miércoles, 14 de agosto de 2019


La visión de los acontecimientos en la ansiedad anticipatoria

En los trastornos de ansiedad los pensamientos automáticos y el desarrollo de la ansiedad anticipatoria son los principales responsables de la cronificación de los mismos.

En la ansiedad anticipatoria hay un proceso cognitivo donde el temor y el desarrollo ansioso pueden desencadenarse no solo por los estímulos reales, sino por las ideas o imágenes que nos anticipan en nuestra mente con el encuentro temido y el principal rasgo es que están dirigidas a las situaciones futuras. Las reacciones que manifiestan las personas están mediatizadas por lo condicional, "si llego a ir al shopping voy a tener un ataque de pánico y perderé el control", estos pensamientos e imágenes catastróficas generan ansiedad de tipo anticipatoria, y tienen como objetivo hace sentir a la persona como real ese temor potencial, y ese pensamientos es el disparador que el sistema nervioso simpático activa sensaciones de tipo somático (aumento de frecuencia cardíaca, tensión muscular, aflojamiento de piernas con sensación de desfallecimiento), entre otros síntomas neurovegetativos que asustan al padeciente y conducen a conclusiones catastróficas sobre las situaciones temidas.

Se produce en forma inmediata una desorganización conductual, y la consecuencia será que aquello que se quiere prevenir, es decir sentir miedo, puede desencadenarse realmente como consecuencia de la activación de un pensamiento disfuncional anticipatorio. Esta anticipación negativa es la que activa las respuestas fisiológicas, que se harán más intensas en la medida que se acerquen a la situación temida. Es por ello que no hay que luchar contra los síntomas ya que activa la respuesta ansiosa y lleva a la pérdida de control, ya que el descontrol aparece en la medida que la persona esta presa de un estado altamente ansioso y su autodiálogo ansioso está marcado por la idea " ya mismo esto tiene que irse", "hay que controlarlos"

, y al fracasar precipita el descontrol total al sentirse mucho más vulnerable.

Los primeros síntomas son los indicadores para poner en marcha la respiración diafragmática, y de hecho es necesario en todo paciente ansioso utilizar cotidianamente este tipo de ejercitación a los efectos de controlar la hiperventilación que es típico en las personas ansiosas y responsable esta última de la precipitación de muchos de los síntomas en los ataques de pánico. Y por último es importante no evitar lo temido, sino afrontar esas situaciones que producen ansiedad.

En la terapia cognitiva conductual, el terapeuta diseña una línea de afrontamientos específicos de cada paciente y utiliza la técnica de desensibilización sistemática gradual para que el paciente vaya afrontando paulatinamente los estímulos aversivos hasta su extinción y modificación de creencias patológicas que estaba teniendo. La reestructuración cognitiva genera una visión adaptativa y saludable para mejorar ampliamente la calidad de vida de los pacientes que padecen ansiedad.

Lic. Mónica Arcas Psicóloga Clínica     - 15 3488 2542 –


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