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viernes, 4 de abril de 2014

La eutanasia -


LA EUTANASIA

Lic.Monica Arcas
Psicóloga Clínica
arcasweb@gmail.com
 
Introducción;

Este término proviene del griego y significa BUENA MUERTE. Fue utilizado por primera vez en la antigüedad greco-romana bajo el lema “FELICI VEI HONESTA MORTE MORI” que quiere decir morir con una muerte feliz y honesta.
Pero basado en el juramento hipocrático se condena a la eutanasia, Hipócrates, padre de la medicina, planteaba que “Jamás daría a nadie medicina mortal por mucho que me lo solicitara”.
Un cambio importante surge a partir del cristianismo, donde el suicidio y por ende la eutanasia es actos condenados ya que atenta contra el amor a sí mismo, contra la sociedad y fundamentalmente desde sus bases contra el derecho exclusivo de DIOS sobre la vida del hombre.
Una posición opuesta a este concepto la daba el filósofo alemán Nietzche donde plantea que debía aplicarse la eutanasia a “los parásitos de la sociedad, a los enfermos que vegetan perezosamente”, que fue el argumento en que se basó el régimen nazi para justificar el exterminio masivo de seres humanos en esa página negra de la historia que se llamó el holocausto, y fue condenado esto por el Papa Pío XII, ya que Dios es el único Señor de la vida humana y el hombre solo su mero  administrador, sin que pueda disponer de ella. En cambio el Papa Pacelli  consideró legítima a la eutanasia indirecta  “Si la  administración de narcóticos produjese por sí misma dos efectos distintos, por un lado disminución del dolor y por otro la abreviación de la vida, entonces es lícita. El Vaticano II condena la eutanasia dentro de lo que considera atentados contra la vida humana, ya que sus actos degradan a la civilización humana y deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador.
La postura de la Iglesia Católica respecto a la eutanasia plantea como puntos fundamentales:
La inviolabilidad de la vida humana “Nadie puede atentar contra la vida de un inocente…sin violar un derecho fundamental, irrenunciable e inalienable”.Es inadmisible poner fin a la vida, incluso ante un dolor prolongado e insoportable.
Se reconoce que no existe por parte del médico, ni del paciente, la obligación de prolongar la vida, se afirma el derecho de morir con serenidad y dignidad humana y cristiana. (En relación al tecnicismo abusivo)
En lugar de Medio ordinarios y extraordinarios, habla de medios proporcionados y desproporcionados, delimitando de esta forma el tipo de terapia, grado de dificultad y riesgo que comporta, los gastos necesarios y las posibilidades de aplicación con el resultado que se puede esperar de todo ello.
Se declara lícito los medios normales de la medicina puede ofrecer. Y esta no utilización de medios desproporcionados no equivale a suicidio.
Las súplicas de los enfermos muy graves que solicitan la muerte, no deben ser entendidas como una verdadera voluntad de eutanasia, sinó que son peticiones angustiadas de asistencia y afecto.

RECHAZO DEL TRATAMIENTO

Esto se plantea cuando ante un paciente competente (en estado lúcido y con conciencia de enfermedad) resuelve que no se le proporcione el tratamiento o directamente se niega a iniciarlo, esto puede de por sí llevarlo a la muerte. A veces solo implica que el médico  acepte esta posición del paciente por razones no estrictamente médicas (por ejemplo por cuestiones de tipo religiosa). Se argumenta al respecto que dado que el médico posee el conocimiento técnico y la experiencia adecuada, es él quien debe tomar decisiones relativas al tratamiento a seguir y no el paciente que debido a su afección puede estar muy angustiado y asustado que no puede ver alternativas frente al cuadro. Estos argumentos se centran en dos tesis fundamentales y sus objeciones:
La santidad de la vida, ya que esta es sagrada  y se la debe preservar por todos los medios. A esta tesis se le objeta que la santidad de la vida no es absoluta, así se hace una distinción entre cantidad y calidad de vida. Cuando el paciente está en un coma irreversible, o bien está ante un dolor insoportable  y sopor ante las drogas que se le aplican, o bien debido a su personalidad se ha deteriorado su calidad de vida, no hay posibilidad de que el sujeto pueda intercambiar relaciones interpersonales o alguna actividad creativa u ocupacional, esto parece quitarle el sentido a la vida, ya que no experimenta ninguna clase de satisfacción.
El médico está educado para salvar vidas y no para promover la muerte del paciente, por lo tanto si no utiliza los recursos de tratamientos para salvarle la vida esto va en contra de los principios fundamentales de preservación de la vida. A esto se le objeta que si no tratar a un paciente entra en conflicto con los valores de médico se debe derivar a otro colega , aquí se pone el énfasis en el principio de autonomía del paciente a rechazar un tratamiento, ya que el paciente debe tener la opción de aceptar un tratamiento o de rechazar de antemano cualquier tipo de terapia que se le quiera aplicar para la prolongación de su vida.


