El colon irritable es una disfunción muy común en
los pacientes que sufren alteraciones nerviosas y específicamente en los
cuadros de ansiedad generalizada.
Este síndrome ha tenido diversos nombres a lo largo
del tiempo, tales como Intestino Irritable (SII) como se lo denomina
actualmente, colitis nerviosa, colitis espástica, síndrome digestivo irritable.
Es una alteración funcional que tiene características de aparecer en forma
frecuente y recidivante. Se manifiesta con alteraciones intestinales tales como
distención abdominal y fluctuaciones en la forma de la evacuación intestinal
(diarreas/estreñimiento) e incluso dolor abdominal. Estas alteraciones se
manifiestan con recrudecimiento cuando la persona está atravesando una
situación de estrés, tensión nerviosa, estados de pánico, o alteraciones
emocionales ligados a emociones tales como la bronca o el miedo.
Los intestinos tienen propiedades de captar las
emociones disfuncionales que padece la persona y reaccionar, recordar y generar
estados de ansiedad, dado que estos tienen neuronas que producen serotonina, y
se interconectan con el cerebro a través de fibras nerviosas, es decir, las
alteraciones intestinales dejan al relieve la autonomía del intestino e influye
sobre el dolor y los estados de ánimo, es por ello que los trastornos
intestinales afectan al sistema nervioso, de allí las patologías de la
alteración consecuente del cerebro dando lugar a las patologías de la ansiedad
y los trastornos de humor.
De tal manera que es importante detectar los
estados emocionales que surgen de los registros cognitivos que se le pide al
paciente para mejorar de esta manera la forma de como atravesar determinadas
situaciones adversas de manera asertiva y desestructurando pensamientos rígidos
que repercuten en el área abdominal, sean estados de pánico, inhibiciones
conductuales que generan vergüenza como en el Trastorno de Ansiedad social que
muchas veces provocan estados de alteración intestinal (diarrea) ante la
aproximación del estímulo adverso (relaciones interpersonales), las diversas
preocupaciones en la ansiedad generalizada, o las obsesiones y conductas
ritualistas que se presentan con frecuencia en el TOC. También es frecuente el
estado de estreñimiento en pacientes que padecen estados de depresión y/o
estados melancólicos.
Acorde a la medicación que generalmente se
proporciona en estos cuadros (IRSS) los antidepresivos aumentan el nivel de la
serotonina, pero estudios han determinado que primariamente actúan a nivel
intestinal para luego producir cambios en el cerebro central.
Lic. Mónica Arcas / Psicóloga Clínica Especializada
en Trastornos de Ansiedad.
15 3488 2542
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