martes, 4 de septiembre de 2018


La hipocondria el miedo a la enfermedad grave
La hipocondría es una enfermedad psiquiátrica grave y muy frecuente en la atención del psicólogo clínico. Refiere al temor excesivo e insistente de padecer una enfermedad grave, ellos están convencidos que están cursando algo grave ya que decodifican erróneamente síntomas.
El paciente hipocondriaco ha sido siempre un paciente problemático, son ansiosos, recurrentes en ideas parasitas que incursionan en su mente. El criterio clínico de los cuadros hipocondriacos refieren a una preocupación persistente con síntomas somáticos, que no ceden ante la explicación médica y/o de análisis que contemplan estados de salud.
Es importante destacar que la hipocondría puede ser un síntoma secundario a estados de ansiedad patológica, estados depresivos o estados psicóticos. Es por ello que se debe realizar una exhaustiva indagación de la forma en como se manifiesta el síntoma.
Dentro de los trastornos de ansiedad tenemos cuadros de fobias específicas (miedo a padecer cáncer, HIV, enfermedades neurológicas), los trastornos obsesivos (preocupación de enfermar por contagio), en ansiedad generalizada (la preocupación y el estado expectante y aprehensivo de las consecuencias de una enfermedad grave).
La persona hipocondriaca tiene una interpretación deformada de la realidad somática, estos pensamientos que lo abruman (Pensamientos automáticos irracionales) desatan sentimientos de miedo, angustia, aparecen cogniciones catastróficas, irracionales, magnificadas, que generan aumento de la ansiedad y la duda patológica (el paciente hipocondriaco tiene rumia) y genera comportamientos también desajustados, se somete a innumerables estudios que nunca alcanzan. Los supuestos que maneja la persona es la creencia que es vulnerable a toda enfermedad grave. Se piensa de manera muy negativa, no toleran la incertidumbre, la idea de muerte circula siempre en su discurso y sostienen un estado elevado de ansiedad.. Son pacientes que se someten en forma periódica a exanimación medica ante cualquier dolor se instala la alerta de algo terrible, estas conductas de examinación “sirven” al paciente para controlar su ansiedad.
La terapia cognitiva conductual es un marco teórico muy práctico para estas afecciones, en primer lugar porque ayuda a detectar y corregir las atribuciones falsas que construye el paciente de sus síntomas, se reestructura el pensamiento, se reorganizan las expectaciones y creencias sobre la salud que hasta la fecha mantenía al paciente dentro de un circulo vicioso, se modifican la conducta de enfermedad desadaptada, se aprende a relajarse y tener técnicas distractoras frente a la emergencia de la idea obsesiva.
Es importante que el psicólogo previa exanimación de su cuadro y evaluación de escalas pueda detectar la patología primaria de los síntomas secundarios. También es importante que el paciente pueda aceptar que mas alla del síntoma que malinterpreta desde su angustia subyacen problemas que no esta pudiendo ver y que le causan sintomatología ansiosa y/o depresiva. Que pueda aprender que un síntoma no siempre se puede explicar, ellos quieren tener una explicación directa de síntoma=enfermedad, en los pacientes con fobias especificas por ejemplo miedo a morir de infarto, su registro interno esta sobedimensionado, la opresión torácica y/o palpitaciones no son indicadores de infarto, sino que están respondiendo a estados de ansiedad e hiperventilación por esta última. Hay muchas dolencias que pueden traer dolor de pecho como ser reflujo gástrico, ulceras,  osteocondritis, dolor muscular, síntomas típicos de la ansiedad. Manejar a través de la empatía y el trabajo de alianza con el paciente dilucidando la problemática principal y reestructurando el pensamiento por formas mas estables y racionales genera una mejoría en la calidad de vida de estos pacientes.
Lic.Monica Arcas TCC Psicóloga Clínica - 4798-9030 / mensajes 15-34882542

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