TIPOS DE EUTANASIA

Eutanasia pasiva: Es aceptable desde un punto de vista moral, y no hay dudas que es utilizada en la práctica médica.(al no administrar los tratamientos requeridos para que el paciente prolongue su vida)
No se trataría de una acción, sinó de una omisión, la no puesta en práctica de los tratamientos adecuados para la preservar al paciente con vida.

Eutanasia activa; Es la acción médica que promueve la supresión de la vida del enfermo terminal, por ejemplo a través de una sobredosis letal de morfina con la que debido a su conocimiento produce indefectiblemente la muerte del sujeto.

Eutanasia voluntaria: Es cuando el paciente en estado de competencia (Lúcido: orientado en tiempo y espacio, con juicio conservado, con sus facultades mentales en buen estado), después de evaluar su estado irreversible de salud solicita la eutanasia.
Eutanasia no voluntaria: Se carece del consentimiento de la persona afectada, dado que este último está en condiciones de incompetencia e indefensión.

Eutanasia activa y voluntaria y el suicidio asistido
La eutanasia ha sido legislada en países como Holanda, y en los Estados Unidos existen nuevos intentos legislativos ante la aparición del Dr.Kervorkian (conocido como el Dr.Muerte) y otras organizaciones que están a favor de la eutanasia activa y que ayudan a los enfermos a morir.

Argumentos a favor de la eutanasia activa y voluntaria.
 
Derecho a la vida y a la muerte
El derecho a vivir implica el derecho a morir. En la medida en que poseemos este derecho podemos hacer de él lo que creamos conveniente.

Eliminación del sufrimiento y bienestar:
Una persona enferma que sufre esta siendo torturada por la naturaleza, se debe dejar que elija su destino y ayudar a evitar el sufrimiento.
Argumento basado en la diferencia entre matar y dejar morir.
Si se acepta la eutanasia pasiva, también debe aceptarse la activa dado que no habría una diferencia moral entre matar y dejar morir, en ambos casos la intención es la misma. No parece haber entonces diferencia en culpabilidad moral.

Autonomía y autodeterminación del sujeto: Todo individuo racional es libre y tiene derecho a tomar desiciones relativas a su vida  y a ser responsable de dichas desiciones

ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA EUTANASIA ACTIVA Y VOLUNTARIA
Esencialmente se trata de fomentar el valor del respeto por la vida humana, y de evitar posibles “abusos” de la práctica.

Colocarse en el lugar de DIOS. Este argumento proviene del marco religioso. Es decir cuando se mata a una persona , el ser humano se coloca en el derecho sobre la vida de otro, derecho que solo le corresponde a DIOS.
Argumento de la Ley natural: Tenemos una inclinación natural a vivir (Pulsión de vida), esto es violado cuando se realiza la eutanasia. Y si por natural se define la no intervención humana, entonces casi ninguna intervención médica es natural
Argumento de la competencia:Consiste en que el paciente otorgue un consentimiento informado, pero debido a su estado mórbido es factible que el enfermo esté en condiciones de inferioridad, entonces deja de ser competente. Un paciente afectado de una dolencia irreversible, sometido a la frecuencia de dosis de calmantes no tiene la lucidez mental, por lo tanto es incompetente ante el consentimiento que le pueda dar al profesional, es muy difícil discriminar a los pacientes competentes de los que no lo son.
Error del diagnóstico y del pronóstico:Este punto considera la posibilidad de un error diagnóstico respecto a la posibilidad de encontrar una cura en el futuro, ante el avance vertiginoso de las ciencias, aquí se apunta a la fabilidad del conocimiento médico y a la confianza optimista también del mismo.
Argumento de la pendiente resbaladiza o el efecto de ruptura de dique: Así se define en cuanto la eutanasia activa sea permitida en diferentes países, y moralmente aceptada por el consentimiento del paciente, la legalización de la práctica llevará a tomar inevitablemente a casos en donde no haya consentimiento explícito por parte del paciente, y por ende se puede llegar al asesinato involuntario de personas y a abusos terribles.


