martes, 19 de diciembre de 2017

CUANDO EL TRABAJO GENERA EL SINDROME DEL QUEMADO



El trabajador en el área de salud, y específicamente me referiré al trabajador en la Salud Mental en Argentina, es un ser que suele erosionarse psicológicamente por la carga mental que lleva, este proceso se diferencia del estrés laboral, y provoca alteraciones negativas en la salud ya que se expone cotidianamente a situaciones negativas del trabajo no solo con la población con que trabaja sino principalmente por las condiciones laborales , falta de espacios propios, de fármacos frente a una situación social bastante deteriorada en lo económico, la cantidad de pacientes y los bajos salarios que se percibe, la ausencia de equipos Balint para trabajar conflictos internos que suelen suceder entre los grupos humanos, todos estos factores inciden directamente en las áreas emocionales, fisiológicas y conductuales.

Cuando un trabajador de la salud comienza a erosionarse psicológicamente, este proceso que es distinto al estrés laboral, va incidiendo negativamente en la salud ya que la exposición a las condiciones negativas del trabajo que no resultan controlables ponen en juego la posibilidad de utilización de estrategias adecuadas e inciden directamente en las areas emocionales, conductuales y fisiológicas.

Desde lo emocional, el síndrome del quemado (Burn-out) se manifiesta en un distanciamiento con el rol profesional de forma patológica de autoprotección. Manteniendo muchas veces una distancia poco saludable no solo para él sino principalmente para el paciente quien necesita principalmente para el avance del proceso terapéutico mantener una alianza de trabajo. Los estados disforicos, de despersonalización, la desmotivación, sumado a procesos de alteración de funciones cognitivas tales como el mantenimiento de la atención y la concentración fundamental para el ejercicio profesional, esto a su vez genera en el profesional sentimientos de culpa e impotencia, donde la idea de dejar la profesión comienza a generar un sentimiento de fracaso que lleva muchas veces al abuso de sustancias e ideas suicidas.
A nivel de la conducta se perciben este distanciamiento observable y iatrogénico con el paciente, aumento de los niveles de ausentismo y falta de compromiso. Suelen aparecer conductas agresivas, con cambios bruscos del humor, impulsividad en la toma de decisiones, estados de apatía y hostilidad donde el paciente es visto como alguien que puede llegar a perjudicarlo, manteniendo o una conducta fría o bien cínica que no corresponde con el perfil del trabajador en salud.
Ese estado mental invade e impregna toda la vida del trabajador, si bien muestra el mayor malestar en el horario de trabajo, no se disocia de manera que no impregne en la vida personal del terapeuta, que tiende a tener disforia y tendencia al aislamiento,
 Posibilitar dentro del espacio de trabajo, momentos de distención, trabajo en equipo, espacios para desarrollar otros aspectos de la profesión distintas a la atención propiamente dicha, en el sentido de la búsqueda de espacios de reflexión, de estudio, talleres donde pueda realizar el profesional técnicas de mindfullness generaría un cambio fundamental y propicio que evitaría el avance de la erosión psicológica. Está en manos de los servicios de salud implementar estas pautas e ir viendo los cambios en la salud del trabajador que pueden suscitarse.
Lic Mónica Arcas – Psicóloga Clinica Albarellos 2160 Martínez 4798-9030





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