martes, 29 de mayo de 2018


ESTRÉS POSTRAUMATICO Y ESTRÉS AGUDO DIFERENCIAS DIAGNOSTICAS




El cuadro de Estrés Postraumatico implica la combinación de una situación traumática, súbita vivida con horror y que ha generado un estado alterado de estrés que se manifiestan a través de sintomatología posterior a la situación traumática. Pueden ser accidentes producidos por la naturaleza (terremotos, Tsunamis, incendios etc) pero tambien ejercidos por el hombre (amenazas terroristas, guerras, amenazas químicas) y en las ciudades es desgraciadamente común los asaltos con armas de fuego, secuestros exprés, amenazas telefónicas, entraderas de las casas). Las personas que han sido víctimas de estos violentos eventos, suelen desarrollar un estado de aprehensión, tensión nerviosa, estados alterados de ansiedad, pensamientos intrusivos de la situación vivida, miedo a la repetición de los mismos, estos estados de estrés producen un deterioro significativo en la calidad de vida no solo de la victima sino de todo su grupo familiar. El estrés es definido por Hans Seyle como una respuesta general de adaptación, donde el organismo reacciona ante un estimulo amenazante a través de la respuesta de afrontamiento o de huida, hay una evaluación inmediata del riesgo, el organismo se prepara para esto, es una reacción de supervivencia, como producto de esta reacción aparece aumento del ritmo cardíaco, la respiración se hace más rápida, aumenta la presión sanguínea, la glucemia, se libera adrenalina, se libera cortisol en sangre, se tensiona la musculatura, y hay dilatación de las pupilas, es decir todas estas reacciones del sistema nervioso están a favor temporal de la situación sea para afrontar una situación adversiva o huir. Una vez desaparecido el peligro el organismo retoma su homeostasis, pero si el peligro se sostiene la persona se mantiene en un estado de alerta, no puede recuperarse y comienza a agotarse tanto desde el punto de vista físico como su psiquismo. El estado de estrés implica procesos psicofisiológico que son percibidos como demandas excesivas provenientes del exterior donde el sujeto colapsa al no dar con el suficiente tiempo de recuperación y poder satisfacer estas demandas ambientales a las que está sometido, pero tambien incluye la personalidad del sujeto el modo en como toma estas demandas y la evaluación personal en que se encuentra como percibe sus recursos y su capacidad de afrontarlos.

En el caso del Estrés Postraumatico la persona enfrenta una situación abrupta, amenazadora para la vida donde está en juego su integridad física y psíquica o de sus seres queridos. La reacción del individuo a esta situación es de temor intenso, horror o pánico. Hay que tener en cuenta que cuando una persona se ve expuesta a situaciones de esta naturaleza, el organismo reacciona con una respuesta fisiológica alterada, tambien se altera la memoria. Las situaciones traumáticas no son hechos fuera de lo normal, ya que si analizamos la vida de cualquier persona nos encontraremos con que está plagada de hechos traumáticos (muertes, catástrofes, separaciones, etc.). Pero es importante destacar que está en juego la reacción del individuo y no el acontecimiento en sí mismo. Incluso en la última versión del DSMV se agrega la posibilidad de exposición indirecta (observar el suceso, o ser testigo de un relato de un suceso horroroso. Las imágenes vistas una y otra vez por los medios sobre las guerras, las decapitaciones que realizo el ISIS, o la caída de las Gemelas en el 2001 en Nueva York son ejemplos de que ha muchísimas personas ha afectado no siendo participes directas del acto terrorista.

Tambien situaciones no tan extremas pero si vividas subjetivamente como muy amenazantes como ser la pérdida del empleo, las experiencias vividas por situaciones económicas como lo fue en nuestro país el corralito financiero son en algunas personas fuente de desarrollo de TEPT.

Los eventos traumáticos se producen de manera inesperada, súbita e incontrolable, no hay posibilidad para la psiquis de desarrollar mecanismos defensivos, esto hace que ataquen directamente a la sensación de seguridad y de auto-confianza que las personas tenemos  y que por tanto provoquen reacciones intensas de vulnerabilidad y temor hacia el entorno.

Criterios Diagnósticos del DSM-V para el TEPT

A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas siguientes:

Experiencia directa del suceso(s) traumático(s).

Presencia directa del suceso(s) ocurrido a otros.

Conocimiento de que el suceso(s) traumático(s) ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso(s) ha de haber sido violento o accidental.

Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso(s) traumático(s) (p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil).

