La
construcción de la baja autoestima
La autoestima es un factor muy
importante en nuestra personalidad, está relacionada con la identidad del
sujeto y como este se adapta al medio social, y es determinada con el concepto
subjetivo de valía y de sentimientos positivos y negativas que la persona tiene
de sí mismo, es decir es la percepción evaluativa del sí mismo.
Tipos de autoestima:
· Autoestima Normal es
cuando la persona se acepta y se valora como es con sus defectos y virtudes
· Autoestima baja: El sujeto
no se valora, percibe sus cualidades como poco valiosas, no se acepta.
· Autoestima sobrevalorada:
La persona se ama de manera inflada, y valora sus cualidades de manera
exagerada se observa en los narcisistas.
El déficit en las personas con autoestima
baja se presenta en personas que por lo general se manifiestan indecisos, les
cuesta tomar determinaciones en la vida por sí mismos, tienen mucho miedo a
equivocarse, se manejan con certidumbres, no tienen tolerancia a la frustración
e incertidumbre de las cosas de la vida.
Generalmente tienen un discurso donde
se aprecia con frecuencia la percepción que ellos son inferiores a los demás,
no llegaran a competir con otros, es más la competencia lo perciben como algo
sumamente amenazante, por lo general adoptan una posición pasiva, evitan tomar
la iniciativa, no valoran sus talentos, y cuando se los señala piensan que les están
mintiendo. Dependen mucho de otras personas significativas y confiables que les
ayuda en sus tareas cotidianas. No son perseverantes, ante un error se dan por vencidos,
no pueden rearmarse para intentar y triunfar, se retraen, esa conducta es más
accesible para ellos que aceptar el error como parte de un proceso de
conocimiento y progreso. Por lo general son personas pesimistas ante la vida,
sienten que no pueden controlar su vida, y que para los demás son
insignificantes se auto perciben poco valiosos y atractivos tanto en lo físico
como en lo intelectual y social.
Es un perfil de personas más bien
introvertidas, con tendencia al aislamiento, tienen poca vida social, temen
hablar con las personas o compartir algo con ellas. Presentan por lo general
síntomas de ansiedad y en muchos casos cuando estos aspectos son muy
prevalentes pueden llegar a ser patológicos y desarrollar ansiedad social
(miedo a las relaciones interpersonales, y al juzgamiento negativo del mundo
exterior).
Como la autoestima se va
desarrollando en la evolución de los niños entre los factores que generan
alteraciones en la autoestima se pueden observar:
· Padres rígidos que han
condicionado a sus hijos, amenazando por ejemplo de que su desarrollo
intelectual sea eficiente condicionado al amor que les puede ofrecer. El niño
siente que nunca es suficiente para satisfacer a esos padres y su necesidad de
ser amado queda condicionado a ser perfecto en la escuela.
· Padres que prohíben muchas
cosas.
· Padres indiferentes con su
desarrollo, poco le interesan los logros que el niño va teniendo en su
crecimiento.
· Padres que entre ellos no
se respetan, uno prohíbe al niño determinadas cosas y el otro lo aprueba. No
logran entre ellos un consenso para transmitir al niño.
· Padres sobreprotectores,
por lo general son personas miedosas, que se adelantan a la exploración normal
del niño por temor a un peligro, inoculando en este el miedo al mundo externo.
· Lo contrario son padres
permisivos, no ponen límites, se colocan al mismo nivel que sus hijos actúan
inmaduramente como “amigos” de sus hijos.
· Perdida prematura de uno
de sus padres, esto se ve mucho también en cuadros depresivos de adultos.
· Vivencia prematura de
violencia familiar, abusos sexuales y/o físicos.
· Convivencia con padres
adictos o alcohólicos, que les genera mucha ansiedad, y poca estabilidad
emocional.
· Comunicación de doble
vinculo, es decir los padres dicen una cosa y actúan de modo contrario.
Todos estos factores negativos en el
crecimiento de la persona hacen que en la adultez se manifiesten con
inseguridad en todos los planos (afectivo, laboral, social). Son personas con
déficit de asertividad, les cuesta manifestar sus necesidades, por lo general
lo “tragan” y luego estallan alterando cualquier vínculo interpersonal.
Cualquier actitud desarsertiva
permite la manipulación y el control
psicológico que puedan ejercer sobre ella, al no poder poner límites al otro
son víctimas de manipulación emocional. Muchas veces la reacción defensiva de
manera agresiva les impide el enriquecimiento de la interacción social y
provoca efectos muy negativos y malentendidos con personas de su entorno.
La terapia cognitiva conductual
trabaja mucho en el tema del desarrollo de la asertividad para que la persona
comience a apreciar cambios defendiendo su posición sin caer en la explosión
agresiva ni en callar sus necesidades, mejorando de esta manera la visión que
ella misma tiene de sí, del entorno y percibiendo la posibilidad de proyectos
personales que lo enriquecen como persona, mejorando su calidad de vida.
Lic Mónica Arcas Terapeuta Cognitiva
conductual. Consultorio: 47989030 mensajes al 15 3488 2542 – arcasweb@gmail.com
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