Detener el
pánico es posible
La
ansiedad es una sensación interior de miedo, temor o inquietud, que todas las
personas han sentido en alguna ocasión.
Cuando
aparece un conflicto en las relaciones personales, ya sea en la pareja, en la
familia o en el trabajo, el nivel de ansiedad puede subir mucho si la situación
de estrés se mantiene en el tiempo. Cuando esto sucede la persona empieza a
tener dificultades para desarrollar sus actividades diarias, preservar sus
relaciones sociales e ir a trabajar.
No es
infrecuente que la ansiedad siga incrementándose y en ese caso aparece lo que
llamamos crisis de ansiedad o ataque de pánico. Los ataques de ansiedad se
entienden bien si pensamos en un vaso que está lleno de agua y que empieza a
rebosar por el borde. Durante un ataque de pánico la persona tiene tal nivel de
ansiedad que no es capaz de mantener el control, por lo que sufre
un intenso temor a volverse loco o morir.
Un ataque
de pánico se caracteriza por la aparición de los siguientes síntomas:
-
Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
-
Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Aumento
del ritmo cardíaco.
-
Respiración acelerada (hiperventilación).
-
Sudoración.
-
Temblor.
-
Problemas para conciliar el sueño.
-
Dificultades para controlar las preocupaciones.
-
Tendencia a evitar las situaciones que generan ansiedad (conductas de
evitación).
Debido a
la aparición de todos estos síntomas de forma súbita y en ocasiones
inexplicable, las personas suelen sentirse vulnerables, sufren intenso temor al
descontrol (hacer “algo” que los ponga en peligro o bochorno) y pierden la
confianza en sí mismas, teniendo el ataque de pánico puede aparecer en
cualquier momento de forma inesperada.
Ø Es imprescindible que
consulte a un psicólogo que se ha formado en estas
patologías, que no solo verá los síntomas y cogniciones de le genera la
ansiedad, sino que está formado a evaluar mediante indagación, escalas y una
buena entrevista diagnostica la asociación con otros cuadros que suelen estar
combinados (a esto lo llamamos comorbilidad) Es el especialista
quien evaluará esta situación y si requiere o no del apoyo farmacológico, por
eso primero consultar a un psicólogo pues en muchos casos no requiere tomar
antidepresivos y ansiolíticos, sino que se puede el paciente si no esta tan
deteriorado resolver la ansiedad de manera natural.
Ø Se descartan causas
físicas orgánicas que pueden explicar la aparición de síntomas
(hipertiroidismo, anemia etc.). La mayor parte de los cuadros de pánico
provienen de causas psíquicas (duelos no elaborados, situaciones
crónicas de estrés, exceso de responsabilidad, alteraciones en la higiene del
sueño etc.)
Acciones
para contrarrestar un ataque de pánico:
1.
Respira de forma pausada y profunda.
Concéntrate
en inhalar y exhalar por la boca, sintiendo cómo el aire llena lentamente tu
pecho y abdomen, para luego expulsarlo más lentamente. Inhala contando hasta
cuatro, mantén el aire por un segundo y luego exhala contando hasta seis o mas!
2. Reconoce
que estás teniendo un ataque de pánico
Durante
un ataque de pánico muchas personas creen que están sufriendo un infarto y van
a morir. Puesto que sabemos que se trata de un problema psicológico, es
importante entender que los síntomas tienen un carácter temporal, por lo que en
relativamente poco tiempo volveremos a estar bien, porque la ansiedad por sí
misma no es causa de muerte inminente. Nadie muere por un ataque de pánico no
hay evidencia científica, es solo un momento donde hay una serie de cambios fisiológicos aumento de la
adrenalina y activación del sistema nervioso simpático que genera síntomas muy
molestos pero no peligrosos.
3. Cierra
los ojos
Cerrar
los ojos es una medida extraordinaria para reducir el nivel de ansiedad durante
un ataque de pánico. Nos ayuda a eliminar estímulos externos, concentrarnos
mejor la respiración, y facilitar la aparición de imágenes agradables en
nuestra mente. Pensar en una situación placentera como una playa desierta o un
paseo por la montaña ayuda mucho a relajarnos. Respira lentamente hasta llevar
el aire al abdomen reten un segundo y expira mas lentamente aflojando y dejando
caer tus hombros, relaja tu mandíbula, tus nalgas, tus pantorrillas afloja todo
tu cuerpo en la exhalación y veras cambios importantes en la frecuencia
cardiaca y la tensión corporal
4.
Concéntrate en tu cuerpo
Puesto
que los ataques de pánico pueden dar sensación de extrañeza o desrealización (sensación
desapego o separación de la realidad),esto es debido a la hiperventilación o
respiración alta y rápida concentrarnos en lugares de nuestro cuerpo que
conocemos bien, suele ser muy útil. A algunas personas les ayuda sentir sus
manos al frotarlas con los vaqueros, tocar su cara o sus párpados. Estas
sensaciones específicas te ubican firmemente en la realidad y te dan un
objetivo en el que concentrarte. Pero no en tus síntomas sino en tus partes del
cuerpo de manera conductual
5.
Focalízate en un objeto conocido
Puede
resultar muy útil enfocar la atención en un objeto conocido durante un ataque
de pánico. Esto se llama desfocalizacion, las personas con ansiedad suelen
tener la conducta de autochequeo (registro interoceptivo) que lo único que
produce es el aumento del miedo y por ende mayor liberación de adrenalina que
produce aumento de frecuencia cardiaca que asusta a la persona además de
hiperventilar. Hay quien le sirve mirar el reloj, fijarse en el techo o en el
suelo, centrarse en las patas de una mesa o en una silla durante el periodo de
máximo malestar. Concentra toda tu energía en este objeto y los síntomas de
pánico tenderán a disminuir.
6.
Utiliza técnicas de relajación muscular
Al igual
que la respiración profunda, las técnicas de relajación muscular pueden ayudar
a detener un ataque de pánico que se aproxima, controlando la respuesta de tu
cuerpo tanto como sea posible. Relaja conscientemente un músculo a la vez,
comenzando con algo simple como los dedos de tu mano y haz lo mismo en otras
partes de tu cuerpo. Las técnicas de relajación muscular serán más efectivas
cuando las hayas aprendido y practicado de antemano. Realizar las Técnicas de
Jacobson de Tensión y relajación muscular.
7. Haz
ejercicios ligeros
Un
ejercicio ligero cómo caminar o andar ayuda a liberar endorfinas y ello
facilita la mejoría durante un ataque de pánico.
8. Mantén
lavanda a mano
La
lavanda es conocida por ser calmante y aliviar el estrés. Puede ayudar a que tu
cuerpo se relaje. Si sabes que eres susceptible a sufrir ataques de pánico, ten
a mano un poco de aceite esencial de lavanda y ponte un poco en los antebrazos
cuando sufras uno e inhala su olor. También es indicado poner dos gotas de
lavanda en tu almohada o bien un ramo chico de lavanda en una bolsa de tul en
tu almohada, esa fragancia al igual que el tilo favorecen a la relajación.
9. Repite
una idea positiva internamente
Repetir
una frase con contenido positivo internamente puede ser muy relajante y
tranquilizador durante un ataque de pánico. Es muy útil pensar que “el malestar
pasará” y que la vida nos ofrecerá nuevas oportunidades para sentirnos mejor. O
“me ha pasado otras veces y no fue algo peligroso”
Lic.
Mónica Arcas – Especialista en Trastornos de Ansiedad Miembro Titular AATA
Consultas
al 15 3488 2542
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