Lic Mónica Arcas
Hablar de episodios de
pánico implica en primer lugar detectar no una simple presencia de angustia,
que la mayoría de las personas en muchos momentos de su vida presentan, sino de
verdaderos ataques repentinos de ansiedad cuyo primer episodio es tan devastador
para la persona que lo sufren que queda impregnado con detalles en la memoria
del que lo sufrió como una experiencia de un antes y un después. Tanto los
síntomas físicos como afectivos se
presentan en la mayoría de las veces en forma súbita e inesperada,
incluso meses después de haber enfrentado situaciones de alto impacto emocional
como puede ser duelos, enfermedades, mudanzas, divorcios, y eventos positivos
pero estresantes graduaciones, empleo, casamiento etc. Los episodios de pánico
suelen ser repetitivos y en la mayoría de los casos se cronifican pues la
persona no realiza un tratamiento eficaz y rápido reduciendo de esta forma su
funcionamiento psicosocial.
Se presenta tanto en hombres
como mujeres con prevalencia de estas últimas y en una edad de mayor
productividad que generalmente es en la salida de la adolescencia produciendo
un alto costo social ya que limita el crecimiento educacional y laboral de los
afectados
El abordaje cognitivo
conductual muestra ser el más apropiado para el abordaje de los trastornos de
pánico, e incluso muchos estudios han comparado la eficacia del mismo en
relación al enfoque farmacológico, de todos modos, no todos los casos de pánico
son para medicar, dependerá de factores de personalidad, comorbilidad,
antecedentes y cronicidad del cuadro, en muchos casos se requiere el abordaje
dual (terapéutico especializado y farmacológico) en otros casos solo trabajar
con psicoterapia, especialmente si la persona es joven, se lo preserva de la
ingesta de antidepresivo, pero siempre valorando cada caso.
El uso de la terapia
cognitiva como alternativa terapéutica permite abordar las creencias
disfuncionales que aparecen en las personas afectadas y reestructurar estas de
manera que la persona pueda ir manejando las crisis eficazmente. Los
pensamientos de los afectados mediados por el miedo que le producen la
activación sintomática generan estados de ansiedad anticipatoria (miedo a tener
un ataque y activación de la ansiedad) que se representa en ideas y/o imágenes
de sucesos que le pueden suceder con connotaciones muy catastróficas, no hay un
proceso reflexivo en ese momento, la persona se autopercibe con su peor
respuesta en una situación (miedo a desmayarse, a morir de un infarto, miedo a
que esto lo derive a un estado de pérdida de control o de locura.
Estas interpretaciones
distorsionadas de los síntomas corporales así como también de los pensamientos
activan una falsa alarma, la persona percibe un alto peligro que en realidad
responde a situaciones de estrés, los estresores son sucesos de alto impacto
emocional por el que paso la persona, los eventos de características penosas
como ser la muerte de un familiar especialmente una figura de sostén, el haber
asistido a una persona querida durante un lapso de tiempo con una enfermedad
crítica y haber reprimido esos afectos penosos, una mudanza, un divorcio, así
como eventos positivos como ser un casamiento, una graduación, un empleo
esperado son elementos que precipitan luego de un tiempo una crisis de ansiedad
en personas con una vulnerabilidad genética para desarrollarlo,” porque no hace una crisis de pánico el que
quiere sino el que puede” .
En las bases del
desarrollo del trastorno de pánico encontramos una base de vulnerabilidad
biológica o genética, que juega como el terreno fértil para el desarrollo
posterior de estas patologías de la ansiedad, las formas de apego también
juegan un papel importante, están los casos en donde el niño ha tenido una
sobreprotección extrema, muchas de las veces con madres fóbicas que no permiten
el normal desarrollo de la exploración que debe tener un niño con un apego
seguro, lo que produce en su psiquismo dos efectos dicotómicos, uno de ellos es
sentirse muy querido, sobreprotegido, pero a la vez incompetente, ya que esta
por su propio temor se adelanta a acciones que el niño debe explorar, otra
forma de apego disfuncional es el desvalidamiento del menor, a veces los padres
no apoyan en seguridad y dejan librado al niño a experiencias que le generan
miedo. Estas formas de apego quedan latentes y son elementos que contribuyen en
el desarrollo de las crisis especialmente cuando aparecen sucesos de alto
impacto que producen mucho estrés. Se ha visto en la clínica la precipitación
inicial de una crisis de pánico luego de un tiempo de haber padecido eventos
negativos, la falsa alarma se activa y genera una descompensación, porque la
persona primero no lo asocia a una patología mental generada por el estrés,
sino que lo liga a un ataque inminente físico, si hay predominio de
taquicardia, dolor torácico, temblor, tensión interpretara los síntomas interoceptivos
como la presencia de un ataque cardiaco, de presión arterial y /o ACV,
aumentando su miedo, hiperventilando y precipitando la crisis completa. Muchas
veces la hiperventilación produce sensaciones de mucho mareo y
despersonalización con efectos de desrealizacion (sentirse raro como fuera de sí
mismo y tener la sensación como de ver la realidad a través de un velo, o como
un espectador, estos síntomas asustan y generan la falsa creencia de padecer
alguna enfermedad mental grave.
Estos episodios generan
extremado miedo y altera la capacidad de la persona de razonar generando una
vulnerabilidad psicología y el temor a padecer nuevas crisis (miedo al miedo)
generándose una conducta evitativa que en un alto porcentaje se asocia a la
agorafobia, que es el miedo de padecer una crisis lejos de un lugar seguro y/o
estando solo sin una persona que le produzca seguridad.
Es importante para ello
en primer lugar producir un diagnostico correcto como asimismo las
comorbilidades que tiene el paciente, los cuadros de ansiedad no son puros sino
que están asociados con otras patologías de ansiedad (A.Social.T.Ansiedad
Generalizada, Estrés Postraumatico entre otros) con trastornos del humor
(depresión) abuso de sustancias o dentro de los trastornos de personalidad como
ser cuadros de personalidad de tipo limítrofe, trastornos evitativos, obsesivos
y dependientes En cuanto al tratamiento psicológico hay que apuntalar al
paciente con mucha psicoeducacion especifica para la patología a tratar, es
importante que el terapeuta tenga un especialización ya que también puede
detectar si hay patologías endocrinas (hipertiroidismo) que se enmascaran como
crisis ansiosas pero devienen de una alteración hormonal. La evaluación con
escalas específicas de protocolo permiten al especialista ir diseñando un
esquema de trabajo terapéutico eficaz y personal.
La enseñanza de técnicas
de relajación especificas para la ansiedad para su posterior manejo del
registro interoceptivo son el primer punto para desarrollar las otras técnicas
(desensibilizacion sistemática gradual, exposición y registro de las mismas,
identificación de creencias disfuncionales y nucleares, así como supuestos
subyacentes que surgen del interrogatorio socrático a la que se le expone al
paciente, permite en poco tiempo un cambio de perspectiva y un manejo de las
situaciones que lo aquejaban. Pero es importante que el paciente tenga una
actitud activa, de compromiso con las exposiciones y registros para trabajar en
la terapia, este enfoque requiere de una participación y alianza terapéutica
con un objetivo bien delineado para que la persona maneje su ansiedad y evite
el desarrollo y la cronificacion de la ansiedad.
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