PANICO +
AGORAFOBIA – MODO DE TRATAMIENTO
Las crisis de pánico son episodios paroxísticos que generan
mucha discapacidad en el sujeto y un miedo atávico a su repetición. La primera
vez que una persona lo padece cree firmemente que está sufriendo un episodio
que la puede llevar a la muerte debido a que en muchos casos aparece con
sensaciones muy displacenteras de aumento de frecuencia cardíaca, dolor
torácico y adormecimiento de las manos especialmente éstas muy frías u
sudorosas. En ese primer momento la persona no lo asocia a alguna alteración de
tipo psicológica, sino que la misma es adjudicada a un falla de tipo cardíaca
(miedo a un infarto, miedo a un accidente cerebro vascular, miedo a un fallo de
la hipertensión) es decir el horizonte de la muerte está en su psiquismo hasta
el momento en que se descarta ante una evaluación médica por lo general
efectuada en la guardia de emergencia.
Pero las crisis de pánico muchas veces no son evaluadas
precozmente por especialistas en ansiedad, se dejan pasar y dan lugar a
comportamientos de tipo evitativo por miedo a sufrir alejado de un lugar y/o
persona segura para su psiquismo (sea su hogar y/o persona con la cual depende
emocionalmente), esto da lugar a un nuevo cuadro asociado que es la agorafobia
(ágora viene de la palabra fuente) fobia
(miedo) ya que en la antigüedad el primer caso descripto por Carlo
Westphal quien describe la dificultad de
acercarse a una fuente que en Europa se encontraba en el medio de las plazas,
llegar hasta allí producía sintomatología ansiosa que precipitaba la evitación,
hoy el concepto ha cambiado, y la agorafobia se define como el miedo de tener
una crisis de pánico y encontrarse el sujeto lejos de un lugar seguro, o con
imposibilidad de salir rápido de un lugar y encontrar refugio y/o persona que
lo asista.
La agorafobia es uno de los cuadros más incapacitantes del
espectro ansioso, es un trastorno fóbico de evitación que está basado en la
anticipación de llegar a experimentar niveles altos de ansiedad que los lleve
en situación de vulnerabilidad al temido ataque de pánico. Las personas que
sufren agorafobia temen estar en contacto con situaciones que implican
limitación de movimientos o la
posibilidad de escape, por lo general temen más los espacios acotados que los
espacios abiertos, temen mas no estar con personas, necesitan especialmente
referentes seguros para ellos (acompañante contrafóbico) o tener conductas de
reaseguro (llevarse los medicamentos consigo, a pesar de no estar autorizados
de tomarlos y no tomarlos, pero “por las dudas” lo llevan consigo). El nivel de
ansiedad aumenta cuando no solo se expone, sino cuando anticipa situaciones en
su mente por lo que podría pasar (Y si….) este condicional es el elemento más
torturante que produce malestar los llamados pensamientos anticipatorios
negativos. Además las cogniciones que se manifiestan somáticamente es para el
sujeto que la padece de una connotación negativa y dañina para su salud que lo
pude llevar a una peligrosidad de su salud física o a padecer una pérdida de
control. En el inicio de una agorafobia los miedos asociados a pensamientos
catastróficos son mayores a los miedos que le producen las sensaciones somáticas
(el hombre sufre más de lo que piensa que lo que realmente pasa) y esto está
muy relacionado con el tipo de personalidad, ya que los agorafóbicos son más susceptibles
a la ansiedad que en otros cuadros de ansiedad como ser aquellos que padecen de
ansiedad social, fobias específicas y obsesiones (estas últimas ya no
pertenecen al conjunto de trastornos de ansiedad, aunque es muy frecuente la
ansiedad y la duda en estos cuadros).
Hay dos procedimientos eficaces para el tratamiento de la agorafobia,
uno de ellos es la exposición imaginal
y la otra es la desensibilización
sistemática gradual, aunque no hay
evidencia científica de prevalencia de una sobre otra, además en primer lugar
dentro del tratamiento hay que evaluar exhaustivamente la comorbilidad con:
1. Trastornos del humor
(depresión unipolar, bipolaridad)
2. Otros trastornos de
ansiedad asociados (Pánico, fobia social, ansiedad generalizada,
3. Trastornos de la
personalidad (Personalidad limítrofe, personalidad evitativa).
Es importante también dentro del tratamiento el valor de la psicoeducación y el aprendizaje de técnicas de respiración
diafragmática (a fin de evitar la hiperventilación frecuente en estos cuadros),
el trabajo con técnicas de Jacobson para mejorar la tensión corporal y las técnicas
de Mindfullness a fin de poder controlar la mente en el presente y tener plena
conciencia del estado actual de su cuerpo y mejorar el estado mental.
También es importante personalizar la desensibilización sistemática gradual, porque muchas veces se insiste
en afrontamientos externos pero el foco hay que realizarlo en la descripción
subjetiva del miedo y el pánico asociado con las experiencias traumáticas
personales.
La exposición sistemática gradual se denomina así porque se va
evaluando situaciones personales que despiertan de menor a mayor intensidad de
ansiedad, comenzando con aquellas de menor impacto, con el uso de las técnicas
aprendidas en tratamiento, el paciente deben tener muy en claro “para que se
expone”, no lo realiza para su terapeuta, lo realiza para amortiguar el impacto
de la ansiedad en la situación temida, para poder detectar los pensamientos
automáticos que despierta dicha experiencia, para poder tratar en la terapia
las diferentes distorsiones cognitivas (de interpretación subjetiva) de esas
experiencia, y para tener otra dimensión de lo que realmente acontece, de la
manera en como enfrenta la ansiedad y las diversas formas alternativas que
pueden surgir como formas de superación de una experiencia aversiva para el
sujeto. El paciente debe comprender que esta experiencia no puede ser
determinada por días buenos y días malos, que muchas veces son excusas
evitativas que tiene el paciente, y los afrontamientos en “días malos” son favorables ya que generan experiencias de
reaprendizaje. Las exposiciones generan experiencias ricas en la comprensión de
la ansiedad, esta no es peligrosa para la salud, solo es molesta, y la persona
aprenderá primero a tolerarla hasta extinguirla , los afrontamientos deben
realizarse sin prisa pero no aplazarlos, tomando en cada uno de ellos, un
registro personal de las emociones que suscitan, los pensamientos automáticos
que aparecen y la sintomatología que se despliega en los mismos, pero la
persona tiene que tener en claro que este proceso de deshabituación de la
ansiedad patológica no es un proceso lineal, y que muchas veces puede aparecer
niveles altos de ansiedad en una exposición que antes no apareció, y esto no
significa un fracaso del tratamiento, por el contrario existen altibajos dentro
del tratamiento, que con la terapia se van a ir trabajando y viendo el
significado que esto trae aparejado. Deben ir reconociendo los logros, no poner
el acento en lo que falta, sino en lo que se está avanzando. Además dentro del
procedimiento terapéutico es importante darle importancia al manejo de la
asertividad, los pacientes agorafóbicos tienen déficit en este punto, tienen
problemas en la manifestación de sus derechos y de expresión de sus emociones,
en muchos casos se observan perfiles de personas muy dependientes de la opinión
y mandatos de personas significativas de su entorno. El entrenamiento en la
asertividad puede realizarse independientemente de la técnica de
desensibilización sistemática, pero es muy importante destacar esta técnica en
todos los trastornos de la ansiedad, tan importante como las técnicas de
respiración y la psicoeducación del mismo
Lic Mónica Arcas –Especialista en T. de Ansiedad – 15 3488 2542
No hay comentarios:
Publicar un comentario