miércoles, 18 de diciembre de 2019


DISFUNCIONES SEXUALES Y ANSIEDAD


Tanto las disfunciones eréctiles como los trastornos de anorgasmia y dispauremia en mujeres constituyen problemas en el área de la sexualidad que afectan al psiquismo de las personas de manera muy angustiante.

En el caso de los varones la problemática de la impotencia sexual como la eyaculación precoz es considerada una amenaza en la vida sexual del varón generando niveles acuciantes de ansiedad, la mayor parte de estos fenómenos son transitorios, muchas de las veces desaparece en forma espontánea, pero la impotencia sexual es un observable y es vivida subjetivamente de forma vergonzosa generando un alerta y miedo ante el inicio de una relación sexual que es fallida y que a la larga trae aparejado depresión en el varón.

Existen alteraciones de tipo:

·        Orgánicas

·        Funcionales psicológicas

Desde el punto de vista orgánico encontramos los problemas vasculares, las afecciones neurológicas, causas de origen urológico (fimosis y parafimosis), la diabetes y el alcoholismo.

Dentro de las alteraciones de tipo funcional que repercuten en el psiquismo son:

1.   Las inhibiciones emocionales que interfieren en el adecuado desempeño para el coito.

Tenemos la Impotencia Primaria, que son en aquellos casos en donde el hombre nunca pudo lograr una erección propicia para el coito. Hay elementos psicógenos en juego como ser rígidas y distorsionadas creencias religiosas, influencias negativas maternas, inicio temprano  forzoso con prostitutas, experiencia traumática homosexual, abuso sexual infantil. Muchos hombres presentan temor a estar con una mujer y a su desempeño, especialmente hombres con fobia social no tratada.

En la impotencia secundaria, suele ocurrir en hombres que han tenido un buen desarrollo sexual pero que por determinados motivos comienzan a tener impotencia, muchas veces encontramos personas que están atravesando crisis importantes como ser la perdida laboral que incide negativamente en su desempeño, a partir de una experiencia fallida comienzan a tener ansiedad de tipo anticipatoria  respecto a su rendimiento sexual y pierden erección lo cual inicia un circulo vicioso al temer también la respuesta negativa y/o despreciable de su partenaire, la ansiedad despierta el miedo a fallar en la ejecución sexual . Aparecen conflictos intrapsiquicos que generan temor, culpa, y depresión ya que el sujeto siente una invalidez en su hombría como también sentimientos de hostilidad reprimida. El temor al fracaso de una relación trae aparejado creencias disfuncionales de cierta rigidez y temor al abandono.

La excitación sexual en el varón aparece ante estímulos excitantes pero suele bloquearse cuando pensamientos disfuncionales atraviesan la conciencia, por ejemplo la autoevaluación y el miedo a la crítica del otro sobre su desempeño, o cuando otros estímulos aversivos interfieren (preocupaciones económicas, culpa en el caso de infidelidad etc), esto produce la desconcentración y el aumento de la ansiedad bloqueándose. En el caso de la eyaculación precoz frente a quejas de la pareja el sujeto se autopercibe en déficit, ya que no hace gozar a su pareja, entonces suele evitar el encuentro amoroso generando a la larga una impotencia psicógena. En la relación suelen intervenir de manera negativa muchas veces la presión que ejerce la mujer sobre el varón en relación a la exigencia del desempeño, pero también influye la excitación que esa mujer puede provocar en él, así como la poca importancia que muchas mujeres tienen respecto al sexo, y toman desde el contexto matrimonial el encuentro amoroso como una obligación marital que hace disminuir e inclusive retirar el deseo del encuentro. Las situaciones de poder económico dentro de la pareja es un desbalance para el hombre implicado en su desempeño, especialmente cuando este se encuentra desempleado y es reprochado por su pareja de manera constante.

En las mujeres también aparecen disfunciones que mayormente son de origen psicológico, como se la dispauremia, dolor a la penetración, por lo tanto evita el contacto con la pareja, disminuyendo cada vez más el deseo, pero afectando de manera directa a su autoestima.

También en muchos casos de traumas infantiles de abuso sexual existe la aversión sexual inclusive con una pareja a la cual quiere y desea pero que le es imposible relajarse y entregarse al acto sexual.

En el caso de la imposibilidad de llegar al orgasmo tenemos:

·        La anorgasmia primaria: que es en el caso de aquellas mujeres que jamás han experimentado un orgasmo, sea porque mantienen un excesivo control de su desempeño y existe niveles altos de ansiedad, sea porque no pueden entregarse con el compañero ya que este puede no satisfacerla.

·        La anorgasmia secundaria, aparece en mujeres que han tenido experiencias satisfactorias, pero por determinados motivos han dejado de sentir satisfacción

·        La anorgasmia también puede ocurrir en determinadas circunstancias independientemente de la pareja.

En todos los casos es indispensable conocer la historia del sujeto, a partir de cuándo y porque causa pueden aparecer estas alteraciones, modificando en los casos psicológicos las creencias disfunciones y la aplicación de técnicas específicas para ir logrando la mejoría de esta disfunción que provoca lesiones en la autoestima.

Lic. Mónica Arcas – Psicóloga Clínica – 15 3488 2542 -

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