Sobre el
problema de la adicción
Lic.Monica
Arcas
A finales de la década del 60 el
Dr.Aaron Beck de la Universidad de Pensilvania desarrollo un modelo terapéutico
enfocado en su primer tiempo a trastornos depresivos con un encuadre
estructurado y breve focalizado en la problemática presente y destinado a la
resolución de los problemas actuales que aquejaban a sus pacientes con el
propósito de modificar las formas desadaptativas de pensamiento y las conductas
disfuncionales. Dicho modelos establece la hipótesis que la percepción de los
eventos influyen sobre las emociones y conductas que se producen, desafiando la
posición del paciente, su conducta y su sistema de creencias. Este modelo se
fue adaptando no solo para las patologías del estado del humor sino para los
trastornos de personalidad, ansiedad, alimentación y también en las
drogodependencias.
Cuando nos referimos a las adicciones
en general hablamos de un comportamiento reiterativo de orden compulsivo, sea
la búsqueda de una sustancia o en la repetición de una conducta determinada
donde a nivel psicológico la persona se encuentra absorbida por su objeto de
dependencia repercutiendo en el funcionamiento global del sujeto provocando un
padecimiento que altera su calidad de vida. Actualmente nos enfrentamos tanto a
la dependencia a sustancias como así a las nuevas adicciones Internet,
sexuales, a sexo virtual, trabajo, juego compulsivo, adicciones afectivas,
compras compulsivas.
Dentro del encuadre cognitivo el rol
que desempeña la psicoeducación es primordial en los primeros encuentros con
los pacientes y allegados, facilitando de esta manera establecer el empirismo
colaborativo con el paciente sobre la patología a tratar. La teoría del
aprendizaje social sostiene que el abuso de sustancias puede representar un
medio para afrontar situaciones difíciles por las que atraviesa el sujeto,
tanto sea afectos positivos como negativos, como ser las invitaciones de su
grupo de pertenencias a consumir sustancias, y dentro del tratamiento con
abordaje cognitivo se le enseñan estrategias para afrontar dichos problemas,
cambiar contingencias de refuerzo, facilitar el control de afectos dolorosos
como así el mejoramiento progresivo de funcionamiento interpersonal fomentando
apoyos sociales, si se quiere mantener una abstinencia estable el tratamiento debe apuntar a que el
adicto pueda reconocer las situaciones de alto riesgo que lo llevan a la
probabilidad de recaída, para ello desde la terapia cognitiva se debe conocer
el sistemas de creencias nucleares que posee el paciente, como así su estilo
atributivo, ya que a medida que su estilo sea externo (atribuya el inicio de su
adicción a condiciones del medio) mayor será la posibilidad que no se involucre
y sostenga su adicción hay mas posibilidades cuando la persona tiene un estilo
atributivo personal habría una mayor capacidad de insight.
Uno se plantearía que a través de estas
“estrategias” que el adicto toma le permite fugarse del temor al futuro que
esta sociedad posmoderna le ofrece, y ya que hablamos de personalidades
frágiles en su self, la intolerancia a la frustración, la inmediatez de
satisfacción que ofrece el medio a través de los medios de comunicación y las
tecnologías lo lleva hacia una conducta mortífera donde queda atrapado con
sentimientos de fracaso e impotencia, mostrando a través de su conducta la
evitación del dolor psíquico que padece, lo paradojal es que una sociedad en
donde estimula el consumo donde se instala creencias disfuncionales de las
múltiples posibilidades de elección el adicto queda sitiado y dependiente de
una forma tanatica de vida que lo esclaviza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario