TRASTORNOS DE PERSONALIDAD, CASOS
RESISTENTES AL TRATAMIENTO
En
la práctica clínica son abordados reiteradamente con intervenciones
farmacológicas y terapéuticas diversos trastornos de la personalidad que cursan
con comorbilidad con trastornos del ánimo, lo cual lo hacen resistentes y
crónicos a un tratamiento psicoterapéutico.
Al
ser cuadros donde se encuentran cristalizados determinadas creencias y
comportamientos disfuncionales, éstos se agravan cuando están asociados a
estados de depresión que muchas veces aparecen en forma encubierta, por ejemplo
es común la asociación de depresión y trastorno límite de la personalidad
muchas veces en esta comorbilidad no responden igual al tratamiento
antidepresivo, se retrasa muchas veces la remisión del cuadro precipitando a
una recaída. Es por eso que es indispensable abordar conjuntamente el estado de humor (depresión) y el de personalidad.
Desde
el punto de vista cognitivo los estados depresivos son alteraciones del
pensamiento y del contenido de los mismos ya que reúne ideas negativas respecto
al self, el entorno del sujeto y la perspectiva de futuro del mismo. Se
infieren patrones de pensamiento mas estables que filtran para el sujeto el
impacto de los acontecimientos y logran aflorar actitudes o creencias tácitas
disfuncionales que se deben procesar y modificar a través de la
reestructuración cognitiva, logrando la estabilización emocional del cuadro
depresivo. Existen una elevada asociación entre las actitudes disfuncionales y
la gravedad de la sintomatología, hay herramientas como la Escala de Actitudes
Disfuncionales que prueban esta relación entre las dos variables.
En
las personas que presentan un trastorno de la personalidad existen una gran
variedad de actitudes disfuncionales, incluso sin la presencia de alteración
del estado de ánimo, simplemente porque cada uno de los trastornos de
personalidad que están en los diversos clúster (A-B-C) presentan singularidades
de percepción de las creencias y conductas que estas generan, es por ello que
el terapeuta debe insistir en ampliar el discurso del paciente a través de
interrogatorio socrático para ir detectando las diversas actitudes
disfuncionales que presenta el paciente en su realidad cotidiana.
Las
actitudes disfuncionales recabadas a través del proceso terapéutico pueden
explicar como un trastorno de personalidad tiene peor pronostico al presentar
una comorbilidad depresiva ya que se correlacionan con la impulsividad, los
déficit de habilidades sociales, bajos niveles de autoestima, fallas graves del
comportamiento asertivo y baja autoeficacia percibiendo el sujeto una
incompetencia personal ante las situaciones que atraviesa su historia vital y
reaccionando con un esquema auto perceptivo disfuncional que eclosiona en
situaciones vitales y muchas veces precipita el abandono del tratamiento, estos
esquemas negativos son reiterativos a lo largo de su vida perpetuando esta
dinámica, son los denominados esquemas maldaptativos tempranos señalados por el
Dr.J.Young donde el sujeto ha vivido en su niñez modos inusuales de vinculación
y estos esquemas son trasladados en la adultez, esta dinámica perpetua la
perturbación sintomatológica, un esquema subyacente inadaptativo que se inicio
en la infancia y trasladado en la vida adulta ejerce un papel disfuncional de
forma automática y repetitiva en la vida adulta que ejerce resistencia en el
tratamiento.
Modificar
a través de intervenir con la reestructuración las actitudes disfuncionales que
presenta el paciente mejora no solo los estados depresivos sino que favorecen a
mejorar conductas de impulsividad, autoestima, habilidades sociales y
autoeficacia. Los trastornos graves de la personalidad coexisten con otros
trastornos graves mentales, como ser la patología dual asociados a bipolaridad
y adicciones. Estas asociaciones agravan el cuadro y explican la recurrencia de
los demás trastornos cronificando la psicopatología.
Lic.Mónica
Arcas - Psicóloga Clinica- TCC –
Consultorio: Albarellos 2160 – Martínez – 4798-9030.
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