martes, 2 de junio de 2015

DEPRESION ENMASCARADA




Lic Monica Arcas
Como detectar este estado animico


La depresión es,  un cuadro muy frecuente en las consultas en atención primaria. Pero los consultantes no vienen por su estado mental sino que las consultas son por otros motivos por cuadros de ansiedad, conductas autodestructivas, por ejemplo las adicciones modernas compras compulsivas, ludopatía, cleptomanía, trastornos de alimentación (anorexia y bulimia) dismorfobia corporal, estados de hipocondría, consumo de ansiolíticos y sustancias ilegales entre otros, es decir que, lo que se recibe es una persona afectada pero encubierta un estado mental de depresión que se encuentra enmascarada. Por eso es importante la derivación del clínico al psicólogo especialista para que este pueda evaluar no solo los trastornos que está padeciendo sino la depresión que subyace al cuadro y que lo agrava si no es tratada, muchas de las veces con acompañamiento farmacológico prescripto por el psiquiatra.

El termino depresión enmascarada es un tipo de enfermedad silenciosa, que transcurre en forma subyacente pero con efectos devastadores en el organismo, afecta a nivel físico-psíquico y conductual, si bien los síntomas son de origen psicológico la somatizacion se apoya en el cuerpo y es allí el escenario de síntomas físicos que al agravarse pueden generar en el paciente trastornos en las áreas laborales, familiares y sociales, como muchas de las afecciones psicosomáticas estos pacientes son alexitimicos, no reconocen sus emociones, niegan sus estados afectivos, ya que tienen una idea distorsionada sobre la depresión.

Cuáles son los enmascadores de la depresión?

Un detector es el dolor muscular las llamadas algias y parestesias, dorsalgias, cefaleas tensionales, en cuadros de fibromialgia siempre hay una depresión comorbida al cuadro.

Los trastornos neurológicos y neurovegetativos (sudoración excesiva, estados de lipotimias, estados de astenia, fatiga crónica, tics, estados de vértigo.

Trastornos gastrointestinales, síndrome de colon irritable, colitis ulcerosa, ulcera gástrica y duodenal.

Trastornos de tipo cardiocirculatorios, cuadros de hipertensión arterial, dolor precordial, dolor en las extremidades entre otros.

Trastornos de tipo psicosomáticos como ser rinitis, enuresis nocturna, alteraciones en el área sexual impotencia sexual y frigidez en las mujeres, estados de asma, alopecia, eczemas en la piel.

Los pacientes suelen comenzar a padecer trastornos en la autoestima, la irritabilidad (propia de cuadros depresivos) los lleva a distanciarse en las relaciones interpersonales, los proyectos decaen y las personas ya no sienten motivación para realizar cambios en sus rutinas diarias, o disfrutar de su tiempo libre por lo general se vuelven apáticos e indiferentes a lo que les rodea y allí comienzan los conflictos de pareja y/o familia. Pero esta depresión no es exclusiva de los adultos, también los niños y adolescentes las padecen, se muestran con síntomas de tipo físico, por ejemplo la enuresis nocturna en niños en estado de latencia, la hiperactividad, hoy tan frecuente, fobias escolares (el niño se descompone (vómitos) antes de la hora de concurrencia al establecimiento escolar, los juegos de piromanía (quemar cosas), los accidentes frecuentes, en los adolescentes aparecen el consumo de sustancias, el manejo de velocidad y los accidentes, hoy mas allá que sea una “costumbre” de los adolescentes el consumo desmedido de alcohol, hay que evaluar la depresión que encubre esta conducta autodestructiva.

Es importante la observación clínica de estos cuadros mas allá de resolver la demanda del paciente sobre su afección, ya que si no se advierte la depresión que enmascara al síntoma es muy probable que el cuadro reaparezca. Y de ninguna manera subestimar la patología orgánica que trae al paciente a consulta, ambas se tienen que tratar dentro del equipo interdisciplinario para mejorar la calidad de vida de la persona.







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