lunes, 29 de enero de 2018


Sustancias Psicoactivas en los trastornos de ansiedad



Existen sustancias que al ser utilizadas afectan al organismo y repercuten en el estado de ánimo y por ende en la conducta. Muchas de ellas son mal utilizadas por personas que sufren de ansiedad como un modo de manejo que trae como consecuencias un aumento de la misma, entre ellas encontramos:



·       La cafeína

Es una de las sustancias más habituales de consumo, no solo está presente en la infusión de café, sino en bebidas chocolatadas, bebidas cola, aspirinas, antigripales, anticefaleicos y descongestivos. Esta sustancia produce aumento de la ansiedad y repercute en la calidad del sueño alterando la calidad de vida ya que incide en las etapas No REM del sueño. Aumenta la frecuencia cardiaca, produce palpitaciones temblores y dolores de cabeza. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso aumentando la liberación de neurotransmisores excitatorios e reduciendo los neurotransmisores inhibidores por consecuencia aumenta el estado de alerta en el sistema nervioso empeorando la ansiedad. La intoxicación por cafeína en las personas con antecedentes de trastornos de ansiedad puede provocar una crisis de pánico y generar consecuentemente estados agorafobicos.

El uso habitual de cafeína en forma intensa genera dependencia a la sustancia, y su cese brusco provoca síndrome de abstinencia (taquicardia, fatiga, mareos) sensación de craving. Comienzan entre las 12-24 hs de la suspensión abrupta de cafeína, es por ello que debe suspenderse en forma gradual a fin de evitar esta recaída.



·       El alcohol

El tracto gastrointestinal absorbe el alcohol y dependerá el grado de alcohol que tiene la bebida para el tiempo de absorción, ya  a los cinco minutos es detectable en sangre y alcanza a la hora su pico máximo. La ingesta de alcohol reduce los neurotransmisores excitadores y aumenta los inhibidores del SNC, pero cuando cesa la ingesta se produce el efecto contrario aumenta los excitadores y disminuye los inhibidores produciéndose la resaca.

Es muy típico el uso del alcohol en las patologías ansiosas especialmente en las fobias sociales (aproximadamente un 17%) con la finalidad de darse un empuje de afrontamiento quedando luego como modalidad patológica de manejo de la ansiedad. Tambien el uso regular del alcohol modifica la estructura del sueño provocando en un primer momento un estado de adormecimiento para luego padecer de ruptura del mismo.



Nicotina



La nicotina es una sustancia altamente adictiva, en los trastornos de ansiedad más del 50 % de los cuadros de ansiedad generalizada son fumadores. La nicotina aumenta la ansiedad, el cigarrillo produce una liberación de los niveles de glucosa estimulando el sistema nervioso, en corto plazo disminuye el apetito, pero a largo plazo produce el efecto contrario y la aparición de celulitis muy frecuentes en las mujeres. La estimulación producida por el cigarrillo va seguida de un estado de decaimiento y fatiga que genera la necesidad de prender otro cigarrillo. Los receptores nicotínicos producen efecto de tolerancia, se necesita fumar cada vez más, la vida media de la nicótica es de 30 a 120 minutos luego puede llegar a producirse el síndrome de abstinencia que obliga a la persona a volver a consumir tabaco, de evitarlo, puede llegar a presentar estados de irritabilidad y disforia, ansiedad, inquietud motora, dificultad de concentracion y estado anímico depresivo. El consumo precoz de tabaco incrementa la posibilidad de un trastorno de ansiedad en la edad adulta.



Cannabis



El consumo de cannabis al igual que la cocaína y el alcohol se asocia a una amplia variedad de patologías psiquiátricas (patologías duales) de igual forma desarrollo de trastornos de angustia (Crisis de pánico), muchas personas han experimentado en lugar de relajación un incremento de ansiedad que los lleva a crisis de pánico. Más allá de los efectos secundarios que produce el consumo de marihuana en el SNC, generando alteraciones a nivel neurocognitivo ya que su componente psicoactivo tetrahidrocannabinol (THC) genera en su continuidad de consumo alteraciones en la memoria, en las funciones ejecutivas, control inhibitorio y velocidad psicomotora.





Lic Monica Arcas Psicóloga Clinica Neuropsicologa


arcasweb@gmail.com 15-34882542




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