Lic Monica Arcas
Tanto la sobreprotección del hijo como el
abandono de la protección en la infancia constituyen patrones disfuncionales de
vinculación parental que distorsionan la conducta exploratoria que el niño debe
tener en sus primeros años de vida.
Cuando uno de los
padres o ambos mantienen con el niño una conducta de sobreprotección están
reflejando en sus hijos los propios miedos no resueltos y estos condicionan la
conducta del infante a punto tal de limitar seriamente su autonomía, en el caso
de la sobre protección el niño por un lado se siente protegido y querido pero
al mismo tiempo siente que dentro suyo hay algo que no esta bien, se siente
insuficiente dentro de su ambiente siempre necesita la aprobación y acción del
otro, este es un punto importante en la génesis de los posteriores trastornos
de ansiedad.
Por el contrario
padres con mucha ambivalencia afectiva con un acercamiento afectivo amenazante
son percibidos con mucha angustia en el niño aparece la inseguridad, estos
padres no son una base segura para el niño, son inestables, carecen de calidez
y empatia emocional, por lo tanto el mundo externo para ese niño es un universo
amenazante y peligroso y por lógica vulnerable para él. Cuando los padres no son una base segura para
el niño éste asume un rol activo de
estar él para los padres, invierte este rol y entonces se sobreadapta con las
consecuencias psíquicas que ello trae aparejado.
Un desarrollo
equilibrado para el niño supone una posición de los padres donde hay una
regulación reciproca entre la conducta que le permita al niño explorar el mundo
externo y el desarrollo de la separación, esta armonía va a permitir una
comunicación de experiencias y emociones estableciendo patrones
comunicacionales estables y autonomía gradual
generando su autoestima.
Cuando este
equilibrio es fallido se desarrollan tendencias fóbicas , en las familias donde
la conducta es hiperprotectora el temor a que la autonomía lo exponga al peligro
hace que el adolescente termine por confirmar su debilidad física o psíquica,
es el caso de las personas con ansiedad social, al no haber desarrollado su
autoestima se autoperciben como
inadecuados, que no encajan en el mundo, el mundo externo se convierte en
peligroso, esta autopercepción es distorsionada y para que logre desarrollar un
equilibrio en su vida deberá reorganizar y reestructurar esa imagen interna
desvalida que tiene positivizando activamente el control, y ello es posible
cuando se trabajan los puntos fóbicos del paciente y se realiza una
Reestructuracion cognitiva, a través de diversos afrontamientosarcasweb van cayendo creencias
disfuncionales y se va afianzando su autoestima.
Otro punto de
resolución del paciente fóbico es la desfocalizacion del limite o contrición
del ejercicio de su libertad individual de acción, pues dicho ejercicio le
permitirá no depender de los demás como
siempre lo estuvo manteniendo con sus padres, esta regulación debe ser
estrictamente trabajada con el paciente ávido de ser independiente pero a la
vez temeroso de serlo porque hay areas de conflicto interno, muchas veces la
interpretación de libertad e independencia se ve obstaculizada por el temor a
dejar lo conocido, de confundir dependencia con falta de amor, y también en el
control, equilibrar las conductas para que no teman un descontrol en su paso a
la independencia. Una positiva autoestima y autocompetencia generaran un
equilibrio dinámico entre la protección y libertad.
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