Lic Mónica Arcas
“No se preocupen
por el dia de mañana, pues el mañana se ocupara de sí mismo”
Mateo 6.34
Las
sociedades occidentales con todos los adelantos que tiene y el alto nivel de
competividad han generado en el trabajador un nivel de exigencia cada vez mayor
para poder seguir en el mercado. Hoy en dia un jefe de familia generalmente no
le alcanza los recursos económicos para mantener a su núcleo, requiere del
apoyo de su pareja y estos avatares llevan a trastornos en horarios,
preocupaciones y muchas veces sentimientos de culpa por no poder compartir más
horas con la pareja y el crecimiento de los hijos. Las personas viven un ritmo
tan acelerado que es común que refieran el paso del tiempo de una manera más
fugaz que antes con cierto halo de tristeza por no poder disfrutar la plenitud
de la vida, salvo las vacaciones que en la mayoría de las veces se circunscriben
a feriados largos donde realmente la persona no descansa lo suficiente, ya
prácticamente se han extinguido las vacaciones estivales de más de tres semanas
debido al alto costo que tienen. Es por ello que el organismo comienza a tener
un desgaste cada vez mayor, descuidando aspectos tan importantes para la salud
como ser la recreación, la sociabilidad en encuentros, el espacio para la
espiritualidad, esta ultima como un aspecto inseparable del ser. Todos somos
seres bio-psico-socio-espiritual, cuando algunos de estos aspectos son
denegados el sujeto comienza a perder su armonía y energía vital. El exceso de
preocupaciones, el temor a ser sacado del mercado, las pocas proyecciones que
se pueden hacer en momentos especiales de nuestra economía y política social,
generan estados crónicos de distres que afectan a cada una de las aéreas
mencionadas.
Numerables
patologías orgánicas surgen de estados de estrés crónico como ser las
cardiopatías, aumento de enfermedades autoinmunes, oncológicas, abuso de sustancias
especialmente tabaco, alcohol con las consecuentes alteraciones orgánicas
(EPOC-Cáncer-Enfisema), patologías hepáticas, síndrome metabólico etc. A nivel
psicológico, trastornos de la ansiedad especialmente cuadros crónicos de
ansiedad, crisis de pánico, depresiones, abuso de psicotrópicos, y principalmente
lo que se escucha en la clínica es la queja de sensaciones de vacío de no
proyección, de falta de creencias, no solo religiosas, sino de proyección
vital. Muchos jóvenes se plantean realmente si vale la pena seguir una carrera
profesional ya que les es difícil su incursión, Parecería un panorama muy
negativo, pero es posible revertirlo modificando no solo el cuidado preventivo
de la salud sino también modificando formas más solidas de comunicación intrafamiliar, trabajando las preocupaciones
exageradas que muchas veces las personas no las percibe como tales, buscando
soluciones alternativas y manejo de contingencias con un adecuado apoyo
psicoterapéutico, farmacológico si lo requiere e intervenciones grupales donde
el grupo conforma una buena red que debe ser coordinado por medico y psicólogo
especializado a fin de dar respuestas idóneas basadas en la experiencia clínica
junto con técnicas adecuadas para el manejo de la ansiedad tales como técnicas
respiratorias, musicoterapia y movimiento corporal que ayudan a conectarnos con
nuestro mundo interior liberando endorfinas que recuperan y armonizan todos los
niveles de nuestro organismo.
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