Lic Monica Arcas
Las
personas que sufren crisis de pánico suelen desarrollar en un alto porcentaje
miedos a desplazarse fuera de lugares que consideran “seguros” ante el temor de
experimentar una crisis de ansiedad y que no pueda refugiarse, salir o ser
asistido en lo inmediato, esa sensación de desvalidamiento subjetivo es lo que
conocemos como agorafobia, en el momento en el que el paciente experimenta
síntomas de activación neurovegetativa (taquicardia, sudoración fría, sensación
de desmayo, ahogo, tensión interna con sensación de vacío en la zona del
estomago entre otros síntomas que se producen) inmediatamente la mente genera
una serie de pensamientos erróneos de experimentar una situación de peligro que
lo puede llevar a descomponerse o tener una crisis de hipertensión, acv u otras
situaciones límites no pudiendo lograr recuperarse en lo inmediato ya que el
estado de miedo genera el aumento de la hiperventilación y por ende mayor
sintomatología, aquí se produce un cambio en la creencia de la persona, porque
muchas veces tienen información previa dada por su terapeuta que el desarrollo
de la ansiedad no es peligrosa pero si produce mucho malestar, no puede
aferrarse a este dato, sino que el malestar sintomatológico muchas veces lo
controla al sujeto.
La crisis de angustia se define como
“la aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, iniciados
bruscamente, que alcanzan su máxima expresión durante los primeros 10 minutos
en los que se evidencian algunas expresiones somáticas como palpitaciones,
sudoración, ahogo, opresión torácica, náuseas, vómitos, escalofríos,
sofocaciones, atragantamientos, parestesias (sensación de entumecimiento u
hormigueo), además de un profundo miedo a morir o a perder el control y enloquecer.
El desarrollo de la agorafobia es muy incapacitante, es por ello que en la
atención del paciente panicoso es importante evaluar precozmente con escalas no
solo el nivel de ansiedad que tiene y sus comorbilidades, sino los espacios que
se puede desplazar solo y/o acompañado y aquellos que evita que le despliegan
mucha ansiedad, para desarrollar una estrategia personal con los datos
recabados y realizar la desensibilizacion gradual, es decir ir exponiéndose
gradualmente y trabajando con el terapeuta esas experiencias donde se deben
detectar las creencias disfunciones, la experiencia emocional que ha tenido así
como el desarrollo de síntomas si los hubiera y los métodos adecuados para
neutralizar los mismos, ya que esta experiencia que se irá repitiendo hasta
extinguir los síntomas permite al terapeuta identificar los posibles conflictos
que subyacen a la sintomatología.
La agorafobia se presenta
habitualmente en la franja de edad que va de los 20 a los 30 años y con mayor
frecuencia en el género femenino, en una proporción de dos a uno. Esto es
válido para todas las patologías de ansiedad, porque el varón consulta más
tarde, muchas veces por la insistencia familiar, y también que son más
proclives a “solucionar” la ansiedad con el alcohol y/o abuso de sustancias
(cannabis).
La evolución de la enfermedad es
irregular y a veces es cíclica, aparece y desaparece por episodios. Es por ello
que requiere no solo la medicación sino el actuar de un psicólogo especializado
en trastornos de ansiedad para trabajar las problemáticas subyacentes como ser
duelos no elaborados, los estados de dependencia emocional, miedo a tener más
responsabilidades, separaciones, y también situaciones vividas de traumas
psíquicos donde la persona estuvo sometida a situaciones de violencia psíquica
y/o psíquica, es por ello que la acción de tratar a través de la terapia
cognitiva, no solo mejora los estados de ansiedad sino que consigue que la
persona tome insight (comprensión) de su patología y de los sucesos que la han
afectado y de qué manera mejorar su autoestima y el desarrollo de la
asertividad.
La psicoeducacion junto con la consolidación
de la alianza terapéutica con el paciente donde este cuente con la confianza de
su terapeuta y se lleve a cabo las pautas marcadas por este en el tratamiento
consolidando el habito de las técnicas de relajación (respiración controlada
abdominal, técnicas de tensión y relajación muscular, meditación) mejorara
eficazmente el cuadro, de igual modo tratar al núcleo familiar para que
comprenda al paciente pero que no tenga una actitud de generarle dependencia
porque muchas veces en la clínica uno ve pacientes que han sido desde chicos
muy sobreprotegidos teniendo internamente la autoimagen de fragilidad e
incompetencia, es por eso que se necesita también interconsulta con los más
allegados que no solo proporcionan datos útiles para el tratamiento sino que
deben ser colaboradores activos del mismo.
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mensajes de WhatsApp: 15-34882542
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