La visión de los acontecimientos en la ansiedad anticipatoria
En
los trastornos de ansiedad los pensamientos automáticos y el desarrollo de la
ansiedad anticipatoria son los principales responsables de la cronificación de
los mismos.
En
la ansiedad anticipatoria hay un proceso cognitivo donde el temor y el
desarrollo ansioso pueden desencadenarse no solo por los estímulos reales, sino
por las ideas o imágenes que nos anticipan en nuestra mente con el encuentro
temido y el principal rasgo es que están dirigidas a las situaciones futuras.
Las reacciones que manifiestan las personas están mediatizadas por lo
condicional, "si llego a ir al shopping voy a tener un ataque de pánico y
perderé el control", estos pensamientos e imágenes catastróficas generan ansiedad
de tipo anticipatoria, y tienen como objetivo hace sentir a la persona como
real ese temor potencial, y ese pensamientos es el disparador que el sistema
nervioso simpático activa sensaciones de tipo somático (aumento de frecuencia
cardíaca, tensión muscular, aflojamiento de piernas con sensación de
desfallecimiento), entre otros síntomas neurovegetativos que asustan al
padeciente y conducen a conclusiones catastróficas sobre las
situaciones temidas.
Se
produce en forma inmediata una desorganización conductual, y la consecuencia
será que aquello que se quiere prevenir, es decir sentir miedo, puede
desencadenarse realmente como consecuencia de la activación de un pensamiento
disfuncional anticipatorio. Esta anticipación negativa es la que activa las respuestas
fisiológicas, que se harán más intensas en la medida que se acerquen a la
situación temida. Es por ello que no hay que luchar contra los síntomas ya que
activa la respuesta ansiosa y lleva a la pérdida de control, ya que el
descontrol aparece en la medida que la persona esta presa de un estado
altamente ansioso y su autodiálogo ansioso está marcado por la idea " ya
mismo esto tiene que irse", "hay que controlarlos"
,
y al fracasar precipita el descontrol total al sentirse mucho más vulnerable.
Los primeros
síntomas son los indicadores para poner en marcha la respiración diafragmática,
y de hecho es necesario en todo paciente ansioso utilizar cotidianamente este
tipo de ejercitación a los efectos de controlar la hiperventilación que es
típico en las personas ansiosas y responsable esta última de la precipitación
de muchos de los síntomas en los ataques de pánico. Y por último es importante
no evitar lo temido, sino afrontar esas situaciones que producen ansiedad.
En la
terapia cognitiva conductual, el terapeuta diseña una línea de afrontamientos
específicos de cada paciente y utiliza la técnica de desensibilización
sistemática gradual para que el paciente vaya afrontando paulatinamente los
estímulos aversivos hasta su extinción y modificación de creencias patológicas
que estaba teniendo. La reestructuración cognitiva genera una visión adaptativa
y saludable para mejorar ampliamente la calidad de vida de los pacientes que
padecen ansiedad.
Lic.
Mónica Arcas Psicóloga Clínica - 15
3488 2542 –
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