LA EUTANASIA Y LA LEY
Cada día surgen las pedidos respecto a la legalización de la eutanasia. Se ha reconocido el derecho del paciente a rechazar tratamientos extraordinarios y poder morir en paz y con dignidad.
Hay una serie de objeciones en contra a la legalización de la eutanasia que deberán ser tenidos en cuenta, ya sea desde el punto de vista del médico, del paciente y de la sociedad.

Por parte del médico

Tomar en cuenta que la figura del médico desde la óptica social se deteriora, ya que el médico está preparado para el mantenimiento de la vida del paciente, y si procede a la eutanasia activa, el profesional se convierte desde el imaginario social en un agente de la muerte. Y habría que pensar que desde el lugar de un paciente que fantasías pueden dar a lugar a sabiendas que su médico tratante puede también poner fin a la vida de un paciente.
Además es muy difícil evaluar con absoluta certeza el curso de la enfermedad del paciente, así como el tiempo de vida que le queda, si bien puede evaluar lo irreversible de un cuadro y el reducido margen de vida no es absoluto, ya que muchas veces la vida se prolonga por tiempo indeterminado. (Caso: Karen Quinlan)

Por parte del enfermo:

Cuando el paciente le pide al médico que acabe con el sufrimiento, habría que plantearse que clase de tratamiento está recibiendo en cuanto a la calidad humana. A veces el paciente pide la eutanasia, pero no lo desea interiormente, toda enfermedad afecta no solo al paciente sinó a su núcleo familiar, ocasionando muchas veces gastos que la familia no puede asumir, por lo tanto se siente culpables, impotencia por no poder revertir esta situación, y ante este cuadro el paciente ve a la eutanasia como una salida más rápida al conflicto familiar

Desde lo social:
No se ve fácil una ley que regule la eutanasia y que evite los abusos que pudieran surgir. Los que apoyan a la eutanasia se refiere solo a los casos en donde el paciente solicita poner fin a su existencia, pero no se pude infravalorar de pasar de una petición de la eutanasia por parte de un paciente conciente.,a  una eutanasia  impuesta a pacientes en estado de inconsciencia. También hay que tomar en cuenta que los países que han legalizado a la práctica de la eutanasia pertenecen a países desarrollados donde hay un aumento significativo de grupos etarios longevos que van en aumento en comparación a las tasas de nacimientos, y donde la pirámide de edades muestra que la población económicamente activa es menor a la pasiva, costeando la primera a la segunda, y el riego de una eutanasia aplicada  puede ser aplicada a los sectores de la tercera edad cuando la práctica se legaliza.


“La Real Sociedad Médica Holandesa se pronunció oficialmente por la eutanasia en 1984, y ese mismo año emitió una serie de normas estrictas para ponerla en práctica: el paciente debe encontrarse en un estado de sufrimiento insoportable, ha de ser el propio paciente quien opte libremente por la eutanasia y solicite que se la practiquen, sin que el médico se la haya propuesto, cuando el paciente pida la eutanasia el médico no podrá ponerla en práctica sin antes consultar a otro médico que no tenga relación con el caso, la defunción debe comunicarse a las autoridades, precisando que se ha tratado de una “muerte no natural” “.


