Lic.Mònica
Arcas
La ansiedad
social es un Trastorno de la ansiedad muy común, pero muy invalidante para la
persona que lo sufre. Este percibe al mundo de una manera poco accesible para
el especialmente por su inhibición de mantener contactos interpersonales debido
a la emergencia de sintomatología física que presenta y los autodialogos invalidante
que crea en su mente, por lo tanto en muchos casos se aíslan generando un
circulo vicioso difícil de salir por su propia cuenta.
Los
pacientes con ansiedad social presentan síntomas de activación ansiosa que se
producen ante los eventos sociales en donde se sienten incapaces de una
conducta verbal y/o conductual adecuada.
Entre los
síntomas más comunes se encuentran: Temblor de manos y piernas, taquicardia,
sudoración de manos, enrojecimiento de la piel (robotización) voz temblorosa.
Desde los
pensamientos más comunes que se presentan aparecen cogniciones disfuncionales
como ser no encajar con los demás, autopercibirse como ineficaz con lo que
puede ofrecer desde no reconocer sus propios valores y/o pensamientos que
generalmente no lo expresan por el temor al rechazo del mismo, también otro de
los errores más frecuentes es pensar que cuando el otro lo conozca a mas
profundidad lo van a ver como una persona rara, intratable, torpe.
Por lo
expuesto las conductas que más se perciben en estos pacientes es la evitación
de las relaciones interpersonales, la tendencia al aislamiento, lo cual
repercute en muchos casos en estados depresivos con muy baja autoestima que
deben ser evaluados fehacientemente.
Muchas veces
los niveles de ansiedad son altos y pueden presentar crisis de pánico que es
también un trastorno de ansiedad que debido al sufrimiento que produce los
lleva a la consulta, otro punto que se debe explorar es como ese paciente
regula su ansiedad, muchas veces el acceso a la bebida como recurso de
afrontamiento inadecuado los lleva a la adicción a las bebidas.
En la
terapia cognitiva conductual se establece una alianza terapéutica con el
paciente formando un equipo para mejorar la sintomatología ansiosa y
restablecer su salud psíquica emocional. Se evalúa con escalas especificas los
grados de ansiedad, depresión y si el paciente presenta comorbilidades con otro
trastorno de ansiedad que es muy común o si presenta problemas de personalidad
que también deben ser tratados en la terapia.
El
entrenamiento en la relajación muscular progresiva junto con la respiración
abdominal son herramientas necesarias para el tratamiento pues hay que lograr
que el paciente las aplique cotidianamente a fin de reducir los niveles de la
ansiedad, generando por añadidura no solo la sensación de recuperación del
autocontrol sino que mejora por sí misma la autoestima porque comienza a sentir
que ante determinadas situaciones puede bajar sus síntomas que dejan de ser un
observable y se sienten con más capacidad para afrontar sin el temor del
descontrol.
Se analizan
las creencias disfuncionales que tiene el paciente para la posterior
reestructuración para el acceso de pensamientos funcionales y racionales que
mejoran su calidad de vida.
En el entrenamiento
de las habilidades sociales se expone gradualmente a la persona a
afrontamientos en donde a través de autoregistros se toma en cuenta la
respuesta que tiene el paciente respecto al afrontamiento sus reacciones
fisiológicas, emocionales y conductuales a fin de señalar los pensamientos
distorsionados y proporcionar una reestructuración con pensamientos
adaptativos.
Las
estrategias de afrontamiento son graduales para que sean eficaces en las
relaciones interpersonales. El entrenamiento en las habilidades sociales
incluye entre otros afrontamientos expresar sentimientos, hacer cumplidos,
también recibirlos, resolver conflictos cotidianos, pedir favores, preguntar a
los otros, hacer y aceptar quejas.
La
resolución de problemas incluye disminuir la ansiedad que supone la toma de una
decisión y fomentar la capacidad de la toma de decisiones especialmente en lo
que respecta a aspectos importantes de su vida como ser la búsqueda laboral, de
estudios, de relaciones interpersonales, además de instruirlo en la asertividad,
es decir el manejo de situaciones en donde el paciente no se pasive, ni explote
sino que tenga una respuesta asertiva adecuada a su sentimiento interno.
El
tratamiento de la ansiedad social muchas veces implica el trabajo en equipo con
un medico que prescriba ansiolíticos y antidepresivos, no en todos los casos,
pero un psicólogo especialista en Trastornos de ansiedad evaluara eficazmente
si ese paciente necesita el apoyo de psicofármacos, muchas veces la incursión a
un medico en primera instancia los lleva a la medicación, a mi criterio es
importante ver si el paciente con las herramientas que le proporciona la
terapia puede prescindir de los mismos, tomo en cuenta que la mayoría de los
afectados son personas jóvenes que se inician a la vida adulta y las
medicaciones muchas veces cuando no es necesaria producen cierto estigma que
juega en contra de su evolución. Por eso hay que ser muy discreto y ético en
este punto con el paciente, ya que como dije la buena evolución dependerá de la
empatía que se genere en la alianza con el terapeuta.
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