domingo, 24 de julio de 2016

LA RELACION MENTE CUERPO EN LAS ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS



Lic Mónica Arcas
Muchas enfermedades físicas influyen en el estado anímico de la persona que lo sufre, pero de igual modo muchas afecciones psíquicas generan alteraciones físicas, ya que emociones como el miedo persistente, la preocupación constante y crónica alteran el organismo provocando síntomas físicos (pe. Ulceras, colon irritable, algias, alopecia, etc). Las enfermedades psicosomáticas son muy frecuentes, un alto porcentaje de personas que consultan en atención primaria presentan enfermedades psicosomáticas y es importante que deban ser atendidas en forma conjunta por el médico y el psicólogo clínico quien trabajara con las emociones y distorsiones cognitivas que mantienen el síntoma.
En términos generales se entiende por enfermedades psicosomáticas aquellas que presenta persona cuando manifiesta uno o más síntomas físicos y tras un examen médico, estos síntomas no pueden ser explicados por una enfermedad médica. Además, pese a que la persona pueda padecer una enfermedad, tales síntomas y sus consecuencias son excesivos en comparación con lo que cabría esperar. Estas alteraciones no solo repercuten en lo físico sino que también influyen en todos los ámbitos en donde se desarrolla el sujeto (familia, trabajo, vínculos interpersonales)

A menudo los médicos tratan con fármacos a estos pacientes administrándoles ansiolíticos (benzodiacepinas), pero al cabo de un tiempo éstos vuelven con el mismo problema sin resolver o con otros síntomas diferentes, pues muchas de las veces los síntomas mutan por otros. Así pues, al final el médico deriva a este tipo de pacientes al psicólogo alegando que todo es de origen nervioso. Hay un prejuicio por el abordaje psicológico cuando el médico no ha podido resolver la molestia. De éste modo, las personas que padecen estas dolencias no entienden muy bien qué les pasa y se muestran reticentes a acudir a un psicólogo porque no comprenden cómo éste profesional les puede ayudar. Tal vez, por este motivo, cada vez hay más gente que busca una primera respuesta en medicinas alternativas que a larga tampoco solucionan su problema. Actualmente la terapias de encuadre cognitiva conductual trabaja en la relación cuerpo mente dilucidando las emociones disfuncionales que están manteniendo la enfermedad reestructurando esos pensamientos y posibilitando el manejo de las emociones y generando conductas mas adaptativas y realistas que posibiliten el manejo de las contingencias.
Las personas con patologías psicosomáticas por lo general no tienen registro que pueden padecer un problema psicológico, muchas de ellas tienen alexitimia, que es la incapacidad de poder conectarse con sus emociones, insisten en la mayoría de las veces en el peregrinaje de diversos especialistas para modificar la molestia física, porque para ellos la respuesta está en lo físico, descartando cualquier problemática psicológica que este en juego, y en este circuito van agravándose ya que aumenta su ansiedad ante la incertidumbre. Muchas de las veces es importante destacar que son personas que están expuestas a estados de agotamiento, con situaciones que los supera pero no dirigen la atención a los aspectos externos, sino que su insistencia es en el malestar que padecen, buscan una pronta respuesta que les puede dar un fármaco y no en las causas que provocan la alteración. Sin embargo cuando se indaga un poco en la rutina diaria aparecen situaciones estresantes, muchas de las veces ritmos acelerados, ausencia de periodos de descanso y esto es lo que repercute en la salud. Los pacientes con rasgos hipocondriacos suelen pensar que al no poder recuperarse rápidamente tienen alguna enfermedad física importante que se está gestando y esto eleva el malestar, la ansiedad generando en muchos casos episodios paroxísticos de ansiedad abrupta (ataques de pánico).
Muchos de los malestares físicos se deben a causas naturales las que provoca el propio funcionamiento del organismo que esta alterado por el sistema nervioso, por ejemplo cuando realizamos la digestión (distensión abdominal, sensación de nauseas, eructos), cuando respiramos (especialmente cuando estamos nerviosos la tendencia es a la hiperventilación y de allí los síntomas de falta de aire, mareos, sensación de desvanecimiento, de irrealidad).Los malos hábitos de alternancia de comidas diarias, alteraciones en el ciclo del sueño, la falta de la realización de ejercicios físicos son
La ansiedad, el estrés y la depresión actúan sobre distintas hormonas, provocando cambios en nuestro organismo, que nos hacen más sensibles al dolor e influyen en distintas enfermedades. Un ejemplo serían los estudios que relacionan el estrés con el cáncer. En este sentido, se ha demostrado que éste puede influir tanto en el origen como en el curso de la enfermedad. Del mismo modo, se ha demostrado que las personas que padecen depresión presentan una debilitación del sistema inmunológico o de defensa, con lo que pueden enfermar con más facilidad o bien les puede ser más difícil recuperarse de ciertas enfermedades.
Los estados de ansiedad y depresión en comorbilidad pueden provocar los siguientes síntomas:
·         En el sistema nervioso pueden provocar dolores de cabeza, mareos, vértigos, desmayos, hormigueos, parálisis musculares, etc.
·         En nuestros sentidos pueden llegar a provocarnos ceguera, visión doble, afonía, etc.
·         En el sistema circulatorio producen palpitaciones y taquicardias.
·         En el sistema respiratorio pueden causar sensación de ahogo, dolor u opresión en el pecho, etc.
·         En el sistema digestivo pueden producir sequedad de boca, sensación de atragantamiento, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, etc.
·         En el sistema osteomuscular es común que provoquen tensión muscular, dolor muscular, cansancio, etc.
En atención primaria en salud las consultas más frecuentes se encuentran con estos síntomas:

·       Dolor de espalda , contracturas corporales, molestias en las articulaciones
·       Mareos, vértigo
·       Molestias digestivas (acidez, distensión abdominal, gases, alteraciones del colon irritable)
·       Migrañas
·       Dificultades para respirar, sensación de opresión torácica

Muchas enfermedades médicas están estrechamente relacionadas con el estrés. Entre ellas encontramos: la hipertensión, distintas enfermedades coronarias, el asma, la gripe, el cáncer, el hiper y el hipotiroidismo, las úlceras de estómago, el síndrome del intestino irritable, Cefaleas, el dolor crónico, contracturas musculares, impotencia, etc.
Tras observar que la depresión, la ansiedad y el estrés, entre otros, son factores que influyen tanto el origen, el mantenimiento y la evolución de distintas patologías físicas, es más fácil comprender la influencia de nuestra mente sobre nuestro cuerpo y el papel del psicólogo en nuestras molestias físicas.

Es por eso que el acompañamiento terapéutico en las afecciones psicosomáticas es un recurso indispensable para la buena calidad de vida, y evita de este modo la reincidencia de la disfuncionalidad ya que en el tratamiento psicológico el paciente debe aprender a identificar las situaciones que le provocan malestar y manejarlas de manera más asertiva.

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