La angustia es un afecto, que el
sujeto siente y sufre, que tiene distintos grados, que se percibe con certeza,
que invade al cuerpo especialmente se
siente en la garganta, una opresión muchas veces en el pecho, invade una
sensación de tensión que motoriza a la persona al movimiento al hacer algo con
este malestar, de acuerdo a la intensidad en cómo se desarrolla esta puede ser
motor u obstáculo en la persona.
El motor cuando le permite a la
persona accionar, le da señales de alarma para movilizarse, crear sobrevivir,
este es el aspecto positivo de la angustia. Y es un gran obstáculo cuando
invade el psiquismo a punto tal de paralizarla con sensaciones de impotencia y
hasta pánico.
Cuando los niveles de angustia son
altos aparece un registro en el cuerpo, síntomas neurovegetativos que alarman a
la persona que lo está padeciendo. Cuando estos síntomas se dan en conjunto
como opresión en el pecho, taquicardias, mareos, disnea, sensación de
irrealidad o despersonalización, sensación de desfallecimiento, y la persona no
lo puede controlar sintiendo que está perdiendo el control de la situación que
la puede llevar a la muerte física o psíquica, sintiendo certeza de esto,
estamos frente a un cuadro de ansiedad llamado ataque de pánico. La persona en
este estado registra un estado de máxima vulnerabilidad e indefensión, asi como
impotencia por no poder frenar esta situación, en este estado se desconoce,
este nivel de no reconocimiento, momento de disrupción, produce mucho miedo e
incluso es el motor de cogniciones disfuncionales relacionadas con el daño al
aparato psíquico, pensar en un estado mental alterado definitivo, al igual que
la despersonalización la persona está con niveles de conciencia pero siente un
vacio que lo definiría como estar muy embotada, la persona queda sin recursos
de poder elaborar lo que le está pasando, paralizada por este momento donde
quiere huir pero no puede e internamente se encuentra en confusión, perpleja.
La angustia toma diversos caminos de
expresión somatica, desde el punto de vista de los trastornos de ansiedad,
puede expresarse como ataques de pánico donde el desarrollo de síntomas somáticos
genera pensamientos de muerte inminente o perdida de la razón, en la ansiedad
social la angustia se centra en el miedo a la relación con el otro, al rechazo
que puede tener, al no sentirse con habilidades para enfrentar situaciones
cotidianas. Puede invadir la mente como es en el caso de las obsesiones la
mente es atacada por pensamientos intrusivos que generan no solo ansiedad sino
duda sobre los mismos y muchas veces compele a un acto ritualista a fin de
neutralizar el daño del pensamiento que lo atosiga pero se envuelve cada vez más
en una maraña de ideas que van invadiendo la mente del obsesivo. Tambien en las
ideas paranoides es atacado por una serie de ideas querellantes agresivas y
altamente persecutorias.
Muchas de las veces aparece inscripta
en el cuerpo a modo de síntoma neurótico como es en el caso de la histeria
conversiva, como es en el caso de ciertas cefaleas, desmayos, parálisis, donde
el trabajo de levantamiento sintomático implica descifrar el conflicto
reprimido que sostiene ese sujeto.
Tambien existen modos patológicos de
expresión a través del acting-out por ejemplo se ve cuando se infligen
autoagresiones, muy típico en cuadros borderline, los cortes en las piernas y/o
brazos, frente a la sensación de extremo vacio, y es una forma de comunicación
de su alto malestar. Implica una acción que busca desesperadas respuestas a
través de esta actuación, y que constituye un llamado a otro significativo del
sujeto.
Cuando la posibilidad de resolver una
situación máxima de angustia y se han caído muchas situaciones desesperantes
para el sujeto, cuando este se ve sin sostén, sin la posibilidad de red, y bajo
situaciones particulares de su psiquismo, como es un alto nivel de depresión no
tratada, puede llevar a la autoeliminación que es un estado de
desestructuración del sujeto lo que lleva al suicidio.
Lic Monica Arcas – 4798-9030 - 1534882452
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