TECNICAS DE APLICACIÓN PARA EL MANEJO DE LA ANSIEDAD Y LA SOBREACTIVACION
Respiración Diafragmática
• OBJETIVOS:
Enseñar al paciente a:
1) Desarrollar el conocimiento y
comprensión de los aspectos más relevantes en torno a la ansiedad, el estrés y
la activación psicofisiológica (Aspectos Psicoeducativos).
2) Aplicar una serie de parámetros
contextuales y procedimentales básicos concurrentes con las prácticas
respiratorias.
3) Incrementar la capacidad de
observación y visualización sobre el proceso respiratorio.
4) Respirar únicamente con la zona abdominal
(respiración diafragmática) mediante la movilización diferencial de este
músculo.
5) Realizar una correcta
espiración eliminando la mayor cantidad posible de aire residual.
6) Concentrar la atención sobre
los movimientos del diafragma, contando el número de inspiraciones y
espiraciones.
7) Asociar los procesos
respiratorios a sensaciones de relajación y reducción de la ansiedad.
8) Volver a centrar la atención
en el proceso cuando le asalten ideas o pensamientos perturbadores o no
relacionados con la respiración.
Visualización Inicial
A continuación, realizaremos, con
el paciente tumbado en el sillón-relax y con los ojos cerrados, una
visualización del diafragma, así como los movimientos que éste debe realizar
cuando se inspire y espire.
Visualización
• Concentre la atención en el
diafragma, justo en la zona que está debajo de las costillas...
• Dibuje el diafragma mentalmente en el
interior de su cuerpo con un color brillante... Siéntalo...
• Observe que tiene forma de cúpula y separa,
profundamente hasta la espalda la cavidad torácica de la abdominal...
• Ahora imagine el movimiento que
debe realizar el diafragma cuando inspire...
• El diafragma va descendiendo lentamente
dentro de su cuerpo, a medida que va entrando el aire, hasta adoptar una
posición plana, horizontal...
• Así presionará suavemente los órganos de la
cavidad abdominal, hinchando ligeramente la barriga...
• Ahora imagine que espira y, a
medida que va expulsando el aire, el diafragma va ascendiendo hasta adoptar la
forma inicial de cúpula...
• Notará que al ascender el
diafragma, la barriga se va deshinchando, metiéndose hacia adentro.
• Este movimiento del diafragma,
hacia arriba, hace que salga el aire de sus pulmones, sin esfuerzo...
Ejercicio de Inspiraciones
/ Espiraciones diafragmáticas.
• Una vez que hemos enseñado al sujeto cómo se
debe mover el diafragma, realizaremos una práctica de inspiraciones y
espiraciones diafragmáticas.
• Posición del paciente Tumbado.
Ojos cerrados. La punta de la lengua apoyada entre el paladar y la cara interna
de los incisivos superiores.
Una mano sobre el abdomen (con el pulgar en el
ombligo) y la otra sobre el pecho (con el dedo meñique en la boca del
estómago). Las manos en esta posición le darán información al sujeto sobre qué
zona se mueve (respira).
• Debemos centrar su atención en
los movimientos del diafragma, lo que puede observar concentrándose en el
movimiento de sus manos.
• Le insistiremos en que sólo se debe mover
hacia arriba la mano situada en el abdomen cuando tome aire y, hacia abajo,
cuando lo expulse. La mano situada en el pecho no se debe mover.
• Si tiene dificultades y la mano
del pecho se mueve cuando toma aire, se le pedirá que presione hacia abajo,
firmemente, con la mano sobre el pecho. Esto impedirá que se llene de aire la
zona media, descendiendo por presión el aire hacia la zona baja de los
pulmones.
1. Inspire pausada y
profundamente por la nariz. A medida que entra el aire, desplace el diafragma
hacia abajo. Mientras, note cómo se va hinchando, suavemente, el abdomen. No
trate de tomar demasiado aire. Trate de llenarse de aire, pero sin forzarse.
2. Retenga el aire unos instantes,
antes de iniciar la espiración.
3. Espire lentamente por la
nariz. Para ello, ascienda el diafragma hacia arriba. La barriga se
desplaza hacia adentro. Se puede ayudar presionando ligeramente con la mano
sobre el abdomen. Trate de vaciar completamente los pulmones, pero sin forzarse.
4. Retenga con pulmones vacíos unos
instantes, sintiendo cómo los músculos respiratorios están totalmente
relajados, antes de iniciar la siguiente inspiración. (Repetimos estas
instrucciones 5-6 veces).
5. A medida que observemos que el
sujeto va dominando la práctica, le solicitaremos que continúe por sí mismo, contando
mentalmente cada inspiración y espiración:
1 para la primera inspiración,
2 para su correspondiente espiración y así
sucesivamente hasta llegar a 10 o 20.
6. Una vez que haya llegado a 10-20, le
pediremos que abra los ojos, coloque los brazos como le parezca más cómodo,
respire de forma natural.
Ejercicio de Relajación Final
• Para finalizar, realizaremos
durante unos minutos un ejercicio de relajación complementario, para que el
sujeto asocie el proceso respiratorio a sensaciones agradables de relajación y
eliminación de la ansiedad.
