miércoles, 24 de febrero de 2021

DEPRESION Y TERAPIA COGNITIVA

 

DEPRESION Y TERAPIA COGNITIVA

La depresión es la enfermedad psiquiátrica principal en el mundo, se estima que 121 millones de personas la padecen en el planeta, y su aumento en pandemia se incrementa.

Desde la óptica del tratamiento cognitivo conductual se observa que las personas depresivas mantienen pensamientos inadecuados, y perciben de una manera distorsionada la realidad y el entorno, manteniendo conductas disfuncionales con  la consecuencia de la falta de refuerzo o de la falta de reciprocidad entre conducta y refuerzo  que repercuten en su actividad global e interacción laboral, social y familiar afectiva. La actual pandemia ha generado la exacerbación de cuadros depresivos en población con premorbilidad según se está apreciando en todos los países y culturas.

Por otra parte la actual crisis económica y la falta de trabajo y/o apoyo de personas pertenecientes a clases medias que han quedado quebrados por la imposibilidad de acceso a su fuente de trabajo, son el caldo de cultivo de inicio de estados emocionales de depresión como también de problemas orgánicos por su dilatación en la consulta (cardiológica, endocrinológica, clínica). También se ha observado síntomas compatibles con depresión y cuadros de depresión mayor en pacientes con deterioro cognitivo generando una fuerte discapacidad funcional.

La terapia cognitiva en depresión sostiene que el sujeto en ese estado anímico tiene una percepción distorsionada de sí mismo de manera negativa, se autopercibe un fracaso, un inútil, tiende a subestimarse y mantiene una autocrítica negativa, siente el peso del entorno que lo percibe como inabordable, la visión de un mundo caracterizado por obstáculos imposibles de vencer, y demandas exageradas del mundo externo y de un futuro sin salida, donde sus actuales sufrimientos se acrecentarán, a estos patrones de pensamientos se lo denominó Tríada negativa de la depresión.

Todas aquellas personas afectadas por la depresión pueden acceder con la terapia cognitiva a un abordaje que le permita elaborar  construcciones que mejoren la visión sobre sí mismo, el entorno y el futuro, de manera más realista y adaptativa, reestructurando sus cogniciones.

La depresión es un observable en los estadios iniciales de procesos neurodegenerativos, pero también pueden presentarse en demencias avanzadas, pero la presencia de estados depresivos suelen empeorar el funcionamiento cognitivo, especialmente de las funciones ejecutivas, la atención, la concentración, la memoria y la velocidad de reacción psicomotora.

La depresión puede verse también en cuadros maníacos depresivos (Enfermedad bipolar), como también en depresión unipolar, donde se puede observar los cuadros de depresión mayor, sea unos episodios o varios episodios recurrentes con o sin síntomas melancólicos y también en las distimias.

En las depresiones lo habitual es el estado de un humor y afecto deprimido caracterizado por conductas verbales y no verbales que expresan estados de tristeza, ansiedad e irritabilidad. Este síndrome incluye varios trastornos que pueden alterar al sujeto en varias funciones como ser:

*    Alteraciones de tipo neurovegetativo: Los ciclos del sueño suelen estar alterados en sus polos sea insomnio o su contrario la hipersomnia, al igual que el funcionamiento del apetito se inapetente o voracidad con la consecuente incidencia en el peso, al igual que la energía, generalmente es observable el estado de anergia.

*    Trastornos en las funciones cognitivas: Existe la elaboración de un pensamiento depresivo caracterizado por una visión pesimista o nihilista del entorno y de sí mismo y del futuro, no percibiendo salidas a su problema Existe una hipermnesia selectiva de los acontecimientos pasados maximizando los errores y descartando en el relato los acontecimientos positivos que han tenido en su historia (minimización de lo positivo), restándole importancia o simplemente descartándolo.

*    Alteraciones a nivel comportamental: Los pacientes depresivos muestran en un enlentecimiento psíquico y motor, como también estados de agitación, pero está a predominio de un comportamiento pasivo e improductivo, dejando de interesarse por las actividades que lo caracterizaban, desde las más complejas hasta las más simples que realizaban cotidianamente, justificándolas con racionalizaciones ya que realizando las cosas o no, nada de su panorama va a cambiar, ya que en el pasado ninguna de las actividades han representado un cambio positivo.

*    Trastornos en las funciones ejecutivas: Existen alteraciones en la memoria a corto plazo, la persona con estado depresivo le cuesta fijar conceptos para luego poder recordarlos, de allí el bajo rendimiento académico o laboral que tienen, la concentración alterada, de almacenaje a corto plazo lo lleva reforzar la idea de incapacidad al no poder evocar o elaborar con eficacia y rapidez la información.

Los esquemas cognitivos inconscientes  situados en la  memoria a largo plazo llevan al paciente depresivo a realizar un recorte de la experiencia vivida, tomando en cuenta solo los aspectos negativos vividos. Los pensamientos automáticos se presentan de manera inflexible, con autoverbalizaciones negativas de sí mismo, impregnados en pesimismo, imágenes mentales con una visión oscura de la vida, lo que afianza la baja autoestima y esperanza de cambio de estas personas.

Lic. Mónica Arcas // arcasweb@gmail.com // 15 3488 2542

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