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TRASTORNO
BIPOLAR Y SME.MANIACO DEPRESIVO
El trastorno bipolar
denominado psicosis maniaco-depresiva es un trastorno grave marcado por
oscilaciones anormales del estado anímico. Son trastornos de larga evolución
que requieren en forma excluyente tratamiento farmacológico ayudado por
psicoterapia.
Se manifiesta por episodios
depresivos que giran a la aparición de
estados de ánimo expansivos y eufóricos donde se observa una conducta
particular caracterizada por una hiperactividad anómala estado de excitación
con marcada euforia, conducta exaltada, irritabilidad que puede alternar con
switch que son los virajes o hacia el polo depresivo o al maniaco. Cuando está
en fase depresiva se observa en estos pacientes anergia, ideas negativas, bajo
estado anímico y pueden llegar a tener ideas de suicidio.
Los periodos donde presentan
un estado eufórico y expansivo son denominados estados maniacos o hipomanía
que son de menor intensidad, en la
fase maniaca se observan los siguientes síntomas:
Ø Verborragia
y lenguaje logorreico: son pacientes que hablan sin parar en tono
predominantemente alto y con velocidad del habla.
Ø Grandiosidad:
Hay un aumento de la autoconfianza, inflación del self, ausencia de
autocrítica.
Ø Irritabilidad:
Son sensible y reactivos cuando se les contradice, tendencia a tener mal humor,
sus reacciones son desproporcionadas a los hechos lo cual le trae problemas
intervinculares y pueden llegar a peleas y agresión física pues no pueden
frenar la impulsividad.
Ø Disminución
de horas de sueño: los pacientes maniacos o hipomaniacos están tan acelerados y
eufóricos llenos de energía que no tienen deseos de descanso.
Ø Pensamiento
acelerado: tienen cataratas de pensamientos, esta velocidad de pensamientos hace que salten de
un tema a otro perdiendo la idea directriz.
Ø Fallas
en la Funciones ejecutivas: hay un déficit
de concentración, de atención selectiva y de seguir una conversación,
presentan fallas en la memoria.
Ø Hiperactividad:
El exceso de energía en la fase maniaca hace que la persona presente múltiples
actividades y no muestre cansancio. En los casos más graves puede aparecer inquietud
extrema y acciones improductivas.
Ø Búsqueda
excesiva de placer que se manifiesta en conductas patológicas como ser gastos
excesivos, inversiones económicas inadecuadas, sexualidad promiscua con todo
todos los riesgos que conlleva esta forma de vinculación, abuso de sustancias.
Ø Presencia
de síntomas psicóticos: aparición de síntomas positivos: delirios y
alucinaciones (auditivas, visuales, olfativas)
En la hipomanía no hay presencia de síntomas psicóticos, si hay
un aumento de las actividades, el estado de ánimo es alto pero no de los
niveles de la manía, suelen estar muy creativos, duermen poco, y presentan
mayor interés en la sexualidad de lo habitual.
En la fase depresiva se
observan los siguientes síntomas:
Ø Animo
deprimido, el paciente presenta tristeza y sensación de vacío, acompañado de
estados de angustia, desolación y tendencia al llanto.
Ø Anhedonia:
No se puede contactar con el placer, las cosas que anteriormente movían su
interés, dejan de importarle, incluso la sexualidad (deslibinización)
Ø Falta
o aumento en el apetito: que le genera aumento o pérdida significativa de peso.
Se observa más la falta de apetito.
Ø Anergia:
A diferencia de la fase maniaca, en la fase depresiva hay pérdida significativa
de la fuerza, hay fatiga, la sensación que todo movimiento cuesta mucho.
Ø Trastornos
en el ciclo del sueño: hay episodios de hipersomnia y sueño no reparador,
también hay trastornos en la conciliación del sueño y despertar temprano.
Ø Baja
autoestima: El paciente en estado depresivo tiene una cosmovisión negativa de sí
mismo, del entorno y no esboza proyección, se siente una carga para la familia,
le invade el sentimiento de desesperanza, la vida carece de sentido y hay
pensamientos de muerte.
Ø Trastornos
en la concentración y en la toma de decisiones.
Ø Síntomas
psicóticos: Pueden presentarse síntomas positivos a modo de alucinaciones
visuales, auditivas, cenestésicas y olfativas junto a contenido delirante.
Es importante dentro del
contexto terapéutico dar al paciente y sus allegados psicoeducación a modo de enseñarles a detectar los signos de
recaída que permitan el acceso precoz a la medicación y evitar el deterioro del
paciente. Por otra parte es importante trabajar todo lo concerniente al manejo
de situaciones estresantes, comprender la enfermedad para que no les genere
emociones negativas (culpa, vergüenza) que deterioran su estado y si ver formas
alternativas de manejo de las contingencias.
Lic. Mónica Arcas Psicóloga
Clínica – 11 34882542
Consultorios Zona Olivos y
Martínez-
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