lunes, 24 de abril de 2017

DEPRESION Y EMBARAZO:ASPECTOS PSICODINAMICOS



Tanto el embarazo como el puerperio son dos momentos fundamentales  de transición en la mujer que conllevan muchas veces alteraciones emocionales.
Las mujeres embarazadas  en términos normales atraviesan periodos de mayor nivel de ansiedad especialmente en el primer trimestre y el tercer trimestre, es decir cuando queda embarazada con todas las ansiedades arcaicas que este estado despierta, y próximo al parto, especialmente si es primeriza, ya que es una situación nueva que es vivida con mucho miedo, miedo al dolor del trabajo de parto y parto mismo, como después de este como se vé esta madre en su rol y si se siente capacitada en el ejercicio del mismo. Existe  un cambio transitorio en la mujer al adaptarse a esta nueva situación lo que puede generarle una alteración aguda que se manifiesta en las funciones yoicas que impacta sobre la personalidad ,lo que puede generar una inhibición o malestar psicológico.
En el primer trimestre aunque los valores son variables, las embarazadas suelen tener cuando el embarazo es deseado estados de felicidad, pero tambien aparecen emociones negativas ligadas al miedo respecto de sobrellevar a término el embarazo, ansiedades de tipo paranoides ligadas a la salud del hijo, y si este va a nacer sano. El nacimiento de un niño dentro del seno familiar requiere una adaptación psíquica tanto de la madre, como su pareja y núcleo familiar donde tambien está determinado por los factores de personalidad , los factores exógenos que intervienen sean socioculturales, económicos, y emocionales que puedan presentarse. En la cultura occidental el parto es vivido de manera ambivalente si bien es algo que la mayoría de las mujeres desea, a la vez es el momento de alta vulnerabilidad que es llevado en muchos casos con malestar y vivido con ansiedad y depresión. En otros casos suelen precipitar pensamientos intrusivos de origen obsesivo que generan duda y ansiedad patológica y que el terapeuta debe estar atento e identificar tempranamente los contenidos de esos miedos obsesivos (ej: dañar al feto- obsesiones de tipo agresivo) obsesiones de chequeo compulsivo o de contaminación, tratar en el embarazo estos pensamientos disfuncionales y utilizar las herramientas terapéuticas adecuadas para ese paciente ayuda a prevenir el desarrollo del TOC y las complicaciones familiares que suelen asociarse, porque por lo general la familia no contradice a la embarazada y colabora con los rituales lo cual agrava la situación, por lo tanto tambien se debe trabajar con el núcleo familiar para que comprenda la situación y tenga una actitud colaborativa. La gestación es un factor de riesgo para el inicio de este trastorno. Existe una asociación entre el inicio y aumento de la sintomatología en el periodo perinatal en aquellas mujeres que han tenido antecedentes de premorbilidad depresiva, lo cual es importante tomar este dato como indicador.
Los estados depresivos en la embarazada están relacionados con la predisposición genética de la persona, y las situaciones vitales adversas pueden agravar el cuadro de depresión dentro de la gestación. Cuando la depresión se instala en el periparto la mujer suele presentar un estado anhedonico con estado de retracción libidinal, aparecen cogniciones depresogenas como verse negativamente en el rol de madre, no tener confianza en el entorno ni en su futuro que se pueden agravar en la etapa posterior al parto. La depresión posparto es muy común en las mujeres se prolonga este estado mórbido por un mes y muchas veces hay que evaluar la posibilidad de medicación antidepresiva.
En los casos de mujeres que han tenido trastornos de alimentación muchas veces puede aparecer un cuadro denominado Pregorexia, que es una patología de rasgos obsesivos en donde la embarazada tiene aversión al crecimiento de su vientre y por ende engordar, es por ello que mantiene una dieta hipocalórica no favorecedora al crecimiento del feto, estas mujeres restringen las grasas, los hidratos de carbono, teniendo por ende un déficit vitamínico, y muchas veces al igual que la anorexia restrictiva utilizan purgantes, otras de las características es que realizan actividad física compulsiva  a los efectos de perder peso y omiten cotidianamente comidas. Con estas personas hay que hacer un estricto control de psicoprofilaxis y trabajar en equipo junto con el obstetra y nutricionista a fin de contener a la embarazada y que llegue a termino con su embarazo.

Lic.Monica Arcas  te 4798-9030




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