Mobbing: Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo -


"Mobbing: Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo"

Lic.Monica Arcas

El mobbing es una coerción que se ejecuta contra una persona en donde hay una serie de estrategias manipulativas que se ejercen contra un trabajador generando en este ultimo una erosión psicológica de diversos grados, es importante detectar a tiempo si sé esta sufriendo esta presión a fin de preservar la salud psíquica-orgánica

Si está padeciendo durante por lo menos los últimos seis meses uno o más de los siguientes hostigamientos psicológicos, con una frecuencia de una vez o más por semana, probablemente Ud. padece una situación de Mobbing en su trabajo.

1. Mi superior se niega a comunicar, hablar o reunirse conmigo.
2. Me ignoran, me excluyen, o me hacen el vacío, fingen no verme, no me devuelven el saludo, o me hacen "invisible".
3. Me chillan o gritan, o elevan la voz con vistas a intimidarme.
4. Me interrumpen continuamente impidiendo expresarme.
5. Prohíben a mis compañeros o colegas hablar conmigo.
6. Inventan y difunden rumores y calumnias acerca de mí de manera malintencionada.
7. Minusvaloran y echan por tierra mi trabajo sistemáticamente no importa lo que haga.
8. Me acusan injustificadamente o falsamente de incumplimientos, errores, o fallos, inconcretos y difusos que no tienen consistencia ni entidad real.
9. Me atribuyen malintencionadamente conductas ilícitas o antiéticas contra la empresa o los clientes para perjudicar mi imagen y reputación.
10. Recibo críticas y reproches por cualquier cosa que haga o decisión que tome en mi trabajo con vistas a paralizarme y desestabilizarme.
11. Se amplifican y dramatizan de manera malintencionada pequeños errores o nimiedades para alterarme. 12. Me amenazan con usar instrumentos disciplinarios (rescisión de contrato, no renovación, expediente disciplinario, despido, traslados forzosos, etc.)
13. Desvaloran continuamente mi esfuerzo profesional, restándole su valor, o atribuyéndolo a otros factores. 14. Intentan persistentemente desmoralizarme mediante todo tipo de artimañas.
15. Utilizan de manera malintencionada varias estratagemas para hacerme incurrir en errores profesionales y después acusarme de ellos.
16. Controlan, supervisan o monitorizan mi trabajo de forma malintencionada para intentar "pillarme en algún renuncio".
17. Evalúan mi trabajo y desempeño sistemáticamente de forma negativa de manera inequitativa o sesgada. 18. Me dejan sin ningún trabajo que hacer, ni siquiera a iniciativa propia, y luego me acusan de no hacer nada o de ser perezoso.
19. Me asignan sin cesar nuevas tareas o trabajos, sin dejar que termine los anteriores, y me acusan de no terminar nada.
20. Me asignan tareas o trabajos absurdos o sin sentido.
21. Me asignan tareas o trabajos por debajo de mi capacidad profesional o mis competencias para humillarme o agobiarme.
22. Me fuerzan a realizar trabajos que van contra mis principios, o mi ética, para forzar mi criterio ético participando en "enjuagues".
23. Me asignan tareas rutinarias o sin valor o interés alguno.
24. Me asignan tareas que ponen en peligro mi integridad física o mi salud a propósito.
25. Me impiden que adopte las medidas de seguridad necesarias para realizar mi trabajo con la debida seguridad.
26. Se me ocasionan gastos con intención de perjudicarme económicamente.
27. Me humillan, desprecian o minusvaloran en público ante otros colegas o ante terceros.
28. Intentan aislarme de mis compañeros dándome trabajos o tareas que me alejan físicamente de ellos.
29. Distorsionan malintencionadamente lo que digo o hago en mi trabajo, tomando "el rábano por las hojas". 30. Se intenta buscarme las cosquillas para "hacerme explotar".
31. Envenenan a la gente a mi alrededor contándole todo tipo de calumnias o falsedades, poniéndolas en contra mía de manera malintencionada.
32. Hacen burla de mí o bromas intentando ridiculizar mi forma de hablar, de andar, o me ponen motes.
33. Recibo feroces e injustas críticas o burlas acerca de aspectos de mi vida personal.
34. Recibo amenazas verbales o mediante gestos intimidatorios.
35. Recibo amenazas por escrito o por teléfono en mi domicilio.
36. Me zarandean, empujan o avasallan físicamente para intimidarme.
37. Se hacen bromas inapropiadas y crueles acerca de mí.
38. Me privan de información imprescindible y necesaria para hacer mi trabajo.
39. Limitan malintencionadamente mi acceso a promociones, ascensos, cursos de formación o de capacitación para perjudicarme.
40. Me asignan plazos de ejecución o cargas de trabajo irrazonables e inusuales.
41. Modifican mis responsabilidades o mis cometidos sin comunicármelo.
42. Me lanzan insinuaciones o proposiciones sexuales directas o indirectas.

