicos se encuentran en un estado de excitación del Sistema Nervioso, y por ende se vuelven muchos más sensibles a las sensaciones que aparecen en su cuerpo, hay un registro interno de estas (llamado registro interoceptivo) que promueve señales de pseudo peligro y el cuerpo se prepara para la lucha o huida, la persona malinterpreta estas señales como potencialmente peligrosas entonces el organismo activa mecanismos desencadenantes que acaban muchas veces en un ataque de pánico.
Las personas que padecen ataques de pánico son mucho más sensibles al dolor. Suelen presentar cansancio corporal frecuentemente y mantiene niveles altos de acido láctico en su nivel sanguíneo superior a lo normal, es por eso que muchas veces sienten no solo mucha tensión en los miembros inferiores sino que padecen cansancio mucho más pronunciado por el estrés que mantienen.
Los pensamientos son potentes para generar cambios en la vida de las personas, en los casos de ansiedad no tratada, las malas interpretaciones, no solo aumentan los síntomas de activación neurovegetativos, sino que condicionan la conducta, paralizando en muchos casos las actividades, promoviendo el aislamiento y potenciando las creencias erróneas que la mente ha generado. Hay un gran impacto de estos pensamientos en el cuerpo. Pero los pensamientos no provienen de la nada, sino que son construcciones de la propia mente, y cuando se activan en una crisis son muy polarizados hacia lo negativo, con predominio del pensamiento catastrófico sin reparar en la razón sino que prima el temor y construye toda una serie de imágenes negativas desproporcionadas e irreflexivas. Los niveles de ansiedad aumentan y por ende la adrenalina crece de manera tal que se acelera  la frecuencia cardiaca y el cuerpo se prepara para un nuevo ataque.
Muchas personas que padecen pánico tienen una visión dicotómica de las cosas esa rigidez del pensamiento (pensamiento en términos de todo nada) es uno de los puntos que mantienen la ansiedad, las personas perciben a la ansiedad como el producto de todos sus males, piensan en términos como que la ansiedad le viene de afuera, hay que combatirla y exterminarla, librarse de toda ansiedad, pero en realidad la ansiedad es una emoción que es parte de la vida y que la necesitamos para nuestro correcto desempeño, lo que hay que modificar son los pensamientos y acotarla de modo que no tenga niveles disfuncionales y  conductas patológicas. Detectar y modificar los pensamientos disfuncionales tales como el pensamiento catastrófico avalado por el paciente en su deficitaria lectura sintomática o vía la ansiedad anticipatoria, donde da por hecho una situación que está solo en su fantasía, trabajar las formas exageradas de ver la realidad maximizando riesgos, y llevarlos a un plano mas racional es la tarea cognitiva que debe desarrollar el paciente en su tratamiento, para tener una visión más adecuada de las situaciones y a su vez reestructurando su procesamiento, exponiéndose a situaciones que a priori considera peligrosas pero que en realidad no lo son, y manejando los síntomas de activación a partir del mejoramiento de su respiración e interpretación correcta del malestar que está teniendo, comprendiendo y elaborando los diversos conflictos que lo ha llevado a una situación de disconfort esa es la manera de abordar los diversos cuadros de ansiedad.


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