lunes, 23 de febrero de 2015

LA DEPRESION UNA ENFERMEDAD EN AVANCE


Lic.Monica Arcas

La depresión constituye uno de los cuadros más frecuentes que hoy se observa en la clínica. No solo en pacientes con alteraciones psicosomáticas se pueden evaluar estados depresivos sino que tiene una gran prevalencia en enfermos pre y postquirúrgicos, de allí la importancia de realizar tratamiento de psicoprofilaxis .Las actuales condiciones de vida y la falta de comunicación personal que fue suplida por la tecnología ha dado lugar a un avance a nivel mundial de la depresión.
La depresión es un trastorno del ánimo que produce un gran deterioro en la calidad de vida de la persona, incursionando en forma invasiva sus relaciones interpersonales, laborales y sociales, comparado con otras enfermedades crónicas tales como la diabetes, las enfermedades obstructivas pulmonares y las cardiovasculares muchas veces su deterioro es mayor.
Pero muchas veces la depresión no es evaluada por los profesionales adecuados, pasa desapercibida pues a veces su forma enmascarada no es la que la mayoría de las personas conocen, esa persona abúlica tirada en la cama incapaz de hacer cosas, muchas de las veces la depresión se manifiesta sutil pero insistentemente, se lo observa en personas dedicadas al trabajo en forma patológica, en las adicciones, en las enfermedades psicosomáticas y en los trastornos de ansiedad entre otros en forma de asociación (comorbilidad).
Afecta a las siguientes aéreas:
·       Funcionamiento físico
·       Motivación e interés
·       Pensamientos
·       Comportamientos
Funcionamiento físico
Ø Alteraciones en el apetito: Esto quiere decir que muchas personas con depresión tienen una pérdida significativa del apetito (anorexia)pero también su contrario el aumento de apetito (hiperorexia), se observa como en los casos de obesidad mórbida una necesidad compulsiva a la ingesta, estos registros polares deben ser evaluados, y determinar cuando el paciente ha comenzado con esta alteración (p.e en caso de un despido, de una muerte etc)

Ø Alteraciones en el ciclo circadiano: las alteraciones del sueño son típicas del cuadro depresivo, en especial el despertar temprano, el insomnio, con cavilaciones nocturnas de tono depresogenas.

Ø Estados de pérdida de energía, con estados de fatiga fácil.

Ø Cefaleas crónicas

Ø Constipación

Ø Mialgias, estados migratorios de dolores osteomusculares.



Motivación e interés;

Ø Comienza a tener perdida de interés en cosas de la vida cotidiana que antes eran de preferencia (p.e leer, practicar deportes, escuchar música etc.) aparece una incapacidad para experimentar placer (anhedonia) que se refleja en el trabajo, en la comunicación con otros, en la sexualidad (falta de deseo) etc.

Pensamientos:
La persona deprimida suele tener una forma de percibirse a sí misma de manera negativa, con sentimientos de inutilidad y baja autoestima. El mundo externo se le hace difícil de manejar así como también la manera de proyectar su futuro, hay rumiaciones de tono pesimistas respecto a esto. También manifiestan dificultades en las funciones de la memoria que se halla disminuida, le cuestan concentrarse y tomar decisiones. Muchas veces cuando esa depresión es melancolizada hay profundos sentimientos de culpa y autocastigo.
Las ideas de muerte son muy frecuentes, y se pueden llegar a manifestar de diferentes formas como ser la falta de ganas de vivir, ideas de autoeliminación (planes de suicidio), Este punto es el más complejo en la depresión porque el suicidio está contemplado como un elemento que siempre debe ser evaluado en los casos de depresión mayor, así como en los cuadros de bipolaridad.

Comportamientos:
La persona comienza a tener estados inhibitorios o su contrario estados de agitación psicomotriz.
En estados depresivos graves va abandonando su rol social, deja de trabajar, o de realizar sus tareas habituales en la casa, deja de bañarse como habitualmente lo hacía, de arreglarse, estos cambios conductuales son importantes de detectar.

La depresión no es tristeza, la depresión es un cuadro anímico que debe ser evaluado fehacientemente, y en muchos casos es imprescindible que el paciente sea medicado, al mismo tiempo que pueda trabajar con su terapeuta los factores desencadenantes de su depresión, pero no hay que olvidar que hay una base neuroquímica en la depresión que obliga a La intervención medicamentosa.



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