sábado, 27 de octubre de 2018


SISTEMAS DE APEGO Y ANSIEDAD



La persona que sufre ataques de pánico desarrolla un estado de extrema vulnerabilidad y eso repercute en aspectos regresivos, como la necesidad imperiosa de estar en un lugar seguro para su psiquismo. En el momento que se desata la crisis, más allá de saber que este estado de malestar es crítico y no implica la muerte, lo único que piensa es en regresar a su casa o estar al lado de alguien significativo que la proteja, estas reacciones son tan efectivas que inclusive bajan los niveles de ansiedad antes de llegar a su hogar. De la misma manera estando viajando, y/o manejando los niveles de ansiedad se incrementan a la ida, es decir alejándose de su hogar, y el mismo trayecto de vuelta se observan que la ansiedad no es idéntica, sino que disminuye por lo general. Un paciente que sufre pánico siente una indefensión equiparable al que siente el niño pequeño que se encuentra por fuera del radio de protección de su madre, requiere la contención de la misma. Estas conductas están relacionadas con aspectos del desarrollo y como se han construido los sistemas de apego en los primeros estadios de vida. El ser humano en sus inicios necesita la asistencia de un adulto, porque nace en indefensión, el contacto con su madre esa relación de apego es la base fundamental para que el niño pueda tener conductas exploratorias adaptativas con contención del adulto, que sea  ésta una figura de apego positivo y que posibilite en el infante la exploración segura del medio y su autovalidamiento. En los trastornos de pánico, al igual que en los cuadros de ansiedad social, hay antecedentes de un modo patológico de sobreprotección por parte de la figura de apego. También esta su contrario, es decir la carencia de figuras de apego confiables sobre el infante. Por lo general, se observa que hay una vulnerabilidad genética (madres/figuras de apego ansioso, depresivo, alcohólico), pero también juegan un papel importante el medio ambiente en donde se desarrolla el niño. Dentro de los sistemas de apego patológico encontramos: 1. Ausencia de apego: el niño no encuentra un adulto que le permita explorar el mundo externo con contención.2. De tipo ansioso: el niño presenta temor a la pérdida de su figura de apego y limita su exploración. A su vez la madre controladora y temerosa no facilita el desarrollo pleno de la autonomía en el niño. En el caso de la ansiedad social, los padres sobreprotectores se adelantan a las necesidades del niño, limitan la exploración, por lo tanto se internaliza en el menor dos conceptos, uno es de ser muy querido pero incompetente, débil ante el mundo externo amenazante, esta es la base de su baja autoestima.3.Apego de tipo punitivo: Son aquellas relaciones con la figura de apego que amenaza al niño en su exploración, generándole culpas.4. Apego ambiguo: el niño no puede discriminar y generar expectativas coherentes debido a la ambigüedad de las figuras de apego. Es por ello que en los casos de desarrollo de agorafobia, el desapego adulto queda bloqueado, la persona pierde esa autonomía exploratoria y requiere el sostén de una figura de apego y/o lugar que represente la seguridad frente a la hostilidad vivida del mundo exterior, el miedo a la descompensación, desmayarse, perder el control, lo mantiene en una posición regresiva, es por ello que en el tratamiento de la agorafobia se lleva al paciente en una exploración gradual y contenida por el terapeuta que se realiza primero en presencia de éste, que representa una figura de apego positivo que induce al paciente a explorar confiadamente registrando en la misma las emociones , los síntomas que desarrolla y poner en práctica las técnicas para no desencadenar niveles mayores de ansiedad, con el propósito de la habituación de las exposiciones ya no generen sintomatología, y reestructurando las creencias disfuncionales que lo llevaban a la crisis.

Lic.Mónica Arcas Psicóloga Clinica arcasweb@gmail.com

Consultorio Olivos: Villate 1607 Mensajes 11 3488 2542






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