domingo, 5 de abril de 2020


PANICO + AGORAFOBIA – MODO DE TRATAMIENTO



Las crisis de pánico son episodios paroxísticos que generan mucha discapacidad en el sujeto y un miedo atávico a su repetición. La primera vez que una persona lo padece cree firmemente que está sufriendo un episodio que la puede llevar a la muerte debido a que en muchos casos aparece con sensaciones muy displacenteras de aumento de frecuencia cardíaca, dolor torácico y adormecimiento de las manos especialmente éstas muy frías u sudorosas. En ese primer momento la persona no lo asocia a alguna alteración de tipo psicológica, sino que la misma es adjudicada a un falla de tipo cardíaca (miedo a un infarto, miedo a un accidente cerebro vascular, miedo a un fallo de la hipertensión) es decir el horizonte de la muerte está en su psiquismo hasta el momento en que se descarta ante una evaluación médica por lo general efectuada en la guardia de emergencia.

Pero las crisis de pánico muchas veces no son evaluadas precozmente por especialistas en ansiedad, se dejan pasar y dan lugar a comportamientos de tipo evitativo por miedo a sufrir alejado de un lugar y/o persona segura para su psiquismo (sea su hogar y/o persona con la cual depende emocionalmente), esto da lugar a un nuevo cuadro asociado que es la agorafobia (ágora viene de la palabra fuente) fobia  (miedo) ya que en la antigüedad el primer caso descripto por Carlo Westphal quien  describe la dificultad de acercarse a una fuente que en Europa se encontraba en el medio de las plazas, llegar hasta allí producía sintomatología ansiosa que precipitaba la evitación, hoy el concepto ha cambiado, y la agorafobia se define como el miedo de tener una crisis de pánico y encontrarse el sujeto lejos de un lugar seguro, o con imposibilidad de salir rápido de un lugar y encontrar refugio y/o persona que lo asista.

La agorafobia es uno de los cuadros más incapacitantes del espectro ansioso, es un trastorno fóbico de evitación que está basado en la anticipación de llegar a experimentar niveles altos de ansiedad que los lleve en situación de vulnerabilidad al temido ataque de pánico. Las personas que sufren agorafobia temen estar en contacto con situaciones que implican limitación de movimientos  o la posibilidad de escape, por lo general temen más los espacios acotados que los espacios abiertos, temen mas no estar con personas, necesitan especialmente referentes seguros para ellos (acompañante contrafóbico) o tener conductas de reaseguro (llevarse los medicamentos consigo, a pesar de no estar autorizados de tomarlos y no tomarlos, pero “por las dudas” lo llevan consigo). El nivel de ansiedad aumenta cuando no solo se expone, sino cuando anticipa situaciones en su mente por lo que podría pasar (Y si….) este condicional es el elemento más torturante que produce malestar los llamados pensamientos anticipatorios negativos. Además las cogniciones que se manifiestan somáticamente es para el sujeto que la padece de una connotación negativa y dañina para su salud que lo pude llevar a una peligrosidad de su salud física o a padecer una pérdida de control. En el inicio de una agorafobia los miedos asociados a pensamientos catastróficos son mayores a los miedos que le producen las sensaciones somáticas (el hombre sufre más de lo que piensa que lo que realmente pasa) y esto está muy relacionado con el tipo de personalidad, ya que los agorafóbicos son más susceptibles a la ansiedad que en otros cuadros de ansiedad como ser aquellos que padecen de ansiedad social, fobias específicas y obsesiones (estas últimas ya no pertenecen al conjunto de trastornos de ansiedad, aunque es muy frecuente la ansiedad y la duda en estos cuadros).

Hay dos procedimientos eficaces para el tratamiento de la agorafobia, uno de ellos es la exposición imaginal y la otra es la desensibilización sistemática gradual,  aunque no hay evidencia científica de prevalencia de una sobre otra, además en primer lugar dentro del tratamiento hay que evaluar exhaustivamente la comorbilidad con:

1.      Trastornos del humor (depresión unipolar, bipolaridad)

2.      Otros trastornos de ansiedad asociados (Pánico, fobia social, ansiedad generalizada,

3.      Trastornos de la personalidad (Personalidad limítrofe, personalidad evitativa).

Es importante también dentro del tratamiento el valor de la psicoeducación y el aprendizaje de técnicas de respiración diafragmática (a fin de evitar la hiperventilación frecuente en estos cuadros), el trabajo con técnicas de Jacobson para mejorar la tensión corporal y las técnicas de Mindfullness a fin de poder controlar la mente en el presente y tener plena conciencia del estado actual de su cuerpo y mejorar el estado mental.

También es importante personalizar la desensibilización sistemática gradual, porque muchas veces se insiste en afrontamientos externos pero el foco hay que realizarlo en la descripción subjetiva del miedo y el pánico asociado con las experiencias traumáticas personales.

La exposición sistemática gradual se denomina así porque se va evaluando situaciones personales que despiertan de menor a mayor intensidad de ansiedad, comenzando con aquellas de menor impacto, con el uso de las técnicas aprendidas en tratamiento, el paciente deben tener muy en claro “para que se expone”, no lo realiza para su terapeuta, lo realiza para amortiguar el impacto de la ansiedad en la situación temida, para poder detectar los pensamientos automáticos que despierta dicha experiencia, para poder tratar en la terapia las diferentes distorsiones cognitivas (de interpretación subjetiva) de esas experiencia, y para tener otra dimensión de lo que realmente acontece, de la manera en como enfrenta la ansiedad y las diversas formas alternativas que pueden surgir como formas de superación de una experiencia aversiva para el sujeto. El paciente debe comprender que esta experiencia no puede ser determinada por días buenos y días malos, que muchas veces son excusas evitativas que tiene el paciente, y los afrontamientos en “días malos” son  favorables ya que generan experiencias de reaprendizaje. Las exposiciones generan experiencias ricas en la comprensión de la ansiedad, esta no es peligrosa para la salud, solo es molesta, y la persona aprenderá primero a tolerarla hasta extinguirla , los afrontamientos deben realizarse sin prisa pero no aplazarlos, tomando en cada uno de ellos, un registro personal de las emociones que suscitan, los pensamientos automáticos que aparecen y la sintomatología que se despliega en los mismos, pero la persona tiene que tener en claro que este proceso de deshabituación de la ansiedad patológica no es un proceso lineal, y que muchas veces puede aparecer niveles altos de ansiedad en una exposición que antes no apareció, y esto no significa un fracaso del tratamiento, por el contrario existen altibajos dentro del tratamiento, que con la terapia se van a ir trabajando y viendo el significado que esto trae aparejado. Deben ir reconociendo los logros, no poner el acento en lo que falta, sino en lo que se está avanzando. Además dentro del procedimiento terapéutico es importante darle importancia al manejo de la asertividad, los pacientes agorafóbicos tienen déficit en este punto, tienen problemas en la manifestación de sus derechos y de expresión de sus emociones, en muchos casos se observan perfiles de personas muy dependientes de la opinión y mandatos de personas significativas de su entorno. El entrenamiento en la asertividad puede realizarse independientemente de la técnica de desensibilización sistemática, pero es muy importante destacar esta técnica en todos los trastornos de la ansiedad, tan importante como las técnicas de respiración y la psicoeducación del mismo


Lic Mónica Arcas –Especialista en T. de Ansiedad – 15 3488 2542

Zona Norte GBA – arcasweb@gmail.com – Skype  : monicaarcasbyrne








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