El Criterio A no se aplica a la exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías, a menos que esta exposición esté relacionada con el trabajo.

B. Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza después del suceso(s) traumático(s):

Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso(s) traumático(s).

Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está relacionado con el suceso(s) traumático(s).

Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el sujeto siente o actúa como si se repitiera el suceso(s) traumático(s). (Estas reacciones se pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno presente.)

Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).

Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).

C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza tras el suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por una o las dos características siguientes:

Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).

Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).

D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s), que comienzan o empeoran después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s) (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas).

Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,” “El mundo es muy peligroso,” “Tengo los nervios destrozados”).

Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del suceso(s) traumático(s) que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los demás.

Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza).

Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas.

Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.

Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).

E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso(s) traumático(s), que comienza o empeora después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.

Comportamiento imprudente o autodestructivo.

Hipervigilancia.

Respuesta de sobresalto exagerada.

Problemas de concentración.

Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).

F. La duración de la alteración (Criterios B, C, D y E) es superior a un mes.

G. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

H. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento, alcohol) o a otra afección médica.

Especificar si:

Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criterios para el trastorno de estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el individuo experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las características siguientes:

Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso mental o corporal (p. ej., como si se soñara; sentido de irrealidad de uno mismo o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio).

Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno (p. ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como en un sueño, distante o distorsionado).

Nota: Para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no se han de poder atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., desvanecimiento, comportamiento durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial compleja).

Especificar si:

Con expresión retardada: Si la totalidad de los criterios diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses después del acontecimiento (aunque el inicio y la expresión de algunos síntomas puedan ser inmediatos).

ESTRÉS AGUDO

Es temporal se desarrollan síntomas de activación ansiosa de más corta duración y que aparecen luego de la exposición a uno o varios eventos traumáticos para el sujeto. El sujeto es preso de síntomas de ansiedad y está en estado reactivo al evento traumático incluso en algunos casos siente la reexperimentacion del mismo. Se puede presentar con conductas de desapego, aislamiento, enojo e irritabilidad.

Aproximadamente el 50% de las personas que eventualmente desarrollan TEPT inicialmente presentaron Estrés Agudo

El empeoramiento de los síntomas se puede presentar durante el primer mes, frecuentemente como resultado de estresores de vida en curso o más eventos traumáticos

Criterios diagnósticos del DSM-V para Estrés agudo

A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2:

La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás y ha respondido con temor, desesperanza y horror intenso.

B. Durante o después del acontecimiento traumático, el individuo presenta 3 (o más) de los siguientes síntomas disociativos:

Sensación subjetiva de embotamiento, desapego o ausencia de reactividad emocional

Reducción del conocimiento de su entorno (p. ej., estar aturdido)

desrealización

despersonalización

Amnesia disociativa (p. ej., incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma)

C. El acontecimiento traumático es re experimentado persistentemente en al menos una de estas formas: imágenes, pensamientos, sueños, ilusiones, episodios de flashback recurrentes o sensación de estar reviviendo la experiencia, y malestar al exponerse a objetos o situaciones que recuerdan el acontecimiento traumático.

D. Evitación acusada de estímulos que recuerdan el trauma (p. ej., pensamientos, sentimientos, conversaciones, actividades, lugares, personas).

E. Síntomas acusados de ansiedad o aumento de la activación (arousal) (p. ej., dificultades para dormir, irritabilidad, mala concentración, hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto, inquietud motora).

F. Estas alteraciones provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo, o interfieren de forma notable con su capacidad para llevar a cabo tareas indispensables, por ejemplo, obtener la ayuda o los recursos humanos necesarios explicando el acontecimiento traumático a los miembros de su familia.

G. Estas alteraciones duran un mínimo de 2 días y un máximo de 4 semanas, y aparecen en el primer mes que sigue al acontecimiento traumático.

H. Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o a una enfermedad médica, no se explican mejor por la presencia de un trastorno psicótico breve. Algunos estudios empíricos así como las observaciones clínicas indican la presencia de experiencias disociativas como un predictor importante de problemas post-traumáticos crónicos posteriores. Es por ello que la indagación exhaustiva de un acontecimiento traumático determine el grado de traumatismo que ese psiquismo está atravesando, amortiguar la sintomatología y posibilitar que el paciente pueda ir desarrollando a través de su discurso poniendo en palabras la experiencia traumática que atravesó.

Lic Monica Arcas – arcasweb@gmail.com

Albarellos 2160  Martínez – 4798-9030


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