SINDROME DE COTARD
Qué es el síndrome del cadáver
andante
El síndrome del cadáver andante
es un trastorno neuropsiquiátrico caracterizado por delirios nihilistas: el
paciente cree estar muerto, que sus órganos han desaparecido o que el mundo no
existe. Fue descrito por primera vez en 1880 por el neurólogo francés Jules
Cotard, quien lo denominó “delirio de negación”.
Según un estudio publicado en Journal of Neurosciences in Rural
Practice, este trastorno suele presentarse en el contexto de una depresión
psicótica severa, a menudo con pensamientos de culpa, ansiedad extrema y riesgo
de suicidio.
En la mayoría de los casos, los
pacientes desarrollan una negación progresiva de sus funciones corporales,
hasta llegar a la creencia absoluta de que están muertos. Esto puede llevarlos
a dejar de comer, hablar o incluso moverse.
Causas y enfermedades asociadas
Aunque no hay una causa única,
el síndrome del cadáver andante se ha vinculado a trastornos psiquiátricos como la depresión mayor con síntomas
psicóticos, esquizofrenia, trastornos delirantes y trastornos afectivos como el
trastorno bipolar.
En casos menos comunes, también
puede aparecer asociado a enfermedades neurológicas como epilepsia del lóbulo
temporal, lesiones cerebrales, encefalitis por anticuerpos anti-NMDA, o atrofia
cerebral. Estos factores pueden alterar las regiones cerebrales implicadas en
la percepción del yo y del entorno.
Según un informe publicado en Frontiers in Psychiatry,
incluso enfermedades autoinmunes como la encefalitis anti-NMDA pueden
desencadenar el síndrome como parte de un cuadro psicótico grave.
Síntomas característicos y
manifestaciones clínicas
Los pacientes con este síndrome
pueden afirmar cosas como: “Mi corazón ha dejado de latir”, “Mis intestinos han
desaparecido” o “Estoy muerto, enterrado y hecho polvo”. Estas ideas, lejos de
ser simbólicas, son creencias firmemente arraigadas.
Un caso documentado describe a
un paciente que se negaba a orinar o defecar por miedo a envenenar a otras
personas con su “cuerpo muerto” (Fusick et al., 2024). En
otros casos, el paciente cree estar condenado a la eternidad o ser inmortal.
A menudo se acompaña de mutismo,
catatonía, autoaislamiento, rechazo de alimentos y conductas suicidas. La
gravedad de estos síntomas hace que la condición sea considerada una urgencia
psiquiátrica.
Diagnóstico y enfermedades con
las que se puede confundir
El diagnóstico del síndrome del
cadáver andante es clínico, basado en la presencia de delirios nihilistas. No
existe una prueba de laboratorio específica, por lo que es crucial una buena
historia psiquiátrica y evaluación por especialistas.
Puede confundirse con
esquizofrenia, depresión severa, trastornos psicóticos inducidos por
sustancias, demencia o encefalitis autoinmune. Esto puede retrasar el
tratamiento adecuado.
Por ello, es esencial descartar
causas orgánicas mediante pruebas como EEG, resonancia magnética y análisis de
líquido cefalorraquídeo, especialmente en pacientes jóvenes con inicio agudo
Tratamiento: entre medicamentos
y terapia electroconvulsiva
El tratamiento debe adaptarse a
la causa subyacente. En los casos vinculados a la depresión mayor con síntomas
psicóticos, se ha documentado el uso exitoso de antidepresivos combinados con
antipsicóticos, como fluoxetina y
La terapia electroconvulsiva (TEC)
ha demostrado una eficacia notable, especialmente en casos graves y resistentes
a medicamentos. Un meta-análisis citado en Case Reports in Psychiatry indica que la TEC logra mejoras en hasta el
21.6% de los pacientes con síndrome del cadáver andante.
En situaciones originadas por
encefalitis anti-NMDA, se requiere tratamiento inmunológico urgente, como
corticosteroides, inmunoglobulinas o plasmaféresis (Taib et al., 2022). El pronóstico mejora si se
actúa rápidamente.
Un trastorno raro, pero mortal
si se ignora
Aunque poco frecuente, el
síndrome del cadáver andante puede tener consecuencias devastadoras si no se
reconoce a tiempo. El riesgo de suicidio, desnutrición severa y abandono
extremo del autocuidado es alto.
Tal como señala un estudio de Cureus, la identificación temprana y el tratamiento multidisciplinario
han demostrado ser efectivos, incluso en pacientes adolescentes o con
discapacidades intelectuales.
Reconocer este extraño trastorno
no solo permite salvar vidas, sino también visibiliza la complejidad de las
enfermedades mentales y la necesidad de enfocar la salud desde una perspectiva
integral y empática.
WWW.ANSIEDADWEB.BLOGSPOT.COM
No hay comentarios:
Publicar un comentario