Lic Monica Arcas
Los
estados de ánimo depresivo son una problemática de muy alta incidencia
poblacional así como también constituye un problema socio-laboral que incide en
su incapacitación.
Requiere
el mismo de un abordaje especifico, en
primer lugar identificar el tipo de depresión que presenta el paciente, el
momento personal que se instala el proceso mórbido, si hubo o no episodios
anteriores y de qué manera fueron abordados y principalmente identificar la
comorbilidad que está presentando a fin de poder abordarlos de manera
específica y prioritaria. Es imprescindible evaluar no solo el tipo de
depresión en curso (modo cualitativo) sino que también desde escalas validadas
(modo cuantitativo) que detectaran puntos importantes en el manejo de la
terapia así como también en el manejo de la terapia farmacológica si así
requiere el cuadro.
Dentro
del marco cognitivo conductual es preciso detectar y trabajar en las
cogniciones disfuncionales que presenta el paciente. Las personas depresivas
tienen una forma muy particular de aprehender su realidad, por lo general
tienen una cosmovisión del mundo impregnada de valores negativos, la
apreciación de un futuro lleno de obstáculos donde se percibe como incapaz de
producir un cambio, y su entorno cristalizado de imposibilidades, constituyendo
un circulo vicioso que lo va hundiendo cada vez mas. Durante la depresión la
persona mantiene un estado de poca valía de sí mismo, se aprecia torpe,
desgraciado que no puede hacer nada para cambiar ese destino, la subestimación
de su persona lo paraliza, y desde este punto de vista tiende a interpretar la
realidad como llena de obstáculos y de demandas exageradas que no puede el
manejar. Esta visión derrotista de la vida hace que no pueda proyectar nada
bueno en torno al futuro, se anticipa negativamente a cualquier proyecto que
pueda presentarse maximizando los aspectos negativos y no pudiendo salir de esa
posición, es por eso que se necesita reestructurar el modo de interpretación
actual que presenta la persona inmersa en el estado de depresión.
Los
estados de depresión pueden surgir por la combinación de factores biológicos
(factores de vulnerabilidad hereditarios) unida a experiencias negativas de la
primera infancia (violencia, desamparo, divorcio de padres, exilio etc) que
quedan en estado latente y que con presencia de un episodio vital estresante
aparece este estado anímico donde la persona hace un giro motivacional hacia el
estado de falta de volición, deseos de escape y evitación.
Es
decir que la predisposición hacia la depresión está determinada por no solo un
terreno susceptible desde el punto de vista hereditario, sino que experiencias
tempranas van forjando en la personalidad una visión negativa de sí mismo, del
entorno y del mundo (Tríada cognitiva). Pero es importante aclarar que no todas
las personas que han tenido una experiencia temprana adversa desarrollan
depresión, se ha visto personalidades rescilientes que frente a la adversidad
han podido desarrollar formas adaptativas y fortalecientes de la situación
negativa.
Dentro
de las técnicas cognitivas conductuales en el tratamiento de la depresión es importante
destacar que hay que realizar mucha psicoeducacion con este paciente. Evaluar
si hay factores que inciden en el cuadro como ser comorbilidades (con
trastornos de ansiedad, abuso de sustancias y trastornos de personalidad que
suelen acompañar y que complejizan el tratamiento.
La
depresión incluye factores afectivos, motivacionales, fisiológicos y
conductuales que deben ser identificados y tratados. El sentimiento de tristeza y la sensación de vacío
es uno de los síntomas que aparecen en la depresión, el mundo del depresivo es
un mundo apático, sin colorido, todo está
impregnado de dolor psíquico, son pacientes muy críticos consigo mismo, muchas
veces con estados de cólera que se reprimen y sentimientos de culpabilidad. Están desmotivados motivo por el cual se
recluyen evitan la interacción, tienen poca voluntad y por lo general la
rumiacion negativa respecto a su persona y el medio los tiende a aislarse de
los otros. Es muy importante que se indague sobre ideas o fantasias de
suicidio, ya que la depresión puede traer estos elementos
extremos de escape de una realidad intolerable para el sujeto. Si la persona
expresa sentimientos de cólera hay que prestar mucha atención como dirige esta
emoción, muchas veces pueden expresarse a nivel fisiológico (somatizaciones,
aumento de presión arterial etc ) Tratar la ira es importante porque muchas
veces esconde sentimientos de desamparo y tristeza enmascarados en esta
emoción, es necesario que el paciente pueda identificar ese estado para poder
aplicar límites temporales, bajar el nivel de rumiacion, para ello tendrá que
identificar el contenido de su proceso negativo, en qué momento y circunstancia
aparece, que imagen mental despierta y utilizar las técnicas de habilidades sea
de relajación a través de respiración o meditación a través de atención plena
así como también aprender a registrarlo para ser trabajado en la terapia.
Uno de
los puntos a tratar es el manejo de la tolerancia a los estados de disforia, el
estado de depresión conlleva un ánimo decaído irritable y muchas veces para
manejar este malestar anímico es utilizar modos que no son positivos sino que
recrudecen el malestar psíquico, uno de ellos es la evasión a través de
quedarse en la cama. Dormir demasiado para evitar el dolor anímico de la depresión,
otro recurso es comer, sin tener apetito, o beber en exceso.
El
tratamiento de los estados de ansiedad es fundamental muchas veces la depresión
es tratada y surge el estado ansioso que deben ser controlado e interpretado ya
que este mal-estar debe ser identificado en el tratamiento, y desarrollar en el
paciente el uso de técnicas especificas de manejo de ansiedad que el terapeuta
especializado instruye a su aplicación.
Desde
el punto de vista fisiológico los pacientes depresivos tienen perturbaciones en
tres ejes como ser:
Alteraciones
en el ciclo del sueño (Insonmio tardio, despertar temprano).
Alteraciones
de la esfera sexual: disminución de la libido sexual, presentando los hombres
problemas de erección, y las mujeres frigidez sexual.
Alteracciones
en la ingesta: que van desde estados anoréxicos, donde la persona carece de
apetito, hasta su opuesto voracidad, comportamientos mediados por la ansiedad
de devorar(comportamiento de tipo bulímico) con el posterior malestar depresivo
y culpogeno.
Los estados
de abulia y tristeza se presentan por lo general al comenzar el día, la persona
se siente cansada sin energía y falto de programación de cómo organizar su
rutina, es por ello que se debe planificar rutinas cotidianas en donde pueda
intercalar momentos en los que realice tareas que le producían placer antes de
enfermar junto con las tareas cotidianas, esto debe ser regulado gradualmente
por el terapeuta y se deben detectar todas las disfunciones cognitivas que
pueden aparecer en la realización de las mismas.
El
trabajo terapéutico en la depresión no es una tarea fácil requiere de mucha paciencia y empatía con el paciente. para
llegar a reestructurar conductas y creencias que sumergen al paciente en un
estado de negatividad.
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