Si Ud. ha contestado afirmativamente a una o más de las cuestiones anteriores y estos comportamientos son reiterativos, por lo menos una vez por semana durante un período continuado de al menos 6 meses, Ud es víctima de Mobbing en su trabajo.
La duración sin hacer frente o atajar el problema, conlleva un elevado riesgo de padecer entre otros los siguientes trastornos:

Ø Trastornos Depresivos, incluyendo presencia de ideaciones ó intentos suicidas(cuando se presenta desesperanza)
Ø Síndrome de Fatiga Crónica.
Ø alteraciones del ciclo circadiano.
Ø Trastorno por Estrés Postraumático y otros Trastornos de Ansiedad(C.de Panico/TAG), cuadros disociativos
Ø Alteraciones en la personalidad y la conducta.
Ø Trastornos por Abuso de Sustancias
Ø Enfermedades psicosomáticas (Gastritis, colon irritable, alergias) el empeoramiento de una patología preexistente.


Estos temas, por su importancia y gravedad requieren un análisis particular, para ver la viabilidad del reclamo de acuerdo a la legislación argentina y un asesoramiento terapéutico.

jueves, 3 de abril de 2014

Estres prequirurjico

 Factores psiquiátricos y control adaptativo


Lic. Mónica Arcas

Conocer los factores psicológicos y psiquiátricos de la enfermedad orgánica aporta a los agentes de salud (cirujano y equipo) elementos útiles para la mejor atención y comprensión de los pacientes próximos a una intervención quirúrgica.
Estar informados sobre los mecanismos de adaptación emocional les permite un conocimiento de ciertas reacciones que puede presentar el paciente, y no que estas tomen por sorpresa y puedan interferir en su claridad conceptual y su equilibrio emocional que pueden llegar a influir sobre el diagnóstico.

En la practica de la cirugía se tiene que tomar en cuenta el estado psicológico y psiquiátrico del enfermo, ya que muchos de ellos pueden desarrollar estados floridos (descompensaciones de tipo psicóticas como ser delirios , depresiones posoperatorias o cuadros de excitación psicomotriz), pero hay muchas otras alternativas de la evolución quirúrgica que pueden estar condicionadas por factores psicológicos aunque ello no salga a la luz en la primera evaluación. El cirujano puede comprender que un paciente que hace transgresiones de las indicaciones, la misma no es un acto de rebeldía, sino que esta expresando una negación a una realidad intolerable para su yo, como lo opuesto, un paciente que reacciona a modo maníaco y que informa de una manera donde hace un subregistro del dolor, y entonces esto se puede leer como que el paciente tiene una situación de difícil manejo interno mucho mayor de la que el manifiesta.
Cuando se le plantea la posibilidad de intervención quirúrgica  estos datos son muy útiles ya que permiten saber con que tipo de paciente se hará la intervención si el paciente tiene
Características negadoras y que parece muy tranquilo, pero puede demorar la intervención por miedo y en esto es útil indagar con tacto los temores o preocupaciones que este tipo de paciente no manifestara espontáneamente. Cuando se le indica una intervención quirúrgica y el consentimiento del paciente para la misma hay que ver que visión tiene el mismo de la operación que se le efectuará, y si ésta se ajusta a una visión realista, ya que el impacto emocional que produce la indicación operatoria y su adaptación al estrés quirúrgico afectan a la capacidad de percibir con claridad la realidad, a su procesamiento y elaboración de lo que se le propone. El enfermo quirúrgico siempre esta en situación de tensión respecto a una realidad amenazante, y su modalidad de adaptación y los mecanismos de defensa que se ponen en acción a veces impiden que escuchen o comprendan la información.
En los pacientes donde la defensa es la negación maníaca parece que nunca han recibido información.
Los de defensas paranoides pueden deformar la información de una manera tendenciosa, y obviamente cuando los pacientes padecen de Trastornos de Estrés Postraumático o de síntomas psicóticos hay una incapacidad para enfrentar la realidad y procesar la información.
Es importante tener esto en cuenta y revalorizar todo el proceso de información que se le debe dar al paciente (siempre tomando en cuenta el registro de su personalidad), como el consentimiento para que se le efectúe la operación, ya que esto apunta a que se estimule la autonomía del paciente y su capacidad para poder resolver y decidir como proyectara su futuro, las consecuencias si las hay de la intervención como así que tratamientos posteriores  y rehabilitación deberá someterse.

