miércoles, 9 de agosto de 2017

EL TOC Y SUS RITUALES:LOS LAVADORES



Los síntomas de las personas que sufren Trastornos Obsesivos compulsivos suelen tener una disfuncionalidad de tipo crónica y con tendencia al agravamiento si no son tratados efectivamente, las consecuencias secundarias de este padecimiento incluye el aislamiento, la sensaciones de no poder comprender las conductas que lo llevan en el mayor de los casos a ritual izar, ni poder controlar las ideas intrusivas que aparecen en la conciencia, que lo inhiben, lo lentifica y obliga al ritual ya que estas desarrollan ansiedad (síntomas de activación del sistema nervioso autónomo) y duda patológica acerca de la certeza de la amenaza de esos pensamientos lo que provoca la inmediata ritualizacion a modo de neutralizar la acción de los pensamientos obsesivos.
Entre los rituales más conocidos en el TOC tenemos los de lavar y limpiar, verificar, repetir, ordenar, acumular (Hoarding), rituales mentales entre otros.
En el caso de los lavadores compulsivos, encontramos que son personas que utilizan mucho de su tiempo de limpiar sobre lo limpio, esta forma de conducta conlleva en la historia del paciente por lo general determinados contenidos que deben ser dilucidados en la terapia, muchas veces son temores de contaminación con sustancias que pueden desencadenar enfermedades graves (enfermedades de transmisión sexual, cáncer, HIV etc), el tema de las bacterias que pueden entrar si no limpia excesivamente su ropa, enceres, toda superficie que toca la persona y que pueden perjudicar  su organismo, estos pacientes suelen presentarse por lo general con problemas de dermatitis por contacto debido a que están en contacto reiterado con abrasivos que deterioran la piel (uso excesivo de lavandina, jabones, limpiadores con elementos agresivos para la piel). Las personas que padecen esta obsesión creen que pueden contaminarse y agravarse con el contacto de ciertas situaciones u objetos que manejan.
Las obsesiones de contaminación incluye las secreciones corporales (orina, flujo menstrual, heces, semen, transpiración del cuerpo) esto se asocia que estas secreciones a su vez están contaminadas con gérmenes de allí la compulsión desenfrenada de limpiar excesivamente. Por lo tanto la vida se ve alterada severamente por estos comportamientos patológicos, se exacerban con el contacto sexual, es muy frecuente el ascetismo sexual, evitan baños públicos, el contacto con animales, los viajes largos por su imposibilidad de lavado inmediato, la cadena de situaciones que provocan el deseo de ritualizar es infinita.
Las fobias de contaminación tienen según Rachman (2006) varias categorías como ser: Enfermedades-sustancias dañinas (contaminación por pesticidas, radiación) suciedad y contaminación de tipo mental.
La conducta ritualista es limpiar el contaminante, la limpieza se hace cada vez más compleja, tratando de no tocar con sus manos las cosas, lentificándose, empleando parte del dia en el lavado por lo tanto su vida se enreda en la maraña de obsesiones dejando de lado aspectos esenciales de la vida (trabajo, estudios, afectos, comunicación con el mundo externo, por lo general carecen de contactos de amistades, no socializan y entran en estados depresivos)
Contaminaciones por contacto: Están las que son potencialmente amenazantes para la salud, como ser los fluidos humanos, sustancias en estado de putrefacción, manchas de sangre, tóxicos como pesticidas, alimentos que se han dejado, heces.
Las contaminaciones mentales: son aquellas que a pesar de continuos lavados no se sienten completamente limpios, muchas veces se trata de contaminación por acercamiento directo o indirecto con personas que pueden presentar aspectos poco prolijos, edad avanzada o de diferente raza). Pueden traer aparejado ideas de violencia física y/o psicológica o de auto contaminación por imágenes eróticas de contenido incestuoso, agresiva y/o sádica.

El tratamiento psicológico de estos cuadros implica trabajar en fases, en primer lugar que el paciente pueda comprender la patología cómo funciona el circuito obsesivo-compulsivo, identificar lo máximo posible las obsesiones más frecuentes y los pasos personales de cómo se maneja ese paciente, la modificación del significado que tiene el paciente, en el caso del circuito obsesivo compulsivo ir modificando los rituales con la tendencia de eliminarlos (TPR) y proceder a una reestructuración cognitiva, pero tambien trasladar la psicoeducacion al núcleo familiar del paciente que muchas veces ausente del conocimiento de este cuadro son colaboradores con el paciente eternizando la patología.

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