ESPIRITUALIDAD
Y SALUD MENTAL
Hablamos
de salud mental cuando nos referimos a un estado de bienestar en el cual la
persona es consciente de sus capacidades de poder hacer frente a las presiones
que la vida impone, que pueda ser productivo en la sociedad, la OMS lo define
como un estado de bienestar físico
,mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades. Pero el ser humano
es más complejo que esto es un ser a diferencia de los animales dotado de la
dimensión espiritual.
La
espiritualidad proviene de la palabra Spiritus
que significa aliento de vida,
es una de las dimensiones del ser junto con el aspecto físico y mental, abordar
la dimensión espiritual es tomar al ser desde lo holístico, es decir como un
todo, y esta dimensión nos conduce a preguntarnos sobre el sentido de nuestra
vida y su transcendencia, la necesidad de creer de tener fe en uno mismo, en
otros, en un ser Superior, pero no debe estar limitada a ningún tipo de
creencias o prácticas religiosas, abarca más que lo religioso, es una dimensión
propia de la vida humana que incluye valores actitudes, perspectivas y
creencias.
Hay
muchos estudios que han precisado que aquellas personas que mantienen el factor
de espiritualidad o religiosidad han tenido disminución de síntomas depresivos
es especial los cognitivos en relación a la desesperanza y la visión que
mantienen de su autoestima y del mundo circundante. (Triada cognitiva de Beck).
Pacientes con el mismo cuadro evolucionan más rápido y favorablemente aquellos
que se sostienen con un espíritu de esperanza puesta en la fe que los mueve.
También
se ha observado el papel protector de la espiritualidad/religiosidad frente al
suicido (se ha visto que personas que mantienen una fe religiosa tienen menos
porcentajes de intentos de suicidios ya que todas las religiones favorecen al
respeto por la vida), también la fe
tiene un papel fundamental en las enfermedades graves donde el hombre se
encuentra frente a la posibilidad de su finitud y se aferra en su fragilidad a
lo sagrado.
Tomar
la dimensión espiritual en nuestra práctica es incorporar la tolerancia hacia
la alteridad, aceptando la diversidad, dando un marco de pertenencia al otro,
favoreciendo el respeto la dignidad y principalmente el respeto a la vida como
el bien más preciado.
Como
profesionales de la salud mental debemos respetar las creencias de nuestros
pacientes, sin críticas, tratando acompañarlo en su crecimiento logrando en
este acompañar que logre tener la paz que significa aceptar al otro en su total
integridad.
Desde
este posicionamiento profundizamos no solo en su psique sino que acompañamos en
la dimensión espiritual que fortalece el vínculo terapéutico.
Conferencia
APSA 2017- Lic Mónica Arcas Psicóloga Clínica
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