ESTRÉS ANTE LOS EXAMENES

Muchas personas muestran signos de activación nerviosa en días previos a tener un exámen, y aun en el mismo momento del desempeño académico, y si la ansiedad alcanza niveles patológico es factible que ocurra varias cosas:

·        La evitación a la presentación al exámen

·        Bloqueo que produzca un estado de paralización y tener la sensación de la mente en blanco.

Hay que tomar en cuenta que en los ciclos académicos especialmente en las carreras universitarias, los parciales suelen darse en términos de una o dos semanas, teniendo el estudiante que incorporar mucha información, asimilarla, comprenderla y exponerla sea de manera oral y/o escrita, esto se da en un marco de cansancio, pocas horas de sueño y muchas necesidades de terminar con este período.

Si bien la mayoría de las personas que se enfrentan a un exámen mantienen una cuota de ansiedad, solo están tranquilos aquellos que van a “zafar” un exámen, es decir que no se han preparado y que no se han exigido para la aprobación del mismo. Una cierta cuota de estrés es productivo para la exigencia de esta actividad, pero al mismo tiempo se deben tomar medidas para acotar los estados de ansiedad y no caer en la fase de agotamiento.

Siempre que el estado de estrés sea limitado en el tiempo y acotado a la situación no reviste peligrosidad, pero es importante no convertir esta experiencia en un estado de ansiedad , la ansiedad es la percepción subjetiva de un peligro para la integridad de la persona, es allí donde se instalan los pensamientos anticipatorios negativos que repercuten no solo en la conducta frente al mismo (el exámen es percibido como una amenaza perturbadora) por lo tanto la tendencia es a evitarlo muchas veces o tener procastinacion al estudio ya que se precipitan síntomas desagradables en la preparación del mismo (tensión muscular, dolor torácico, trastornos gastrointestinales tales como acidez, espasmos , diarrea entre otros), generándose un estado de distres significativo.

Existen diversas causas por las cuales se despierta estados alterados de ansiedad entre ellas encontramos:

     Cuando el tiempo es una variable inamovible, especialmente cuando la persona tiene otras responsabilidades impostergables como ser laborales y carece del tiempo suficiente como para poder repasar los contenidos.

     Carecer de la comprensión suficiente sobre determinados contenidos que supone que pueden ser tomados en el exámen

     Haber tenido antecedentes de ser desaprobado anteriormente en esa materia, la persona va al exámen con una carga adicional que es el recuerdo de su fracaso anterior.

     Factores de Personalidad. Personas que estén atravesando estados

     patológicos de ansiedad, y de su temor a descompensarse por la presión del mismo.

     Autoexigencia interna desmedida, tienen temor a no presentar un resultado optimo.

     Sensaciones de pérdida de control en el momento del exámen (especialmente en personas con antecedentes de crisis de pánico)

     Miedo a no estar a la altura de las circunstancias medidas desde la óptica de no decepcionar a personas significativas de su entorno

     Autodiálogo negativo que responde a estados de baja autoestima

“Un exámen no es la vida”

Esta frase indica el valor real de un exámen que en las personas muy exigentes esta maximizado la valoración de un evento que es algo común en la vida de la persona, pero que el momento de su realización la prioriza de una manera desajustada y por ende sufre sus consecuencias-

Es importante el uso de la relajación en instancias previas al exámen, y aun dentro del mismo, la respiración diafragmática junto a técnicas de Jacobson para evitar los estados de tensión y la hiperventilación son herramientas útiles para mejorar el estado frente a los exámenes, hay que evitar los pensamientos negativos. Posibilitar un buen descanso antes de la exposición, por  lo menos 7 hs previos al mismo, jamas ir al exámen sin descanso porque el estado de tensión acumulado puede llevar a embotarse y al final no recordar lo necesario.

La noche antes del exámen

§  Si te notas una tensión excesiva ya conoces las técnicas de relajación, aprovéchalas.

§  Estudiar la noche antes del exámen y no dormir no te ayuda en nada. Como vimos el exámen va a suponer un esfuerzo para nuestro cuerpo, lo mejor es ir bien descansados habiendo dormido por lo menos 8 horas. Además mientras, al dormir nuestro memoria refuerza lo aprendido durante el día.

§  Una serie o una peli de humor te puede ayudar a liberar la tensión y soltarte un poco. Además es un buen momento para una pausa y descansar la mente de tanto estudio.

§  Prepara todo antes. No dejes la ropa, la mochila, los libros, los lápices para el día del exámen, déjalo todo listo para que no tengas la mente ocupada en otros deberes

§  Come bien. No te olvides de estar bien alimentado e hidratado, el estrés y el esfuerzo mental hacen que necesitemos mantener el cuerpo en la mejor forma posible.

En el examen

§  Lee el enunciado completo antes de contestar.

§  Si sientes que te empiezas a agobiar, recuerda cómo respirar

§  Si te bloqueas en una parte, pasa a la siguiente ya volverás para atrás.

§  Si la respuesta que debes dar es larga, haz un pequeño índice con las ideas que quieres tratar como guía así no olvidas nada

§  Revisa el exámen antes de entregar no vaya a ser que haya alguna pregunta que no has visto.

Después del examen

§  Recompensate. Lo que sea, pero date algún gusto por haber superado ese momento. Puede ser salir a tomar algo con tus compañeros, o irte a la piscina,lo que sea pero que sea un momento agradable.

§  Evita hablar sobre el examen con otros compañeros. Todos tenemos ganas de hablar después del exámen y sacarnos las dudas, pero realmente de qué sirve, si ya lo has hecho y no lo puedes cambiar. Ponerte a comparar tus respuestas con la de los demás hará que no puedas relajarte y aumente tu nerviosismo ante próximas pruebas.

Espero que estos consejos te ayuden a mejorar tu desempeño. Si todavía quieres mejorar más, te dejo algunas técnicas de estudio eficaces para preparte los próximos exámenes.