CUANDO LA ANSIEDAD
NORMAL SE TRANSFORMA EN PATOLOGICA
Todos sentimos ansiedad, la ansiedad cumple una función adaptativa para
la vida y además es beneficiosa, un quantum de ansiedad nos permite el
desempeño eficiente en nuestras tareas cotidianas, existe una relación entre
la ansiedad y el rendimiento, es decir según la Ley de Yerkes Dobson un
determinado nivel de ansiedad produce un mejor rendimiento, por lo tanto tiene
un aspecto productivo positivo, pero cuando la persona se exige de manera
exagerada o bien se agota el rendimiento comienza a tener un curva descendente,
entonces las funciones del yo (concentración, memoria, atención) van mermando y
por lo tanto la recuperación de la información se ve afectada.
Entonces se define como patológica cuando la ansiedad no tiene un efecto
positivo sino lo contrario limita la acción del sujeto, es exagerada respecto
al estímulo que la provoca, produce modificaciones en el actuar, sentir y
pensar del sujeto.
Cuando ante un evento estresante la ansiedad se puede manifestar en forma
abrupta y a veces el estímulo disparador no es tan evidente para la persona,
esto despierta una señal de alarma, y anticipa una respuesta muy primitiva de
lucha o huida de la situación, si la ansiedad es desbordante la persona puede
llegar a paralizarse y no actuar.
Es por eso que en los tratamientos psicológicos de abordaje de los
trastornos de ansiedad es imprescindible trabajar exhaustivamente en
psicoeducación, especialmente en cuadros agudos como es el ataque de pánico. El
encuadre psicológico cognitivo conductual y las terapias de tercera ola como
ser las terapias de aceptación y compromiso y Mindfullness son abordajes que se
han demostrado eficaces para todos los cuadros de ansiedad, e incluso en el
Estrés Postraumático y las comorbilidades asociadas a estos (depresión, trastornos
de personalidad, diversas adicciones)
A través de la Técnica de desensibilización y exposición progresiva al
estímulo/s aversivos se desarrolla en el paciente las habilidades de
afrontamiento y des-aprendizaje de la ansiedad a través de técnicas de relajación
controlada, manejo del registro interoceptivo junto con psicoeducación
específica para los trastornos de ansiedad de manera tal que pueden las
personas ir de a poco y con registros adecuados recuperar la sensación de
control tanto de su cuerpo como de sus emociones.
La ansiedad se manifiesta en diversos planos:
A nivel cognitivo se manifiesta por la
aparición de pensamientos anticipatorios, la persona se adelanta en su mente a
la experiencia de exposición imaginando el peor escenario. Estos pensamientos
activan la alerta (zona amígdala) y proporciona ideas negativas y rígidas que
están distorsionadas de la realidad en
donde aparecen con frecuencia ideas de fracaso, de miedo (a la muerte/ a la
locura) a padecer, es decir el sujeto se percibe con pensamientos de alta
vulnerabilidad.
A nivel físico- somático : La
ansiedad se manifiesta con alteraciones del sistema nervioso que repercuten a
nivel cardiovascular (taquicardia, palpitaciones, dolor en el pecho),
gastrointestinales (dolor epigástrico, distensión abdominal, alteraciones en la
evacuación, e incluso trastornos funcionales de colon irritable), síntomas
respiratorios (sensación de ahogo, de atragantamiento, estados disneicos),
alteraciones en el ciclo del sueño (insomnio de conciliación e intermedio),
alteraciones aparato genitourinario ( micción urgente, recurrente, en las mujeres
anorgasmia, alteraciones en el ciclo menstrual, en los varones eyaculación
precoz, impotencia sexual) Tensión muscular, contracturas, calambres,
alteraciones en la conducta alimentaria, pérdida de apetito o su contrario
apetito voraz.
A nivel conductual: Aparecen diversas
evitaciones, es muy frecuente la asociación de estados de agorafobia, lugares
que a la persona no les resulta seguros o fáciles de salir ante la emergencia
de un ataque de ansiedad. Todos estos elementos conjuran a favor de disminuir
la autoestima de la persona, se torna vulnerable y muchas veces dependiente de
otros, lo cual modifica seriamente la calidad de vida del afectado.
Es por ello que los pacientes con ansiedad deben tener un tratamiento
eficaz en donde se determine el cuadro principal de ansiedad y sus
comorbilidades, los trastornos de ansiedad en la clínica por lo general no se
presentan en estados puros, sino que confluyen en la persona la asociación con
otros cuadros de ansiedad e incluso muchas veces cuando se consulta en forma
tardía están por lo general asociados a estados depresivos, asimismo muchas
veces la ansiedad forma parte de cuadros de personalidad o están
secundariamente presentes en patologías orgánicas previas.
Por lo general la ansiedad patológica está señalando en la persona la
presencia de situaciones insostenibles y/o vínculos tóxicos que el sujeto
mantiene en su vida y que necesitan producir un cambio, ya que las personas
ansiosas por lo general tienen fallas en la asertividad, tienen alteraciones en
la forma de comunicación que sostienen con el otro, o estallan o se reprimen,
lo cual las emociones se reprimen (ira, miedo ,dolor) también muchas veces no pueden identificar las
diferentes emociones que están atravesando en determinadas circunstancias (alexitimia)
es por ello que se tienen que trabajar a nivel emocional la forma, el contenido
y el momento adecuado en donde poder manifestar sus necesidades.
Muchas veces establecen
expectativas muy altas y frustrantes (autoexigencia y exigencia a los demás),
no saben delegar tareas, establecen objetivos muy inalcanzables en lugar de ir
progresando en pequeños objetivos más realistas y probables de ejecución.
Lic. Mónica Arcas Especialista en Trastornos de Ansiedad (AATA)
15 3488 2542 – www.ansiedadweb.blogspot.com
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