• Se le mostrarán dos tipos de
ejercicios, explicándole que cada persona responde mejor a códigos verbales
(Diálogo Interno) o a códigos visuales (Visualización). Entrenaremos ambos
métodos, para que después utilice el que mayor efecto de relajación le
produzca.
• Este ejercicio tiene dos fases
consecutivas, asociada cada una de ellas al proceso de inspiración y al de
espiración
1. Cuando
Inspire, el sujeto se concentrará en la idea de que al tomar aire, se
llena de PAZ – TRANQUILIDAD – RELAJACIÓN
– CALMA.
Diálogo Interno
• Repita mentalmente una de esas
palabras (Paz, Calma, Relajación, Tranquilidad) cada vez que tome aire...
• Puede también decirse a sí
mismo: “Tomo paz”, o “Tomo calma”, o “Tomo tranquilidad”... Visualización
• Visualice el aire como una
sustancia o luz brillante, que le llena de una sensación agradable y
refrescante, que entra por su nariz y va llenando todo su cuerpo...
• Sienta cómo al inspirar va entrando esa
sustancia o luz por la punta de sus pies y va, suavemente, ascendiendo como una
ola por sus piernas, abdomen, pecho, cuello, cabeza hasta llegar a la
coronilla...
2. Cuando
espire, a medida que vacía los pulmones, se concentrará en la idea de
que, junto con el aire que sale por la nariz, expulsa los NERVIOS – ANSIEDAD - INTRANQUILIDAD – MIEDO.
• Al espirar, repita mentalmente:
“Expulso nervios”, o “Expulso ansiedad”, o “Expulso miedo”, o “Expulso
intranquilidad”... Visualización
• Al expulsar el aire, sienta
cómo esa sustancia o luz comienza a descender desde la coronilla, va bajando
por la cabeza, cuello, pecho, abdomen, piernas y se derrama por los talones
. • Sienta cómo a medida que va
descendiendo, esa sustancia o luz va arrastrando con ella la ansiedad
• Encadenaremos ambas secuencias para cada
modalidad, guiándolo verbalmente durante unas 10 respiraciones. A continuación
le solicitaremos al sujeto que prosiga por sí mismo. Después comentaremos con
éste si nota alguna modificación en su nivel de ansiedad o si ha tenido alguna
dificultad.
• Le indicaremos que utilice este
ejercicio después de la tercera serie de respiraciones diafragmáticas de 1-40
(para finalizar la sesión de práctica en casa) y siempre que lo desee en
situaciones cotidianas, el miedo, los nervios, dejando relajado y cálido todo
su cuerpo.
Concentración en los ejercicios
• Comentaremos con el sujeto que
es probable que, mientras realice alguno de los cuatro ejercicios propuestos
(visualización inicial, series de respiraciones abdominales y relajación final
mediante el diálogo interno y/o la visualización) vengan a su mente
pensamientos, recuerdos o proyectos que le descentren del proceso.
• Ya que esto le sucederá, debe
aprender a detectar cuándo
comienza a pensar en otra cosa distinta de lo que está haciendo, es decir,
cuándo ha dejado de concentrarse en ello.
• Cuando esto suceda debe utilizar la
Detención del Pensamiento y la Atención Diferencial ayudándose del Diálogo
Interno para volver a centrar su atención en el ejercicio.
• Le propondremos que se diga a
sí mismo: “¡Para! Estás pensando en...”, “¡Alto! Eso lo puedes dejar para
después, cuando termines el ejercicio”, “¡Stop! Aplázalo unos minutos. Pensarás
en ello cuando termines”.
• Debe volver a concentrarse en el ejercicio.
Se puede decir a sí mismo: “Estaba haciendo...”, “Debo concentrar mi atención
en cómo...”.
• Para que le resulte más fácil al sujeto
centrar su atención en el proceso podemos recomendarle que se concentre en
localizar primero y percibir después los movimientos de su diafragma. Además
puede concentrarse en cómo entra y sale el aire de sus pulmones, llenando la
zona baja de los mismos. Otra posibilidad es observar cómo se mueve la mano
situada en su abdomen, subiendo al inspirar y descendiendo al espirar,
permaneciendo la mano situada en el pecho inmóvil. Estos aspectos pueden
servirle para volver a concentrarse en el ejercicio, dejando a un lado
estímulos tanto internos como externos no relacionados con la práctica que
realiza.
Finalización de la sesión
• Para finalizar la sesión,
después del ejercicio, solicitamos al sujeto que abra los ojos. Le
preguntaremos cómo se siente. Le pediremos que evalúe su grado de relajación
utilizando una escala de 0 a 10, siendo 0– nada relajado y 10– completamente
relajado. A continuación le solicitaremos que se incorpore lentamente, primero
sentándose unos momentos en el sillón y después, lentamente se incorpore hasta
ponerse de pie.
• Algunas personas, al finalizar
las primeras sesiones, pueden sentir un ligero mareo. Esto puede suceder en
algunos casos y es normal. Simplemente, no están todavía acostumbrados a los
aumentos de oxígeno y dióxido de carbono en sangre que producen estos
ejercicios. Este aspecto se debe comentar con el sujeto, y si le sucede alguna
vez, remitirse al apartado de solución de dificultades.
Lic. Mónica Arcas TCC – www.ansiedadweb,blogspot.com
– 15 3488 2542
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