Ansiedad desde la neurocognicion

Una de las formas de regular y modificar los procesos de desarrollo de la ansiedad es activar ciertas áreas del cerebro que están relacionadas con el pensamiento y la resolución de problemas, estudios realizados en la Universidad de Duke han corroborado esta forma que previene y modifica estados alterados que provoca la ansiedad, especialmente los estados de crisis de pánico y el desarrollo de la agorafobia.

Se sabe que una persona que ha tenido una crisis súbita de ansiedad de modo panicoso y que se repite en términos de un mes es altamente probable que desarrolle agorafobia, estudios lo han corroborado en una proporción de un 95% de los casos de crisis de pánico intolerables.

La agorafobia es el desarrollo de un miedo intenso e irracional que se produce en lugares y/o situaciones en donde la persona se autopercibe con pocos recursos de salir de forma inmediata de esa situación ante el temor de tener un ataque de pánico, ello incluye estar en un supermercado atosigado de personas, en un tren, avión etc, estos lugares generan en el agorafobico aumento de la ansiedad, mayor registro interoceptivo, la persona comienza a chequearse buscando indicadores físicos de malestar físico que le puedan indicar la proximidad de lo temido, asi como el aumento de emociones negativas que se desarrollan en muy poco tiempo.

En la terapia cognitivo conductual el terapeuta indica técnicas especializadas para los trastornos agorafobicos, una de ellas es la desensibilizacion sistemática gradual, en ella se organiza actividades de afrontamientos graduales, primero a nivel de la imaginería, para pasar a afrontamientos de leves a moderados de situaciones y/o lugares que el paciente evita venciendo gradualmente el miedo y habituándose gradualmente a estados normales, en estos ejercicios el sujeto va modificando no solo la conducta evitativa, sino sus emociones, ponen en funcionamiento zonas mas racionales del cerebro que se activan, potenciando de esta manera el funcionamiento ejecutivo que se encuentra en la corteza pre frontal donde se organiza las tareas, gradúa la impulsividad, se regula la amenaza que implica la activación desregulada de la amígdala que esta relacionada con el peligro la amenazada que genera conductas primitivas de lucha o evitación, y estos ejercicios y su habituación genera efectos rescilientes en los pacientes con un gran aumento de la autoestima. Cuando las ´personas tienen una alta respuesta a la amenaza y una baja respuesta a la recompensa desarrollan con más frecuencia ansiedad y muchas veces desarrollo de estados de depresión reactiva pues la persona ve amenazada su vida habitual, perdiendo espacios vitales en las áreas laborales, educativas y de desarrollo social.

El desarrollo crónico de la ansiedad trae aparejado una forma particular de pensamiento que es generador de estados mórbidos, como ser los estados continuos de preocupación, la percepción de un mundo amenazante con consecuencias negativas no solo para sí mismo sino que empaña lo laboral, económico, el área de la salud y lo familiar, dejando de percibir situaciones placenteras y aumentando el estado de malestar subjetivo. Hay una desorganización de las tareas con una exigencia mayor que produce en muchos casos un bloqueo de las ejecuciones, sabemos que el área pre frontal es la que organiza y planifica las acciones para su ejecución, es por eso que el desarrollo de ansiedad generalizada, implica un tratamiento cognitivo de organización global de las tareas del sujeto prevaleciendo aquellas que son urgentes de las necesarias, una parte de la corteza pre frontal y la dorso lateral posibilita planificar acciones complejas y tomar atención de la ejecución y planeamiento de tareas, regulando de esta forma las emociones, disminuyendo el miedo y la hostilidad, y dando paso a un estado de confort y de autodominio.

Sabemos que la ansiedad es una emoción normal, necesaria para el desarrollo de nuestras actividades cotidianas, que el altos niveles genera malestar no solo psíquico, sino que a nivel fisiológico desencadena hormonas de estrés como el cortisol, el cortisol es una hormona que regula los niveles de glucosa en sangre de manera equilibrada, estabiliza la presión arterial, regula los ciclos de sueño, pero cuando los niveles de liberación son altos, aumenta el peso, comienzan las disfunciones en el sueño, se desregulariza la glucosa en sangre, asi como el colesterol , la presión arterial aumenta.  Hay que reducir los niveles altos de cortisol en sangre para ellos debemos mejorar nuestro estado emocional, facilitar la utilización de técnicas de relajación, meditación, mindfullness, para regular una mente sobreexcitada, el ejercicio físico regular favorece a mejorar los puntos de desregulación de esta hormona, asi como hábitos saludables de mantención de los ritmos circadianos de sueño y vigilia, y la alimentación sana.

La amígdala y el hipocampo desempeñan roles importantes en el desarrollo de la ansiedad. La amígdala es una estructura que procesa las señales sensoriales entrantes y las interpreta y puede alertar al resto del cerebro que la persona está en presencia de un peligro por ende  facilita el desarrollo de respuesta de miedo y evitación. Los recuerdos almacenados en la amígdala sobre situaciones temidas pueden provocar miedos muy distintos y es el hipocampo que codifica cada evento amenazante en recuerdos, es por ello que muchos fóbicos evitan el lugar donde se ha desarrollado su primer ataque de pánico, es decir el cerebro asocia a la ansiedad cualquier evento o emoción potencialmente desagradable o amenazantes y emite la señal de alarma. Manejar terapéuticamente con un especialista los cuadros de ansiedad potencian que el sujeto pueda en poco tiempo tener una mejoría en la calidad de vida.

Lic.Monica Arcas Especialista en T de Ansiedad-Neuropsicologa- Albarellos 2160 Martínez – 4798-9030

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