CONTROL DE LA ADAPTACION

En el preoperatorio los enfermos por su misma situación regresiva de la enfermedad pueden presentar conductas temporarias infantiles o irracionales, que esconden obviamente el temor a lo desconocido y la ansiedad persecutoria que esto desarrolla.
Puede ser un recurso muy útil que frente a la proximidad de la operación el cirujano destine un poco de su tiempo para poder hablar mas informalmente con el paciente sobre su futura intervención, esto flexibiliza mas la relación interpersonal y permite al paciente expresar mas libremente sus temores que se reprimían en la entrevista clínico quirúrgica.
Hay conductas médicas que pueden llegar a empeorar o mejorar la adaptación del paciente a la situación traumática de la operación , por eso la figura del cirujano puede llegar a adquirir un valor preventivo para mejorar la misma.
Por ejemplo, cuando hay un paciente con reacciones de tipo negadoras maníacas, el cirujano no debe aceptar el “No pasa nada del paciente”, debe confrontar esta negación con la realidad , tener tacto e indagar esta defensa y promover su discusión, ya que ello posibilita el logro del dominio psíquico de la situación quirúrgica.
Con los pacientes de reacciones de tipo paranoides , el mecanismo de la proyección crea una atmósfera hostil que impacta en los aspectos emocionales del profesional, el cual puede sentir enojo por la actitud beligerante del paciente y puede llegar a contraatacar esto, por lo tanto hay que estar atento a esto, ya que es perjudicial discutir con el enfermo, ya que acentúa la figura agresora que de por sí tiene el paciente de estas características respecto al cirujano y  a su equipo. La actitud que deben tomar estos últimos es de tranquilidad y comprensión de las características psicológicas del enfermo, y señalarle que en el proceso de la cirugía aquellos aspectos que el paciente incorpora como una agresión, son en realidad la única forma de llegar al la meta de su mejoramiento físico. En los casos en donde hay una idealización de la figura del cirujano como defensa ante el temor que le produce en su psiquismo que otro intervenga dentro de su cuerpo, lo explore, extirpe o modifique sin que el paciente pueda tener control sobre su persona, esta idealización esta al servicio de defenderse de ansiedades persecutorias, la figura del cirujano debe jugar un papel mas flexible que permita al enfermo discutir ambos los aspectos mas positivos de la intervención como también las dificultades que se pueden presentar y mostrarse como una persona competente pero no omnipotente como lo coloca el paciente en su forma defensiva.

ESTRÉS Y RIESGO QUIRURGICO

Estos problemas de adaptación que suelen tener algunos pacientes preoperatorios suelen ser pasibles de una comprensión que puede recobrar su homeostasis a partir de una buena relación médico-paciente y con el correspondiente suministro de información que produce en el paciente un alivio a sus temores y tensiones. Pero hay casos que requiere la intervención de especialistas ya que hay cuadros psicopatológicos indican un alto riesgo quirúrgico desde el punto de vista psicológico y que inciden en forma directa con su evolución posoperatoria. En una determinada intervención quirúrgica el cirujano ya prevé su recuperación posoperatoria dentro de los parámetros de lo esperable, pero en los casos de cuadros psiquiátricos esto se complica, ya que modifica significativamente la recuperación y la adaptación del paciente. Los indicadores de alto riesgo quirúrgico de origen psicológico son los siguientes:

Personalidad Patológica (Neurosis graves, cuadros borderlines, psicosis y adicciones)
Antecedentes de mala adaptaciones en cirugías previas.
Niveles altos de ansiedad previos a la intervención que no se atenúan cuando al paciente se le otorga información sobre los pasos de la intervención y su evolución.
Ausencia de ansiedad preoperatoria, o demora en la aceptación de la cirugía.


