lunes, 6 de mayo de 2019


FARMACOS QUE ACTUAN EN TRASTORNOS DE ANSIEDAD


Una de las resistencias más frecuentes entre las personas que padecen Trastornos de Ansiedad es la que genera la ingesta de fármacos, si bien muchos de los cuadros psiquiátricos son necesarios dentro del diseño terapéutico que requiere el abordaje farmacológico, la terapia adecuada realizada por el psicólogo especializado y principalmente el afrontamiento conductual que debe hacer el paciente junto con su terapeuta y la elaboración de la problemática, muchas veces la apropiada farmacología es un elemento favorecedor al alivio de la ansiedad.



Es por eso que el terapeuta deberá instruir al paciente cómo funcionan los psicofármacos en su cerebro desmitificando los miedos de quedar “pegados” a los fármacos o estar alienados con ellos.



Los tratamientos con IRSS (Inhibidores selectivos de recaptacion de la serotonina) junto con las benzodiacepinas son los que comúnmente se emplean en cuadros de ansiedad.



Las benzodiacepinas son una familia de fármacos que tienen eficacia para la reducción de la ansiedad, actúan sobre el sistema límbico y la corteza cerebral. Entre sus efectos encontramos:



Ø  Bajan rápido los síntomas de activación ansiosa.

Ø  Reducen la tensión muscular que se producen en los cuadros ansiosos como ser estados de tensión muscular, temblores en miembros superiores e inferiores.

Ø  Posibilitan una mejora en la inducción al sueño, los pacientes con ansiedad suelen tener problemas de conciliación, especialmente en las crisis de pánico, o bien despertar en la mitad de la noche (insomnio intermedio) que es típico en los cuadros de ansiedad generalizada.



Pero como todo medicamento tienen efectos secundarios que el paciente debe saber para no alertarse, sabemos que los pacientes que sufren ansiedad generan subjetivamente creencias disfuncionales muchas veces de tipo catastrófico al interpretar un síntoma de manera inadecuada, es por eso que el terapeuta especializado debe alertar de estos síntomas cuando son prescriptos por el médico y saber cómo malinterpreta su paciente para proceder a la reestructuración de los mismos.



Las benzodiacepinas no deben combinarse con alcohol, porque este produce una depresión del sistema nervioso central.

Tampoco debe ingerirse en el embarazo, especialmente en el primer trimestre. Una mujer ante la duda de estar embarazada deberá realizarse un test de embarazo, y si da positivo comunicar a su médico tratante antes de la prescripción del mismo. Lo mismo si está teniendo un tratamiento anticonceptivo.

Tampoco las benzodiacepinas deben ser manejadas por el paciente, porque su manejo lo debe realizar el médico de manera adecuada a los efectos de no producir una sintomatología por abstinencia.

Por lo general uno de los efectos secundarios es la sequedad bucal, pueden presentar mareos, especialmente al principio de la ingesta y especialmente en aquellas personas que no han tenido antecedentes de ingesta previa de benzodiacepinas.

Su uso crónico genera alteraciones en la memoria, especialmente la memoria a corto plazo.

Desde lo gastrointestinal es frecuente el estreñimiento.

La suspensión abrupta genera sintomatología ansiosa por abstinencia.



Los antidepresivos:



Son un conjunto de fármacos denominados Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (IRSS), que se prescriben generalmente en cuadros de Pánico, ansiedad generalizada, estrés postraumático y adaptativo, y cuadros de obsesiones (TOC) y sus derivados del espectro de obsesiones.

El mejoramiento sintomático por lo general se produce en la tercera semana de la ingesta. Es importante que el tratamiento siempre se realice conjuntamente con terapia cognitiva conductual que es el marco teórico más adecuado para todos los trastornos de ansiedad y sus comorbilidades, porque estos cuadros casi nunca son cuadros puros sino asociados a otros trastornos de ansiedad, del humor (depresión) y de personalidad.

Por lo general el médico le indica al principio un AD (antidepresivo) + BZD (benzodiacepina) para luego ir sacando la BZD y aumentando si lo requiere el antidepresivo acorde de la evolución psicológica que va teniendo el paciente en el tratamiento cognitivo conductual, donde periódicamente se evalúa con escalas validadas la evolución del paciente y su reestructuración cognitiva. Es importante destacar que es frecuente en la clínica ver pacientes que han mejorado psicológicamente, y que por su cuenta suspenden el antidepresivo, generando a las 48 hs una recaída, por lo tanto, hay que respetar la indicación del médico, ya que necesita el AD un determinado tiempo de tratamiento para mejorar los niveles de la serotonina en las redes neuronales. Mientras eso ocurre, el terapeuta deberá evaluar y generar un plan de afrontamiento de las dificultades del cuadro tratante, y proporcionar estrategias de manejo del estrés, reestructuración del pensamiento mórbido, manejo de las habilidades sociales y de la asertividad, mejorando de esta forma la autoestima de la persona.



Los antidepresivos al igual que la BZD suelen tener algunos efectos secundarios, especialmente en las primeras semanas de la ingesta, entre ellos encontramos trastornos gastrointestinales, cefaleas, boca seca y disminución del deseo sexual, pero evaluando costos/beneficios son elementos muy importantes a evaluar a los efectos de mejorar la calidad de vida.



Lic Mónica Arcas Psicóloga Clínica – 15 3488 2542

Consultorios Zona norte GBA www.ansiedadweb.blogspot.com










No hay comentarios:

Publicar un comentario