(1) Lic.Monica Arcas
Aaron Beck demostró que la modalidad de tratamiento de
encuadre cognitivo conductual mostraba una eficacia en los cuadros de depresión
unipolar, especialmente en las distimia (depresiones neuróticas), si bien hay
que tomar en cuenta siempre la posibilidad de medicación si los valores
depresivos e ideas recurrentes del paciente así lo requieren, muchas veces solo
con terapia se han demostrado superioridad sobre los antidepresivos,
Los cuadros de depresión de tipo neurótica suelen
aparecer en cualquier momentos de la vida de una persona, mayoritariamente en
población femenina, es un estado de ánimo deprimido que se sostiene en el
tiempo, donde la persona está con baja autoestima, poco interés en las cosas
que antes le producían placer (anhedonia), sentimientos de pesimismo, incluso
de desesperanza, alteraciones en el ciclo del sueño es una variable que está
presente sea en cuadros de insomnio o lo contrario estado de mucha necesidad de
dormir (hipersomnia), falta de apetito o comer por llenar un vacío, no por
hambre precisamente, de la misma forma está alterada la esfera sexual en donde
es muy común la ausencia de deseo sexual con su consecuente estado de
culpabilidad, miedo a la pérdida de su pareja si es que la tiene y no puede
entender que le está sucediendo.
La persona depresiva básicamente mantiene esquemas
cognitivos inconscientes que tienen una variable de organización de cómo
construye su significado personal denominados supuestos personales estos lo
hacen al sujeto vulnerable a determinados acontecimientos, son formas rígidas
de procesamiento, reglas estrictas de cómo decodifica la realidad y lo hace susceptible
de padecer ante ciertos acontecimientos que puedan suscitarse en su vida
percibiéndolos de manera negativa extrema muchas veces.
Estos significados personales se activan en determinadas
circunstancias procesando erróneamente la información. Devienen a su mente
imágenes y/o pensamientos involuntarios que se expresan de manera irracional y
taquigráfica son los llamados pensamientos automáticos que se activan y son
incorporados por la persona como reales, el paciente cree en este pensamiento,
especialmente ligado al tema de las perdidas. Los pacientes depresivos tienen una
autoimagen negativa de sí mismos, del entorno y de su futuro generando ahí un
circulo vicioso que hay que reestructurar y en esa modificación procesar
pensamientos más adecuados y realistas para poder salir del estado depresivo.
En el inicio del tratamiento ante todo hay que descartar que no haya patología orgánica
en juego que empañe el cuadro de depresión, por ejemplo hipotiroidismo muchas
veces parece una depresión y sin embargo
es un cuadro endocrinológico.
En el tratamiento cognitivo conductual se procede en
primera instancia a modificar los síntomas en función de la urgencia que esto
demanda, hay que evaluar con escalas validadas y tratar los componentes
cognitivos (creencias disfuncionales), aspectos motivacionales que
incursionaron al sujeto a la depresión, conductuales y fisiológicos, para ello
el terapeuta cognitivo esta adiestrado en la psicoeducacion manejando técnicas
especificas que revierten ese estado.
Se detectan y se modifican los pensamientos automáticos,
esto es lo que aparece en el discurso del paciente y que se debe detectar ya
que son producto de las distorsiones cognitivas (errores de procesamiento).
Otro paso es la identificación y posterior modificación de los supuestos
personales que ha construido provenientes de su historia personal y de cómo
estas reglas internalizadas por el paciente actúan perpetuando una forma de
pensamiento rígido operante.
Desde el punto de vista sintomático el paciente
depresivo presenta como síntoma principal un estado de tristeza, muchas veces
encubierto por estados de ira, hay que hacer que el paciente se conecte con
esta emoción, que pueda expresarla, muchas veces se acompaña con relatos de estados similares para que pueda
comprender que es parte del cuadro de depresión que se siente de esta manera, trabajar
junto con el paciente en ir manejando estos estados con asertividad, tratando
que el paciente tolere esa tristeza y descatastrofizar sus efectos. Ídem con
los sentimientos de culpa hay que examinar detenidamente si realmente se ha
producido un hecho a propósito que le genera ese estado emocional o bien
proviene de un estilo atributivo del paciente que se deberá reestructurar.
Desde el punto de vista cognitivo son personas que tienen
una forma indecisa frente a acontecimientos, son rumiadores y por lo general procrastinan
ante la posibilidad de efectuar un cambio, por lo tanto hay que llevarlos a que
puedan detectar los beneficios o inconvenientes que puedan suscitarse, es decir
que pueda ver costos y beneficios ante una situación, quebrando ese procesamiento
rígido de certeza absoluta. Los pacientes depresivos perciben los
acontecimientos y/o problemas cotidianos de una manera muy dicotómica, las
cosas tienen un final negativo, abrumador e insuperable, cuando en realidad,
hay que jerarquizar los problemas e ir resolviendo de a poco, establecer
prioridades hace que la persona pueda modificar cosas dando inicio al
movimiento, no al aplazamiento o la testarudez de que no hay salida posible.
La autocritica es otro elemento que hay que modificar en
estos pacientes pues son muy rígidos e intolerantes consigo mismos, para ello
hay que ir viendo en que se basa esa autocritica, utilizar técnicas de rol
playing o de silla vacía para modificar aspectos cristalizados que puedan
aparecer.
Las ideaciones suicidas son un tema que hay que
detenerse a explorar, en muy útil la utilización de la Escala de Desesperanza e
ir trabajando junto al paciente las fantasias de autoeliminación, utilizando un
contrato temporal para la exploración de los mismos averiguar las razones por
las cuales tiene esta idea, pro y contras para vivir-morir, resolución de
problemas e inoculación al estrés. Siempre antes de finalizar el tratamiento se
debe trabajar la posibilidad de recaídas, y plantearlas como un punto
importante que posibilita la oportunidad de una revisión cognitiva.
Desde el punto de vista fisiológico las alteraciones del
sueño se deben trabajar con una higiene del sueño y técnicas de relajación,
control de estímulos y hábitos del sueño. En el tema de la sexualidad hay que
trabajar con la pareja si es posible, con técnicas de Master y Johnson para
mejorar los encuentros sexuales, y por ende mejorar su autoestima.
Desde lo conductual las personas afectadas por distimia
suelen tener una posición conductual marcada por la pasividad, con tendencia a
la evitación y la inercia, por lo tanto la técnica de desensibilizacion gradual
con afrontamientos, planificar que situaciones y/o actividades le producían
placer para ir programando dichas actividades y trabajar las creencias
subyacentes acerca de su estado de pasividad. Suelen evitar las interacciones
sociales por lo tanto hay que estimular que pueda ir tolerando de a poco con
buen manejo asertivo el manejo social y la resolución de problemas.
Es muy importante trabajar también con el contexto
familiar, para conseguir una colaboración en el tratamiento que refuerce los
logros que el paciente comience a realizar.
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