martes, 20 de enero de 2015

ESTADOS DE ANSIEDAD Y TRASTORNOS DEL ANIMO EJE ANSIEDAD DEPRESION


Lic Mónica Arcas

La alta tasa de asociación entre pánico y depresión a la que se denomina comorbilidad (asociación) puede anticiparse a nivel epidemiológico: Los síntomas de ansiedad son muy frecuentes en pacientes depresivos. Un 50% de pacientes con pánico experimentan síntomas depresivos, debido a que el alto impacto emocional, físico y cognitivo que producen las crisis de pánico los condiciona a restringir su vida social, para la persona afectada es un antes y un después de las crisis de pánico, decae su actividad social, laboral e interpersonal generando un terreno fértil para el desarrollo de una depresión.
Los cuadros por lo general no son puros pero es importante detectar que la ansiedad y la depresión pueden existir de tres maneras:
·       Existir como cuadros separados.
·       Existir como cuadros asociados conjuntamente (comorbilidad)
·       Complicar una a la otra forma.

Como cuadro separado podemos ver un paciente con una crisis de pánico de poca evolución y pronto tratamiento en donde a través de tratamiento psicoterapéutico y técnicas especificas (reestructuración cognitiva, psicoeducacion) y elaboración del conflicto actual puede remitir en un breve lapso.
A veces desarrollan agorafobia porque mal interpretan las situaciones cotidianas con el temor de sufrir una crisis estando lejos de su casa o sin una compañía.
También se debe evaluar la asociación con otros cuadros de ansiedad como ser la ansiedad social, el trastorno de ansiedad generalizada y el estrés postraumático.
La comorbilidad ansiedad depresión es muy común, muchas veces la persona con pánico comienza a desarrollar una depresión, muchos síntomas se superponen, los estados mixtos son trastornos comunes, crónicos y debilitantes que deben ser tratados con celeridad, ambos están caracterizados por trastornos de base biológica.
En el cuadro Mixto ansioso depresivo encontramos los siguientes síntomas
La presencia de un estado de ánimo disforico recurrente y persistente en el tiempo, muchas veces acompañado de dificultad para la concentración, o no poder poner cierto descanso a la mente porque es invadida por una serie de pensamientos preocupantes con un tinte catastrófico. La dificultad para prestar atención y retener datos también está presente.
Hay trastornos en el ciclo del sueño, con presencia de insomnio de conciliación, a la persona le cuesta desconectarse de sus pensamientos se angustia porque no puede iniciar el sueño, la presencia de insomnio intermedio también es una variante muy común la persona tiene un sueño muy liviano y se despierta varias veces en la noche, muchas veces ya no vuelve a conciliar, pero la calidad de descanso es muy mala y la persona comienza a tener otros síntomas como ser fatiga, sensación de baja energía irritabilidad que agravan el cuadro. La persistencia de pensamientos preocupantes es otra variable del cuadro.
Aparece la labilidad al llanto, a veces sin poder detectar la causa del mismo, o también los deseos de llorar e inhibirse en esta conducta. Hay un estado de hipervigilancia sintomática y de tensión que se manifiesta muchas veces en atemorizarse fácilmente, los pensamientos y creencias disfuncionales son la regla, por lo general piensan lo peor, y tienen una actitud rumiante al respecto.
En cuanto a la desesperanza este es el punto más delicado del cuadro, el estado de pesimismo frente al futuro, es algo que debe evaluarse con mucha atención pues puede desembocar en estados confucionales donde el paciente vea a la muerte como única salida a su dolor, por eso hay que evitar el riesgo a una ideación o intentos de suicidios. Por eso es muy destacable ahondar en las creencias del sujeto respecto a su dolencia, como se sitúa frente al trastorno, la evaluación constante de los mismos, y en el caso del tratamiento psicológico estar en contacto con el médico psiquiatra que prescribe la medicación y ante cualquier cambio desfavorable tener en cuenta siempre el trabajo de equipo.
A los efectos de un enfoque cognitivo conductual se debe evaluar ambas patologías ansiedad y depresión con escalas validadas donde se recaba información no solo cuantitativa sino cualitatica a través de las cuales se indaga en las creencias disfuncionales y esquemas adaptativos que ha tenido la persona a los efectos de una reestructuración.
Es importante tratar y profundizar en los estados de animo depresivo (triada depresogena) donde la persona tiene una autoreferencia negativa, una visión negativa del entorno y la falta de proyectos o de esperanzas puesta en el futuro, también en este ultimo punto hay que ver los indicadores de desespeanzas que puede presentar a los efectos de evitar rumiaciones suicidas.


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