Lic.Mónica
Arcas
Este
modelo fue formulado por el Dr. Beck y se basa en su hipótesis que las personas
que padecen estados de depresión tiene unos esquemas cognitivos que se
encuentran inconscientes o tácitos que contienen una organización de
significados personales llamados “supuestos” que lo hacen muy vulnerable a
determinados acontecimientos, por ejemplo es muy frecuente la susceptibilidad
hacia toda perdida que pueda tener. Los supuestos personales son formulaciones
internas que realiza la persona en forma inflexible referente a determinadas
metas vitales y a su relación entre, por ejemplo “jamás tendré el amor verdadero”, “Nunca seré aprobada por esas
personas”, “No sirvo para estudiar”.
Estas formas de adjudicación de significado se activan en determinadas
circunstancias, la mayoría de las veces en forma anticipatoria al desarrollo de
los hechos, de esta forma el sujeto depresivo procesa distorsionadamente la
información (distorsiones cognitivas) y de esta forma irrumpe en su conciencia
pensamientos negativos, irreflexivos (pensamientos automáticos) adoptando una
creencia férrea a estos, no cuestionados por el paciente generando un estado
afectivo negativo y creando una visión negativa de sí mismo, del entorno y de
su futuro a lo que Beck denomino la triada cognitiva de la depresión. Las
creencias negativas acerca de si mismo impactan en el estado afectivo y la
conducta del mismo en forma de evitación, descenso de la actividad, tendencia
al aislamiento, aumentando el estado depresivo.
En
el abordaje de las personas afectadas por estados depresivos se deben tomar
como objetivos terapéuticos la modificación de los síntomas tratando los
componentes cognitivos (creencias disfuncionales), los aspectos motivacionales,
conductuales, fisiológicos que conforman el síndrome depresivo, prestando
atención a la forma del discurso para la detección y modificación de los
pensamientos automáticos como productos del los errores de procesamientos que
tienen estos pacientes (distorsiones cognitivas). Asimismo la identificación de
supuestos personales y la modificación de los mismos, mejorando de esta forma
el estado de depresión, desde los factores más sintomáticos a los subyacentes.
El
paciente depresivo se caracteriza por la presencia de síntomas afectivos,
cognitivos, conductuales y fisiológicos.
Desde
el punto de vista afectivo presentan estados de tristeza melancolía, que son
sentimientos presentes en los seres humanos en algún momento de la vida en si
no son patológicos salvo que impregne todos los aspectos de su vida e impidan
la capacidad de relacionarse, trabajar, afrontar las cosas cotidianas, entonces
si se convierte en un aspecto mórbido que debe ser tratado cognitivamente y en
muchos de los casos con ayuda de la farmacología. Es importante evaluar en la
persona la presenciad e ideaciones suicidas, el grado de desesperanza que
presenta, si en su historia personal y familiar hubo antecedentes, se trabaja
en estos casos con un contrato personal para indagar en los motivos por los
cuales la persona quiere terminar con su vida, evaluando las razones que según
su parecer tiene para vivir o morir y la búsqueda de evidencias, asimismo la
resolución de problemas, utilizar técnicas de inoculación al estrés y trabajar
la prevension de recaídas y plantear estas últimas no como un fracaso
terapéutico sino como una oportunidad de realizar una profundización cognitiva
en los aspectos que retornaron en forma de pensamiento depresivo.
Desde
el aspecto conductual el paciente depresivo tiende a la inacción, por lo tanto
hay que programar con las actividades graduales, y detectar los pensamientos
subyacentes que mantienen la conducta evitativa, y comprobar su grado de
veracidad. Es importante trabajar la asertividad para el mejoramiento
comunicacional con su entorno y el aprendizaje de la autovaloración y de las
habilidades sociales. Asimismo la diferenciación de problemas reales de las
distorsiones que el paciente elabora en el estado de depresión reestructurando
este aspecto.
En
cuanto a los aspectos fisiológicos, presentan alteraciones en el ciclo del
sueño, muchas veces con hipersomnia, y otras con trastornos en la conciliación
del sueño especialmente cuando están acompañados con ansiedad, es común en los
casos de depresión el despertar temprano que coincide con sentimientos de ruina
y no querer abordar el dia. Las alteraciones en el apetito es otro punto que se
presenta con frecuencia, la inapetencia, la falta de libido hacia la comida.
También en casos de depresión ansiosa se presentan casos de ingesta exagerada
con falta de saciación y posteriormente sentimientos de culpa. Desde el punto
de vista de la sexualidad hay estados de ausencia de deseo sexual, generándose
muchas veces problemas en la pareja que deben ser abordados terapéuticamente,
con intervenciones de apoyo a la pareja de manera de posibilite la comprensión
y el mejoramiento del síntoma. La psicoeducacion al grupo familiar es un
aspecto que no debe ser descuidado la familia debe ser un elemento fundamental
para el tratamiento en lo posible se busca la colaboración de los miembros de
la familia a los efectos de eliminar obstáculos de frenan la recuperación del
paciente, los conflictos interpersonales severos, los duelos no tratados que se
han cristalizado en el seno familiar, es importante este aspecto ya que la
familia del depresivo es afectada, muchas de las veces hay familias que
presentan estados patológicos que obstruyen la recuperación del paciente, en
estos casos se deben señalar los aspectos disfuncionales a los efectos de ser tratados
en el grupo familiar y/o terapias individuales.
Desde
el punto de vista de la modificación de la conducta se planifica sacar al
paciente de su estado evitativa y de inacción programando gradualmente
actividades que pueda realizar y que antes de su depresión le generaban no solo
placer, sino que muchas de ellas tenia la habilidad de realizarlas.. Hay que
contrarrestar el posicionamiento que tiene el paciente respecto a que es
incapaz de realizar tareas, es por eso que se va diseñando objetivos pequeños y
poniendo a prueba es cristalización de ineficacia que tiene, el funcionamiento
gradual favorece a que el mismo vaya modificando la creencia en base a la
realidad objetiva y mejorando su autoeficacia. Las tareas diarias programadas
dentro de la terapia permiten el aumento
de gratificaciones (refuerzos) así como también como tareas distractoras que lo
sacan del foco depresivo ejerciendo un control de estímulos predecibles y
negativos. Desde el punto de vista cognitivo se trabaja con planillas de
registro de estados emocionales donde el paciente no solo señala la situación
que le provoca incomodidad y/o dolor sino que aprenderá a detectar los
pensamientos automáticos que advienen
para trabajarlos en tratamiento (reestructuración cognitiva) modificando de esta
forma no solo los pensamientos sino también las conductas y aumentando la
autoeficacia y disminuyendo la sintomatología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario