LA PERSONALIDAD DEPENDIENTE
Dentro de los trastornos de la personalidad los dependientes
son muy frecuentes en la clínica y se caracterizan por presentar síntomas
similares a la depresión, sin llegar a ser una cuadro de los trastornos del
humor, son personas que les cuesta tomar iniciativas en la vida, resolver
situaciones ante determinadas contingencias, planificar y organizar
independientemente sus necesidades. Tienen una autopercepción continua de
desvalidamiento, como tienden al polo depresivo consideran sus sintomatología
como de origen somático y no psicológico.
La autopercepción que construyen está basada en los supuestos
de sentirse inadecuados, desvalidos e incapaces de afrontar demandas del mundo
externo ya que se sienten desprotegidos ante la construcción personal de un
mundo peligroso del cual necesitan imperiosamente establecer con un otro una
relación basada en una posición pasiva donde el otro tenga el control, el
cuidado y la protección ante su supuesta vulnerabilidad.
Tienen déficit autonómico como asertivo, la independencia es
percibida como una situación que atenta al peligro de abandono, en este punto
la distorsión cognitiva se encuentra en la dicotomía
(dependencia-independencia), equiparando a la autonomía como similar a la
pérdida de amor, por lo tanto la idea de independencia se acerca a la idea
distorsionada de abandono, tienden a polarizarse y tener pensamientos de tipo
catastrófico ya que presentan ansiedad anticipatoria a la pérdida de un otro
significante. Por lo tanto muchas veces este tipo de personalidades son
víctimas de relaciones abusivas y manipuladoras, generando en muchos casos
vínculos tóxicos sean de pareja o de amistades.
Dentro del tratamiento de estos pacientes se busca
desarrollar en éste el manejo de la asertividad en sus vinculaciones interpersonales,
porque por lo general estos pacientes tienden a no defender sus derechos, a
callarse con tal que no lo abandonen, por lo tanto el acento terapéutico estará
en ir gradualmente manejando este punto para que vaya ganando autoconfianza y
autoeficacia.
Son pacientes que vienen con múltiples quejas somáticas, y se
debe apuntar primero a mejorar su malestar , pero no es conveniente en las
primeras etapas del tratamiento apuntar a la dependencia patológica que tienen,
porque este señalamiento puede generar la salida del tratamiento, ya que les
genera mucho miedo a la pérdida, los señalamientos deben ser sutiles, si se
debe establecer una fuerte alianza terapéutica pero con un equilibrio de parte
del terapeuta para que no genere la dependencia con él, ya que son pacientes
que piden al psicólogo “que deben hacer”, lo que se facilita al paciente es que
comience a explorar sus emociones, pensamientos y conductas que aplica a las
situaciones para una buena comprensión de su estado y que propicie el desafío
de cuestionarlos dentro de un contexto seguro que es la terapia para comenzar a
la reestructuración de aquellos supuestos que sostienen de manera errónea.
Es importante trabajar con metas pequeñas pero
concretas que fomenten su autonomía, y realizar una planificación de
actividades que produzcan una gradual toma de decisiones que afiancen la idea
que por sí misma puede tener logros sin llegar a la idea errónea de abandono.
Si existen déficit de habilidades sociales se les
entrena en la autobservación con técnicas de registro especificas en donde
puede volcar sus estados emocionales, pensamientos , las consecuencias que teme
para ir reestructurándolas en la terapia, así como una autoevaluación de sus
logros que deben ser graduales y realistas.
Estos pacientes suelen ser colaboradores, pero muestran
resistencias si no hay un timming, especialmente porque perciben que el
terapeuta los está llevando a un polo de mayor independencia que los asusta
mucho, la creencia de que si se vuelven más competentes puede generar conflictos
con la persona con quien depende y el peligro del abandono, hay que generar
estrategias graduales donde pueda percibir los costos y beneficios de los
cambios. Cuando esto genera una mayor resistencia por temor en el paciente, es
conveniente trabajar con la pareja, muchas veces la colaboración de éste, ayuda
a mejorar hacia un vínculo más saludable.
Lic. Mónica Arcas –
Psicóloga Clínica – 15 3488 2542 -
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