La Hipocondria
La hipocondría se caracteriza por la presencia de un
estado de preocupación constante generalizada y no delirante por la salud, con el
temor mórbido de presentar una enfermedad grave basada en la interpretación
errónea sintomática.
La persona que está sufriendo un estado de
hipocondría esta todo el tiempo temeroso por su salud, imagina ante cualquier
molestia la presencia de” una posible enfermedad ”, por lo general de índole
grave, se preocupa por los síntomas que aparecen, los descodifica erróneamente
y a menudo encuentra nuevos motivos de preocupación cuando se han descartado
los anteriores.
Suele abusar de consultas con especialistas,
investigaciones en Internet, hacerse toda clase de análisis y pruebas que le
puedan confirmar, y siempre con el máximo terror de que se comprueben sus
temores. Pero si es cierto que la persona hipocondríaca no se queja sin
sentido, suele tener malestar, la diferencia radica en el verdadero significado
de su síntoma. Es una persona que se encuentra todo el tiempo alerta
sobre el estado general de su cuerpo y en sus funciones, pero su observación tiene
un sesgo siempre alterado y negativo, ese estado siempre da cuenta de una
activación de la rama simpática del sistema nervioso autónomo. Dentro de la
sintomatología de estos pacientes se conjugan no solo el miedo de padecer
alguna enfermedad grave, sino estados de ansiedad cronificado y pensamientos de
tipo obsesivo.
Los estados hipocondriacos se expresan en
diferentes áreas:
A nivel cognitivo: Con pensamientos
recurrentes y preocupantes sobre la posibilidad de enfermar de algo grave al
tener una lectura distorsionada del síntoma. La persona frente a cualquier
síntoma tiene un registro muy sensible de las sensaciones corporales dando
lugar a una actividad rumiante (Factores de Percepción), su sesgo cognitivo
está puesto en la autobservación excesiva del cuerpo, la decodificación acorde
a una posible enfermedad cuyas consecuencias negativas lo llevan a un estado de
desasosiego angustiante.
A nivel fisiológico: Hay una
sobreactivación del sistema nervioso autónomo que genera estados
alterados de ansiedad (aumento de palpitaciones, sudoración, alteraciones
gastrointestinales, tensión muscular, hiperventilación, alteraciones del sueño entre otras y alteraciones anímicas
(estados disforicos) con irritabilidad y agotamiento generalizado en muchos
casos.
A nivel conductual Hay un chequeo constante
del cuerpo, con comprobación a través de manipular el cuerpo si encuentra
alteraciones. Son personas que por lo general insisten en hablar todo el tiempo
sobre las posibles enfermedades que pueden estar afectándolos, y tienen una
búsqueda constante de información que acrecienta más aun sus temores no
infundados (Conductas compensatorias). Abusan del sistema de salud, y se
someten a pedido insistente a los profesionales de análisis y consultan a
diferentes especialistas que puedan atenderlos a los efectos de ver si padecen
algo grave. Son pacientes que racionalmente comprenden la examinación y la
explicación médica, pero emocionalmente aún sienten ansiedad e interpretan
subjetivamente que algo “malo” debe estar aún no descifrado por el profesional,
entonces lo emocional sería el factor del fenómeno de amplificación sensorial y
de la aparición de síntomas de activación del sistema nervioso que por la vía
hipotalámica activa a la amígdala generando la alerta Existe mucha comorbilidad
en la hipocondría no solamente con otros trastornos de ansiedad sino con
trastornos del ánimo.
COMORBILIDAD
Con los trastornos de ansiedad hay comorbilidad
(asociación) con Trastornos de angustia, trastornos de ansiedad generalizada,
fobia específica. En ellos son frecuentes los pensamientos de tipo
catastróficos, y maximizar los efectos negativos posibles que puedan aparecer,
especialmente en la asociación de Crisis de Angustia e Hipocondría. En la
Ansiedad Generalizada si bien hay angustia por la salud, en esta se le suma las
consecuencias negativas que pueden aparecer en la familia.
En la fobia específica existe el temor a padecer una
enfermedad grave pero a diferencia de la hipocondría es un temor futuro no
actual como en la hipocondría. En Trastorno Obsesivo compulsivo las ideaciones
respecto de que algo grave puede pasar a alguien significativo por solo el
hecho de tener un pensamiento obsesivo que lo lleva a realizar un acto
compulsivo para neutralizar éste.
Con los trastornos del humor hay comorbilidad con
Trastorno depresivo Mayor. Muchas veces se percibe que estos pacientes suelen
tener una atención sesgada a aspectos negativos de la vida, entre ellos las
enfermedades, el sufrimiento por ellas, y muchas veces se observa que en sus
historias vitales han tenido experiencias dolorosas de pérdidas sean de
parientes o allegados que han padecido una enfermedad cruel que los han
impactado traumáticamente. También existen los factores de aprendizaje en
relación al propio cuerpo como ser la expresión emocional y reacciones a la
enfermedad y fallas de afrontar situaciones estresantes. Hay creencias
disfuncionales respecto a los síntomas que lo asocian a signos de gravedad, ya
que la atención sesgada está dirigida a los aspectos negativos y estar siempre
suspendidos en la alarma.
La comorbilidad también esta con los Trastornos
Obsesivos compulsivos, con Trastornos de la personalidad Obsesivo compulsivo,
trastornos de la personalidad limítrofe e Histriónica.
Mantenimiento del estado de hipocondría
Ante el mínimo síntoma procede a la consulta
médica, a seguir investigando a través de internet, no logrando una respuesta
satisfactoria, rumiando sobre la misma.
Percepción continua de enfermedad.
Aparición de enfermedades reales que le
reafirmen la creencia.
La falta de interés en otras áreas vitales por
centrarse en lo somático.
COMPORTAMIENTOS FRECUENTES EN PERSONAS
HIPOCONDRIACAS
Verbalización constante sobre temas de
enfermedad.
Conductas típicas de las personas enfermas:
Guardar cama, tomarse la temperatura, modificar la dieta (dieta sana).
Manipulación corporal, o evitación de la misma
por temor a encontrar “algo”
Consultas reiteradas en salud.
Hiperinformación
Acumulación de fármacos, muchas veces con conductas
de reaseguro salen con los medicamentos “por las dudas”
Es importante dentro del tratamiento
psicológico el valor de la psicoeducacion del paciente, la utilización de
técnicas de relajación, el trabajo sobre el registro interoceptivo (sensaciones
corporales) las emociones y los pensamientos que suscitan a los efectos de
proceder a la detección de las
distorsiones cognitivas para modificar ese pensamiento rígido y
catastrófico por un más flexible y realista. Se trabaja con estos errores de
decodificación de los síntomas que generan la idea de estar padeciendo algo
grave, se anima al paciente al cambio de foco para evitar las rumiaciones y
proceder a pensamientos más saludables y realistas. Evaluar las comorbilidades
a través de escalas validadas especialmente si la persona se encuentra con
estado anímico disfórico o si su estado está produciendo conflictos en la
dinámica familiar.
Es necesario la colaboración del paciente en
la utilización de las técnicas que reduzcan la ansiedad, y los registros
personales que debe realizar cuando aparezca la necesidad de verificar o
indagar acerca de determinadas sintomatologías. Más tarde en una segunda fase
del tratamiento se procederá a evaluar los factores que disparan esto en la
historia vital del paciente y como activan la ansiedad, el manejo de
situaciones de estrés, asertividad y
resolución de problemas son
fundamentales en el tratamiento.
Lic. Mónica Arcas Psicóloga clínica // 15 3488
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@ansiedadweb2020
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