La Organización
Mundial de la Salud (OMS) predice que en los próximos años la depresión será la
primera causa de enfermedad mundial, superando las cardiopatías y las
enfermedades oncológicas, y sabemos que estas últimas son multifactoriales e
incluyen estados depresivos.
Se ha comparado
en muchos estudios (Blackburn y Cottraux) que la Terapia cognitiva conductual
es en las depresiones unipolares y depresiones neuróticas (distimia) un
abordaje equivalente a la terapia farmacológica.
En la depresión
unipolar la persona sufre una serie de alteraciones cognitivas y conductuales
que lo mantienen en un estado mórbido, presenta esquemas inconscientes, y
atribuye significados sobre sí mismo el
entorno y el futuro de su vida que lo mantienen en la vulnerabilidad. Estos
significados son activados en determinadas circunstancias y la persona debido a
su estado no se detiene a cuestionarlos sino que esos errores de procesamiento
cognitivo (distorsiones cognitivas) son tomados como realidades absolutas
(Pensamientos automáticos irreflexivos) que lo mantienen dentro de un circulo
vicioso que lo que hace es acrecentar la depresión.
Los pensamientos
negativos no solo producen la activación de emociones displacenteras
relacionados con la tristeza y la frustración sino que tambien generan
conductas negativas, evitación, aislamiento y descenso de la actividad, cuyo
resultado es alimentar las creencias disfuncionales que el sujeto tienen sobre
su existencia, y muchas veces con el peligro de tener ideas melancolizadas que
pueden llevar a la idea de suicido. Es por eso que el abordaje cognitivo debe
detectar las erróneas creencias que ha creado los pacientes y reestructurarlas
con pensamientos más realistas que mejoren su estado anímico y por ende su
autoestima.
Los objetivos
terapéuticos están basados en el tratamiento de de los síntomas desde el punto
de vista cognitivo, afectivos conductuales, fisiológicos y motivacionales que
van unido al momento actual que está atravesando el paciente y que muchas veces
se enlaza con su historia vital asi como situaciones que no fueron elaboradas
por él. La detección de pensamientos automáticos ligados a situaciones que
atraviesa, como lo percibe el paciente y poder modificarlo por otras formas más
realistas de ver esa realidad es parte del proceso de tratamiento, asi como la
identificación de supuestos personales y su modificación.
Dentro de la
sintomatología afectiva, el paciente depresivo está impregnado de tristeza,
muchas de las veces lo que se observa son estados de ira que encubren el dolor psíquico.
En algunos casos los sentimientos de culpa son los que prevalece en el cuadro,
hay que detectar esa emoción y detectar de que manera el paciente se atribuye
la misma, cuestionando la misma y dándole un sentido real , trabajando esa
emoción. La ansiedad es otro punto fundamental del tratamiento muchas de las
personas afectadas por depresión sienten estados de ansiedad manifestados no solo somáticamente sino que son
atravesados por sensaciones de mucha angustia y desasosiego.
Dentro de los
síntomas cognitivos, las personas depresivas tienden a percibir el problema que
atraviesan como insuperable y con la tendencia a globalizar no pudiendo
desmembrar el problema e ir solucionando jerárquicamente. Su tendencia a ver el
problema muchas veces está determinada por un pensamiento dicotómico,
totalitario. Las cosas son blanco o negro para ellos cuando la realidad se
manifiesta en un espectro de grises. La indecisión, la rumia y la postergación son síntomas
típicos del depresivo.
Las
manifestaciones conductuales se
caracterizan en el depresivo por la evitación la tendencia a la inercia y el
aislamiento, mantienen una posición de incapacidad para el manejo social, el
estado de anhedonia (falta de placer) hace que el paciente vea solo un
horizonte llano en su vida, nada lo saca de su estado de abulia, se necesita
modelarlo gradualmente para que pueda detectar de a poco situaciones que antes
de su enfermedad le producían placer e incitarlos a probar de a poco entre
conductas que puede realizar aunque no le produzcan placer para sacarlos de la
inercia con aquellas que antes le producían agrado, no pretendiendo que sientan
lo mismo sino que se acerquen a experimentarlas.
Hay desde el
punto de vista fisiológico alteraciones en el ciclo del sueño, los pacientes
depresivos pueden estar con la necesidad de dormir todo el día, o bien estados
disforicos al despertar ya que no ven con agrado iniciar el día, muchas veces
las alteraciones en el sueño está determinado por despertar temprano no
pudiendo retomar el sueño y agotando a la persona aun mas. Con respeto al
apetito suelen estar inapetentes al
igual del deseo sexual disminuido, es por eso tambien que hay trabajar con la
familia, especialmente con la pareja para que pueda comprender estos síntomas
que son parte del cuadro de la depresión y pueda ser tolerante apoyando al
tratamiento y no generándole más presión y culpa al paciente.
Lic Mónica
Arcas- Consultorio: Albarellos 2160 Martinez – 4798-9030.
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