jueves, 23 de enero de 2020


Depresión y asociaciones con enfermedades médicas


La depresión tiene una gran incidencia en el mundo, una de cada 5 personas sufrirá un cuadro de espectro de trastornos del ánimo a lo largo de su vida, y en aquellos que padecen una patología orgánica aumenta su incidencia (enfermedad cardiovascular, oncológica, neurológica, endocrinológica y renal)

En las patologías de origen neurológico (Enfermedad de Parkinson, Alzheimer, esclerosis multiple, accidentes cerebro vasculares) hay comorbilidad depresiva en un 25% de los casos. También se asocia a depresión las patologías oncológicas (cáncer de páncreas, digestivos, mamas, intestino). En las enfermedades endocrinológica la presencia de depresión es frecuente en el hipotiroidismo, y en la diabetes, esta última es tres veces mayor que en la población normal.

Los pacientes depresivos tienen una mortalidad de origen cardiovascular aumentada, y la asociación con trastorno depresivo mayor es alto en paciente que han padecido infarto de miocardio reciente así como la asociación con ansiedad.

Hay prevalencia del sexo femenino 2:1, como así el riesgo a la cronicidad es mayor en la mujer, esto se debe en parte a factores culturales, la mujer es más proclive  a las quejas, como también a las consultas, lo cual es un indicador positivo porque permite trabajar cognitivamente el cuadro,  el factor endocrino también es incidente, se observa más en los cuadros de hipotiroidismo y Hashimoto,  y muchas veces también incide la respuesta metabólica a los fármacos.

La tendencia a tener redes sociales de contención es un factor protector de la depresión, muchas veces el depresivo tiende al aislamiento lo cual acrecienta los niveles de depresión.

El cuadro se suele agravar por las comorbilidades, especialmente la asociación con enfermedades crónicas (diabetes, enfermedades inflamatorias, neurodegenerativas y oncológicas) que muchas veces tienen su origen primero y desarrollan secundariamente el estado depresivo. Los pacientes depresivos tienen un indicador de mortalidad  superior a la normal, no solo por la posibilidad de un suicidio, sino por las comorbilidades orgánicas que afectan de manera considerable a nivel inmunológico.

Los factores de estrés son vectores que inciden en el desarrollo de una depresión, especialmente pérdidas importantes durante la primera infancia es un pródromo de inicio en la adolescencia o adultez de un proceso depresivo.

Tanto los trastornos de ansiedad no tratados precozmente como muchos cuadros de trastornos de personalidad (TLP) y cuadros de neuroticismo crónico se asocian a estados depresivos, es por ello que es importante evaluar siempre esta comorbilidad y tratar la depresión en primer lugar, por más que la demanda sea por el motivo de consulta, ya que el riesgo de no detectar a tiempo las cogniciones depresogenas agravan el cuadro y puede estar gestándose un estado de desesperanza donde el riesgo de suicidio es alto muchas veces.

Muchos fármacos debidamente prescriptos suelen producir en algunas personas más que en otras estados depresivos (fármacos dados en cardiología como ser los betabloqueantes), anticonceptivos, corticoides, interferón que se utiliza en la Hepatitis C, este último genera secundariamente estados depresivos que deben controlarse. También el alcohol que deprime el SNC suele generar estados depresivos. Por eso es importante realizar un diagnóstico exhaustivo del tipo de depresión y sus asociaciones con patologías orgánicas y de otros trastornos psiquiátricos a los efectos de programar un tratamiento cognitivo conductual personalizado al mismo.


Lic. Mónica Arcas – Psicóloga Clínica – 15 3488 2542


















No hay comentarios:

Publicar un comentario