sábado, 8 de septiembre de 2018


La construcción de la baja autoestima



La autoestima es un factor muy importante en nuestra personalidad, está relacionada con la identidad del sujeto y como este se adapta al medio social, y es determinada con el concepto subjetivo de valía y de sentimientos positivos y negativas que la persona tiene de sí mismo, es decir es la percepción evaluativa del sí mismo.

Tipos de autoestima:

·       Autoestima Normal es cuando la persona se acepta y se valora como es con sus defectos y virtudes

·       Autoestima baja: El sujeto no se valora, percibe sus cualidades como poco valiosas, no se acepta.

·       Autoestima sobrevalorada: La persona se ama de manera inflada, y valora sus cualidades de manera exagerada se observa en los narcisistas.

El déficit en las personas con autoestima baja se presenta en personas que por lo general se manifiestan indecisos, les cuesta tomar determinaciones en la vida por sí mismos, tienen mucho miedo a equivocarse, se manejan con certidumbres, no tienen tolerancia a la frustración e incertidumbre de las cosas de la vida.

Generalmente tienen un discurso donde se aprecia con frecuencia la percepción que ellos son inferiores a los demás, no llegaran a competir con otros, es más la competencia lo perciben como algo sumamente amenazante, por lo general adoptan una posición pasiva, evitan tomar la iniciativa, no valoran sus talentos, y cuando se los señala piensan que les están mintiendo. Dependen mucho de otras personas significativas y confiables que les ayuda en sus tareas cotidianas. No son perseverantes, ante un error se dan por vencidos, no pueden rearmarse para intentar y triunfar, se retraen, esa conducta es más accesible para ellos que aceptar el error como parte de un proceso de conocimiento y progreso. Por lo general son personas pesimistas ante la vida, sienten que no pueden controlar su vida, y que para los demás son insignificantes se auto perciben poco valiosos y atractivos tanto en lo físico como en lo intelectual y social.

Es un perfil de personas más bien introvertidas, con tendencia al aislamiento, tienen poca vida social, temen hablar con las personas o compartir algo con ellas. Presentan por lo general síntomas de ansiedad y en muchos casos cuando estos aspectos son muy prevalentes pueden llegar a ser patológicos y desarrollar ansiedad social (miedo a las relaciones interpersonales, y al juzgamiento negativo del mundo exterior).

Como la autoestima se va desarrollando en la evolución de los niños entre los factores que generan alteraciones en la autoestima se pueden observar:

·       Padres rígidos que han condicionado a sus hijos, amenazando por ejemplo de que su desarrollo intelectual sea eficiente condicionado al amor que les puede ofrecer. El niño siente que nunca es suficiente para satisfacer a esos padres y su necesidad de ser amado queda condicionado a ser perfecto en la escuela.

·       Padres que prohíben muchas cosas.

·       Padres indiferentes con su desarrollo, poco le interesan los logros que el niño va teniendo en su crecimiento.

·       Padres que entre ellos no se respetan, uno prohíbe al niño determinadas cosas y el otro lo aprueba. No logran entre ellos un consenso para transmitir al niño.

·       Padres sobreprotectores, por lo general son personas miedosas, que se adelantan a la exploración normal del niño por temor a un peligro, inoculando en este el miedo al mundo externo.

·       Lo contrario son padres permisivos, no ponen límites, se colocan al mismo nivel que sus hijos actúan inmaduramente como “amigos” de sus hijos.

·       Perdida prematura de uno de sus padres, esto se ve mucho también en cuadros depresivos de adultos.

·       Vivencia prematura de violencia familiar, abusos sexuales y/o físicos.

·       Convivencia con padres adictos o alcohólicos, que les genera mucha ansiedad, y poca estabilidad emocional.

·       Comunicación de doble vinculo, es decir los padres dicen una cosa y actúan de modo contrario.

Todos estos factores negativos en el crecimiento de la persona hacen que en la adultez se manifiesten con inseguridad en todos los planos (afectivo, laboral, social). Son personas con déficit de asertividad, les cuesta manifestar sus necesidades, por lo general lo “tragan” y luego estallan alterando cualquier vínculo interpersonal.

Cualquier actitud desarsertiva permite la manipulación  y el control psicológico que puedan ejercer sobre ella, al no poder poner límites al otro son víctimas de manipulación emocional. Muchas veces la reacción defensiva de manera agresiva les impide el enriquecimiento de la interacción social y provoca efectos muy negativos y malentendidos con personas de su entorno.

La terapia cognitiva conductual trabaja mucho en el tema del desarrollo de la asertividad para que la persona comience a apreciar cambios defendiendo su posición sin caer en la explosión agresiva ni en callar sus necesidades, mejorando de esta manera la visión que ella misma tiene de sí, del entorno y percibiendo la posibilidad de proyectos personales que lo enriquecen como persona, mejorando su calidad de vida.



Lic Mónica Arcas Terapeuta Cognitiva conductual. Consultorio: 47989030 mensajes al 15 3488 2542 – arcasweb@gmail.com

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