Depresión en
personas adultas
Actualmente hay una tasas de aumento
de la población mayor de 65 años, y de ella la cuarta parte padece estados
depresivos, de hecho la depresión es conceptualizada como la epidemia del siglo
XXI. En la atención clínica en este grupo etario la mayor parte sufre estados
emocionales disforicos donde el adulto mayor sufre estados ansiosos depresivos
con quejas somáticas incidiendo en la calidad de vida de las personas y
generando un alto costo en salud.
Los adultos mayores comienzan a tener
problemáticas en salud mental debido a múltiples causas, una de ellas es el
pase a retiro, en este período en lugar de ser una etapa de la vida de jubileo
(jubilación) se convierte en un alto porcentaje un cambio en la calidad de vida
del jubilado, por el alto costo de acceso a la medicina y los bajos recursos
con que cuenta, también comienza a aparecer la discapacidad de los mismos
(procesos artrosis), demanda de los cuidadores, y a mayor edad de la persona
comienzan los procesos degenerativos de la capacidad cerebral (Enfermedad de
Alzheimer, Demencias vasculares, enfermedad de Parkinson entre otras). Y estas últimas
enfermedades que afectan a la química cerebral pueden traer como consecuencia
la exacerbación de estados depresivos. También sufren de estados de depresión
las personas afectadas con procesos oncológicos, así como las afecciones
degenerativas de las articulaciones al convertirse en procesos crónicos que se
cristalizan cuando se le suma la inactividad propia de la edad. Además la
cronicidad de cualquier patología produce un desgaste psíquico que potencia las
dolencias físicas y por ende no permite la mejoría del cuadro, es por ello que
siempre se deben tratar las comorbilidades conjuntamente.
Otro de los problemas más comunes en la
población anciana son los trastornos en el ciclo del sueño, las personas
deprimidas suelen tener alteraciones en el ciclo del sueño sea de conciliación,
sea en la fase intermedia del mismo y con frecuencia despertares temprano. De
hecho en el envejecimiento la etapa de REM (movimientos de ojo se acortan en
las fases 3 y 4 del sueño) y hay mayor incidencia en una calidad de sueño más
precaria, con etapas de fragmentación del mismo.
Unas de las quejas más comunes de las
personas mayores son las pérdidas, la perdida de la pareja, especialmente
cuando el vínculo fue amoroso, deja lugar a estado de tristeza profunda donde
muchas les cuesta superar la pérdida, y si el anciano no cuenta con una red
familiar de contención dan lugar a procesos mórbidos de depresión, cuanto mayor
sea más vacío sienten ya que sus pares (amigos, conocidos del barrio) han
muerto y no encuentran referentes para el intercambio afectivo y social. La
tristeza que sienten estas personas donde su mundo se va desdibujando y la
falta de inserción generacional que
existe en esta sociedad va generando estadios donde en mayor o menor intensidad
se conjugan emociones como la tristeza, el enojo, estados de tedio,
irritabilidad y soledad. Estos estados de abatimiento da lugar en muchos casos
de abuso de sustancias a modo de mitigar el dolor, el abuso del alcohol y/o
psicofármacos es frecuente la automedicación “para no sentir”, además como la
mayoría de estas personas suelen tener poli medicación por las patologías que
suelen sufrir (hipertensión arterial, diabetes, enfermedades reumáticas) la
combinación con alcohol o el abuso de psicofármacos pueden llevar al anciano a
un desenlace fatal.
Es importante en la medida de las
posibilidades del anciano que no pierda contacto con pares, el aislamiento es
la peor opción, los centros de jubilados, la posibilidad de recreación con
ejercicios tales como aquagym para adultos, los juegos de mesa, incluso el uso
de internet les permite una dinámica que no solo mejora la atención y la
concentración del adulto, sino que promueve el intercambio comunicacional que
los saca de un estado de aislamiento. Y desde el punto de vista neurocognitivo
es importante que el anciano mejore sus funciones ejecutivas a través de ejercicios
neurocognitivos, rompecabezas, crucigramas, sodoku y juegos de mesa que son
importantes para el manejo de la atención, manejo visoespacial y concretración.
Lic.Mónica Arcas – Psicóloga clínica
– 15 3488 2542
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