Los
síntomas de las personas que sufren Trastornos Obsesivos compulsivos suelen
tener una disfuncionalidad de tipo crónica y con tendencia al agravamiento si
no son tratados efectivamente, las consecuencias secundarias de este
padecimiento incluye el aislamiento, la sensaciones de no poder comprender las
conductas que lo llevan en el mayor de los casos a ritual izar, ni poder
controlar las ideas intrusivas que aparecen en la conciencia, que lo inhiben,
lo lentifica y obliga al ritual ya que estas desarrollan ansiedad (síntomas de
activación del sistema nervioso autónomo) y duda patológica acerca de la
certeza de la amenaza de esos pensamientos lo que provoca la inmediata
ritualizacion a modo de neutralizar la acción de los pensamientos obsesivos.
Entre
los rituales más conocidos en el TOC tenemos los de lavar y limpiar, verificar,
repetir, ordenar, acumular (Hoarding), rituales mentales entre otros.
En el
caso de los lavadores compulsivos, encontramos que son personas que utilizan
mucho de su tiempo de limpiar sobre lo limpio, esta forma de conducta conlleva
en la historia del paciente por lo general determinados contenidos que deben
ser dilucidados en la terapia, muchas veces son temores de contaminación con
sustancias que pueden desencadenar enfermedades graves (enfermedades de
transmisión sexual, cáncer, HIV etc), el tema de las bacterias que pueden
entrar si no limpia excesivamente su ropa, enceres, toda superficie que toca la
persona y que pueden perjudicar su
organismo, estos pacientes suelen presentarse por lo general con problemas de dermatitis
por contacto debido a que están en contacto reiterado con abrasivos que
deterioran la piel (uso excesivo de lavandina, jabones, limpiadores con
elementos agresivos para la piel). Las personas que padecen esta obsesión creen
que pueden contaminarse y agravarse con el contacto de ciertas situaciones u
objetos que manejan.
Las
obsesiones de contaminación incluye las secreciones corporales (orina, flujo
menstrual, heces, semen, transpiración del cuerpo) esto se asocia que estas
secreciones a su vez están contaminadas con gérmenes de allí la compulsión
desenfrenada de limpiar excesivamente. Por lo tanto la vida se ve alterada
severamente por estos comportamientos patológicos, se exacerban con el contacto
sexual, es muy frecuente el ascetismo sexual, evitan baños públicos, el
contacto con animales, los viajes largos por su imposibilidad de lavado
inmediato, la cadena de situaciones que provocan el deseo de ritualizar es
infinita.
Las
fobias de contaminación tienen según Rachman (2006) varias categorías como ser:
Enfermedades-sustancias dañinas (contaminación por pesticidas, radiación)
suciedad y contaminación de tipo mental.
La
conducta ritualista es limpiar el contaminante, la limpieza se hace cada vez más
compleja, tratando de no tocar con sus manos las cosas, lentificándose,
empleando parte del dia en el lavado por lo tanto su vida se enreda en la
maraña de obsesiones dejando de lado aspectos esenciales de la vida (trabajo,
estudios, afectos, comunicación con el mundo externo, por lo general carecen de
contactos de amistades, no socializan y entran en estados depresivos)
Contaminaciones
por contacto: Están las que son potencialmente amenazantes para la salud, como
ser los fluidos humanos, sustancias en estado de putrefacción, manchas de sangre,
tóxicos como pesticidas, alimentos que se han dejado, heces.
Las
contaminaciones mentales: son aquellas que a pesar de continuos lavados no se
sienten completamente limpios, muchas veces se trata de contaminación por
acercamiento directo o indirecto con personas que pueden presentar aspectos
poco prolijos, edad avanzada o de diferente raza). Pueden traer aparejado ideas
de violencia física y/o psicológica o de auto contaminación por imágenes
eróticas de contenido incestuoso, agresiva y/o sádica.
El
tratamiento psicológico de estos cuadros implica trabajar en fases, en primer
lugar que el paciente pueda comprender la patología cómo funciona el circuito
obsesivo-compulsivo, identificar lo máximo posible las obsesiones más
frecuentes y los pasos personales de cómo se maneja ese paciente, la
modificación del significado que tiene el paciente, en el caso del circuito
obsesivo compulsivo ir modificando los rituales con la tendencia de eliminarlos
(TPR) y proceder a una reestructuración cognitiva, pero tambien trasladar la
psicoeducacion al núcleo familiar del paciente que muchas veces ausente del
conocimiento de este cuadro son colaboradores con el paciente eternizando la
patología.
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