ACERCA DE LA PROBLEMÁTICA DE LA TRICOLOMANIA
La tricolomania es un psiquiátrico que consiste en el
arrancamiento recurrente del pelo en diversas zonas del cuerpo (cabellera,
pubis, zona perirectal, axilas, pestañas, cejas), puede ejecutarlo en una zona
exclusiva pero también puede hacerlo en otras zonas, es un cuadro que genera mucho deterioro en áreas
vitales de la persona, en el Manual de Psiquiatría (DSM5) está dentro del
capítulos de los trastornos obsesivos
–compulsivos y otros relacionados.
La conducta de arrancamiento por lo general se produce en
forma privada, evitando que los familiares lo detecten, suelen recurrir al
camuflaje (uso de pelucas en el caso de alopecia) o en las mujeres
maquillándose las cejas por ejemplo, incluso pueden llegar a tener conductas de
evitación social, por lo general recurren en momentos de aburrimiento a
arrancarse el pelo y de una forma determinada, pero son gatilladas por
circunstancias de estrés que atraviesa la persona, suelen aparecer estados de
ansiedad que se manifiestan con aumento de una tensión que de manera compulsiva
se procede al arrancamiento de pelos, sea de a uno o de un mechón de pelo,
incluso en algunos casos se complica cuando la persona procede a ingerirlo
(tricofagia) y esto es complicado pues puede ocasionar una obstrucción intestinal
(bolo de pelos). El arrancamiento puede tener diversos grados de conciencia en
el sujeto (lo perciben como un aumento de tensión-arrancamiento-alivio de
tensión), otros lo realizan de manera automática como un impulso sin registrar
la conducta.
La prevalencia de este cuadro es mayormente femenina en un
proporción 10:1, Es un cuadro que tiene generalmente mucha comorbilidad
especialmente con estados depresivos, también se observan otras conductas del
espectro del control de los impulsos como ser pellizcarse la piel,
excoriaciones, lastimarse la piel con acné y onicofagia junto con la tricofagia
antes mencionada.
El origen de este cuadro es multidimensional, si bien
pertenece al espectro obsesivo compulsivo, ya que el aumento de tensión y
ansiedad genera el acto compulsivo de arrancamiento sin la idea obsesiva que
aparece en el cuadro típico de TOC, hay
elementos disparadores de estrés en determinada estructura de personalidad que precipitan
esta conducta (en niños se observa por ejemplo la llegada de un hermano en la
familia, la internación de la madre, mudanzas, estados de constantes peleas de
los padres) Existen dos formas evolutivas en cómo se manifiesta el cuadro, en
la primera infancia, que se produce en determinados episodios y de origen mas benigno,
y también aparece en la adolescencia y en la edad adulta cuadro más
incapacitante y por lo general asociado en comorbilidad con otros cuadros
psiquiátricos. Hay que realizar un diagnóstico diferencial pues en el caso de
la alopecia pueden ser de origen clínico y no psiquiátrico, especialmente en
hombres la calvicie tiene un origen hereditario o de alopecia areata entre
otros cuadros clínicos. Desde el punto de vista psiquiátrico hay que diferenciar
este cuadro de una idea de tipo delirante o de síntomas positivos de la
esquizofrenia, o de una compulsión dentro del contexto de una obsesión de tipo
obsesiva (se arranca el pelo ante una idea obsesiva) como forma de acto
compulsivo para neutralizar la obsesión, o en los casos de obsesiones de
simetría ya que hay casos en donde se busca alguna irregularidad en el cabello,
o más gruesos, o remolinos en el cabello y eso dispara la idea de “mejorarlo” a
través del arrancamiento.
Es importante dentro del tratamiento psicológico proceder a
la toma de conciencia del acto de arrancamiento, en el momento que lo realiza,
que pueda captar el aumento de tensión, el momento cuando lo realiza y la forma
en que proceden los dedos al arrancamiento, la sensibilización de esto permite
mayor margen de conciencia en las personas y permite el desarrollo de técnicas
terapéuticas que desalienten la conducta compulsiva. También se procede a la
instrucción de técnicas de competencia que significa sustituir la conducta
patológica por otra respuesta incompatible con el comportamiento no deseado. La
psicoeducación en este cuadro es imprescindible, y extendida a la familia del afectado.
Es importante dentro del encuadre cognitivo conductual detectar las cogniciones
disfuncionales que se presentan para su reestructuración, como los aspectos
socio familiares que mantienen la conducta impulsiva, para ello es importante
los autoregistros, donde se incluyen los pensamientos, las sensaciones,
emociones y sentimientos que preceden al impulso de arrancamiento, así como
puede el sujeto utilizar las técnicas de competencias. El uso de Técnicas de
relajación y de habituación de la Técnica de Jacobson son puntos importantes en
el tratamiento de la tricolomanía, así como las técnicas de Imaginería guiada.
Durante el tratamiento se trata paralelamente las
comorbilidades, se instruye al paciente en asertividad y habilidades sociales,
el registro de los progresos que van teniendo, así como reforzar cuando
aparecen recaídas como también el manejo de la prevención de las mismas al fin
del tratamiento.
Lic. Mónica Arcas - Psicologa Clinica – Terapeuta cognitiva
conductual
15 3488 2542 – www.ansiedadweb.blogspot.com
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