Es una de las patologías más comunes dentro de los trastornos de
ansiedad pero a su vez es una de las más inhabilitantes que genera limitaciones
en las personas en áreas vitales. La persona con ansiedad social presenta un
miedo irracional a ser evaluado por los otros de manera negativa, critica, de
no ser aceptado, y al mismo tiempo la inseguridad de su conducta le hacer
pensar que en las relaciones interpersonales puede manejarse de forma ridícula,
o de una manera que le provoque vergüenza. El sentir en primer lugar que no es
igual a los demás se autodefine como “un ser que no encaja” y su mayor miedo es
la exposición social en donde puede llegar a ser centro de atención.
Los puntos vulnerables en los ansiosos sociales son el hablar en público,
realizar una exposición oral, iniciar relaciones interpersonales, comer y/o
beber en público, trabajar mientras se observado, relacionarse con personas a
quienes desconoce, en el área sexual tambien tienen limitaciones por temor a la
exposición con otro y el sostener el vínculo. Pueden ser estos estímulos
circunscriptos a una situación específica por ejemplo el hablar en público
(limitado solamente a esta acción lo cual se denomina ansiedad social
específica, lo cual demuestra que es menos incapacitante y por lo general
presenta menos comorbilidades (asociación con otros cuadros de ansiedad, del
humor y/o personalidad), diferente es cuando la ansiedad social se presenta en
múltiples escenarios (generalizada) la persona reacciona en forma adversivo
ante diferentes estímulos, y estos cuadros presentan mayor asociación de
comorbilidades, son más persistentes y requiere un trabajo terapéutico
cognitivo conductual más prolongado.
Las comorbilidades de la
ansiedad social
Es importante que el psicólogo especialista en trastornos de ansiedad evalúe
en las primeras sesiones las comorbilidades que presenta su paciente validando
los mismos no solo con su capacitación sino a través es escalas especificas
para los diversos cuadros que le proporcionan una aproximación más exacta del
estado actual del paciente. Se presenta mayormente en la población adolescente
e inicio de la vida adulta tanto en hombres y mujeres sin prevalencia de
ninguno de los dos sexos.
Una de las asociaciones más frecuentes en la ansiedad social es la
depresión en un 70% se presenta en inicios tempranos, por lo general la
tendencia al aislamiento de estos pacientes sumados con la baja autoestima, su
necesidad de afecto interpersonal y su imposibilidad de habilidades que deben
ser aprendidas en terapia hacen que el paciente al momento del inicio presenten
indicadores de depresión reactiva. Otra asociación frecuente son con crisis de
pánico y agorafobia, con ansiedad generalizada pero tambien es de destacar que
en muchos casos presentan abuso de alcohol (19%) ya que este depresor del sistema
nervioso le permite en circunstancias relajarse y afrontar situaciones
interpersonales que sobrio está limitado, y allí donde puede iniciar un abuso
de esta sustancia, tambien se asocia a uso de estupefacientes (13%). Es por eso
frente a una consulta de una persona que tiene abuso de sustancia es importante
detectar si hay una bases de ansiedad social que precedió al abuso de drogas en
un 85% de los casos. Tambien es importante detectar si hubo en su historia
vital conductas autoliticas (ideación suicida, cortes, intentos de suicidio).
Es por eso la importancia de la evaluación de la comorbilidad, en un alto porcentaje
(80%) de los casos hay un trastorno psiquiátrico asociado porque por lo general
la ansiedad social precede a una condición de asociación psiquiátrica.
Diagnostico diferencial
Hay que diferenciar entre un estado de timidez, que es una conducta no
disfuncional, ya que no lo limita a áreas sociales, son formas leves de algunos
rasgos de ansiedad social, en cambio el paciente fóbico social, si presenta no
solo sintomatología del cuadro mas persistente sino que además está limitado en
un conducta a relacionarse en forma interpersonal, por lo tanto en muchos casos
no puede desempeñar un buen trabajo, pareja, estudios etc.
Otro punto dificultoso es con respecto a la agorafobia, tanto el
ansioso social como el agorafobico presentan conductas de evitación y
reacciones de temores a la descompensación por los síntomas que presentan, el
agorafobico teme sufrir un ataque de pánico o perder el control en determinadas
situaciones donde ve imposibilitado una salida rápida y/o ir a un lugar donde
se sienta seguro. En cambio en el ansioso social es el temor social de
exposición al que se evita, por temor a
ser juzgado por los otros. El diagnostico diferencial debe basarse en la
naturaleza de sus temores. En un alto porcentaje la agorafobia es secundaria a
un cuadro de ataque de pánico, por lo tanto la ausencia de episodios de pánico
representa un indicador sumamente importante. Otro punto importante en la diferenciación
es cuando los miedos que presenta la persona no son en relación al indicador
social donde nos encontramos con cuadros de fobia especificas (miedo a la
sangre, a determinados animales, a volar, etc) o en cuadros de trastornos
obsesivos compulsivos donde el miedo puede estar circunscripto a determinadas
obsesiones intrusivas en diversas áreas (agresivas, de contaminación, etc) o
bien el miedo mas de tipo hipocondriaco que son los cuadros de hipocondriasis,
o la fobia dirigida a una particular enfermedad (pe. cáncer, SIDA).
Tratamiento cognitivo
conductual
El paciente con ansiedad social es por lo general evitativo para
iniciar un tratamiento por su patología en sí misma, muchas veces es traído a
consulta, ya que enfrentarse a un “desconocido” que puede ser el terapeuta lo
inhibe, es por ello que el perfil del profesional debe ser empático por
excelencia, muchas veces comienzan con un alto porcentaje de hipocondriasis y
resistencia a la medicación que en algunos casos necesitan especialmente si la
depresión es alta. Es importante dos factores en el tratamiento, uno de ellos
es la alianza terapéutica que debe formarse, hay que proceder a una exhaustiva
psicoeducacion enseñando al paciente el cuadro, y las técnicas adecuadas para
manejar la ansiedad, las exposiciones a estímulos adversivo deben ser graduales
comenzando con exposiciones con técnicas de imaginería para luego de la evaluación
con escalas especificas de ansiedad social y en forma muy gradual (T.de desensibilizacion),
al mismo tiempo de trabajar con el paciente en tareas conductuales y cognitivas
que deberá realizar en su hogar para luego trabajar en sesión y reestructurar
las diversas creencias disfuncionales que trae y detectar las diversas
distorsiones que se presenta en el discurso, modificando su preocupación sobre
el desempeño asi como el temor de que los demás detecten su sintomatología.
Como cada caso es un particular, el trabajo el trabajo es paciente, tratando de
incorporar que deje de poco la hipervigilancia corporal, como la
autoobservación negativa constante acerca de su asertividad y por la imagen que
pueda generar en los otros, asi como el temor a la pérdida de control sobre el
ambiente y las señales que perciben distorsionadamente sobre la amenaza social.
La terapia cognitiva conductual ha sido la más eficaz en todos los trastornos
de ansiedad, y la superación del cuadro no solo aumenta su autoestima sino que
comienzan a desplegar todo ese potencial que tenían dormido.
Albarellos 2160 Planta Baja
Martínez TE 4798-9030 1534882542
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