ESTRÉS PROFESIONAL

Tanto el médico cirujano como su equipo profesional debe “adaptarse” al desarrollo de tareas de suma tensión como es la practica operatoria, ya que la misma despiertan en ambos ansiedades y temores que conllevan un elevado estrés laboral.
Por un lado , es estresante la intervención quirúrgica  en sí por las complejidades técnicas  y su riesgo que esta practica insume ya que compromete a la vida del paciente (así como le es difícil al paciente abandonarse al cuidado del cirujano, lo es también desde el lado del equipo interviniente en cuanto a contener la situación y asumir responsabilidades de trabajar en condiciones de riesgo  muerte potencial, sumado al perfil especifico del paciente, muchos de los cuales adicionan elementos de presión debido a sus rasgos de personalidad (Hostilidad, demandas irracionales, trastornos psiquiátricos severos).

El perfil del médico cirujano

Para enfrentar situaciones complejas como es la cirugía se requiere características de personalidad especificas como ser por un lado que tengan rasgos de una autoimagen impaciente, valiente y cierto grado de sobredimensionamiento del yo, omnipotencia y tolerancia a la fatiga física y psíquica,  estos últimos necesarios en los integrantes del equipo quirúrgico. Si en algún momento no logran una buena adaptación pueden resultar un obstáculo, por ejemplo, se necesita un grado de omnipotencia  y negación para poder disociarse operativamente, el cirujano no puede identificarse con el temor a la muerte que tiene el paciente como tampoco a su dolor físico, ya que esto bloquea su poder de toma de decisiones. Este proceso de negación es llamado DISOCIACION INSTRUMENTAL, que es un mecanismo que debe operar siempre en el quirófano como la forma de adaptación a situaciones estresantes como es el acto quirúrgico, implica separarse internamente dejando de lado aspectos de la propia personalidad y asumiendo aspectos profesionales que se comunican entre sí, por ejemplo, el equipo dejara de lado aspectos personales que lo identifiquen con el paciente en cuanto a su sufrimiento y temores para conectarse con partes de su personalidad que lo liguen con su interés cientifico-académico, su perfeccionamiento técnico y el goce en su desarrollo profesional. Pero debe mantenerse una homeostasis en esta disociación, ya que si el cirujano tiene una marcada negación puede llegar a desatender sus temores y/o preocupaciones pudiendo llegar a cometer errores en su praxis por minimizar riegos de procedimientos quirúrgicos o no percibirá  signos o sintamos que señalen una complicación postoperatoria incipiente, tampoco podrá captar el estado emocional del paciente y desvalorizara sus consecuencias. La negación también podrá llevarlo a un estado acentuado de su omnipotencia y puede conducirlo a trabajar sin un adecuado descanso lo cual acarrea el peligro de que por la fatiga que tiene pueda cometer errores en su práctica.
En cuanto al mecanismo paranoide de la proyección, un cirujano con rasgos paranoides se vera mas expuesto a mostrar hostilidad con su equipo y/o paciente, y ante fracasos o frustraciones se irritará y proyectará su agresión hacia ellos. Si se enoja mucho con el paciente puede perder objetividad y vía su autoridad tomar decisiones en apariencia “Médicas” que pueden ser un intento de dominio y castigo dirigido al paciente.
Los equipos quirúrgicos son una organización jerárquica , si prima la rigidez tiende a fomentar la paranoia, en el sentido de que se trabaja en un clima persecutorio, y son frecuentes conductas acusatorias dentro del equipo quirúrgico.
Pero la modalidad mas frecuente es la de predominio de defensas maníacas, ya que de hecho el trabajo en quirófano implica un contacto con una realidad angustiante y de fuerte connotación depresiva, como es el dolor físico, psíquico, junto con la vivencia de desvalidamiento  frente a la enfermedad y a la muerte.