DEPRESION Y TERAPIA COGNITIVA
La depresión es la enfermedad psiquiátrica principal en el mundo, se estima
que 121 millones de personas la padecen en el planeta, y su aumento en pandemia
se incrementa.
Desde la óptica del tratamiento cognitivo conductual se observa que las
personas depresivas mantienen pensamientos inadecuados, y perciben de una
manera distorsionada la realidad y el entorno, manteniendo conductas
disfuncionales con la
consecuencia de la falta de refuerzo o de la falta de reciprocidad entre
conducta y refuerzo que repercuten en su actividad global e interacción
laboral, social y familiar afectiva. La actual pandemia ha generado la
exacerbación de cuadros depresivos en población con premorbilidad según se está
apreciando en todos los países y culturas.
Por otra parte la actual crisis económica y la falta de trabajo y/o apoyo
de personas pertenecientes a clases medias que han quedado quebrados por la
imposibilidad de acceso a su fuente de trabajo, son el caldo de cultivo de
inicio de estados emocionales de depresión como también de problemas orgánicos
por su dilatación en la consulta (cardiológica, endocrinológica, clínica).
También se ha observado síntomas compatibles con depresión y cuadros de
depresión mayor en pacientes con deterioro cognitivo generando una fuerte
discapacidad funcional.
La terapia cognitiva en depresión sostiene que el sujeto en ese estado
anímico tiene una percepción distorsionada de sí mismo de manera negativa, se autopercibe
un fracaso, un inútil, tiende a subestimarse y mantiene una autocrítica
negativa, siente el peso del entorno que lo percibe como inabordable, la visión
de un mundo caracterizado por obstáculos imposibles de vencer, y demandas
exageradas del mundo externo y de un futuro sin salida, donde sus actuales
sufrimientos se acrecentarán, a estos patrones de pensamientos se lo denominó Tríada
negativa de la depresión.
Todas aquellas personas afectadas por la depresión pueden acceder con la
terapia cognitiva a un abordaje que le permita elaborar construcciones que mejoren la visión sobre sí
mismo, el entorno y el futuro, de manera más realista y adaptativa,
reestructurando sus cogniciones.
La depresión es un observable en los estadios iniciales de procesos neurodegenerativos,
pero también pueden presentarse en demencias avanzadas, pero la presencia de
estados depresivos suelen empeorar el funcionamiento cognitivo, especialmente
de las funciones ejecutivas, la atención, la concentración, la memoria y la velocidad
de reacción psicomotora.
La depresión puede verse también en cuadros maníacos depresivos (Enfermedad
bipolar), como también en depresión unipolar, donde se puede observar los
cuadros de depresión mayor, sea unos episodios o varios episodios recurrentes
con o sin síntomas melancólicos y también en las distimias.
En las depresiones lo habitual es el estado de un humor y afecto deprimido
caracterizado por conductas verbales y no verbales que expresan estados de
tristeza, ansiedad e irritabilidad. Este síndrome incluye varios trastornos que
pueden alterar al sujeto en varias funciones como ser:
Alteraciones de tipo neurovegetativo: Los ciclos del sueño suelen estar alterados en sus
polos sea insomnio o su contrario la hipersomnia, al igual que el funcionamiento
del apetito se inapetente o voracidad con la consecuente incidencia en el peso,
al igual que la energía, generalmente es observable el estado de anergia.
Trastornos en las funciones cognitivas: Existe la elaboración de un pensamiento depresivo
caracterizado por una visión pesimista o nihilista del entorno y de sí mismo y
del futuro, no percibiendo salidas a su problema Existe una hipermnesia
selectiva de los acontecimientos pasados maximizando los errores y descartando
en el relato los acontecimientos positivos que han tenido en su historia
(minimización de lo positivo), restándole importancia o simplemente
descartándolo.
Alteraciones a nivel comportamental: Los pacientes depresivos muestran en un enlentecimiento
psíquico y motor, como también estados de agitación, pero está a predominio de
un comportamiento pasivo e improductivo, dejando de interesarse por las
actividades que lo caracterizaban, desde las más complejas hasta las más
simples que realizaban cotidianamente, justificándolas con racionalizaciones ya
que realizando las cosas o no, nada de su panorama va a cambiar, ya que en el
pasado ninguna de las actividades han representado un cambio positivo.
Trastornos en las funciones ejecutivas: Existen alteraciones en la memoria a corto plazo, la
persona con estado depresivo le cuesta fijar conceptos para luego poder
recordarlos, de allí el bajo rendimiento académico o laboral que tienen, la
concentración alterada, de almacenaje a corto plazo lo lleva reforzar la idea
de incapacidad al no poder evocar o elaborar con eficacia y rapidez la
información.
Los esquemas cognitivos inconscientes situados en la
memoria a largo plazo llevan al paciente depresivo a realizar un recorte
de la experiencia vivida, tomando en cuenta solo los aspectos negativos
vividos. Los pensamientos automáticos se presentan de manera inflexible, con
autoverbalizaciones negativas de sí mismo, impregnados en pesimismo, imágenes
mentales con una visión oscura de la vida, lo que afianza la baja autoestima y
esperanza de cambio de estas personas.
Lic. Mónica Arcas // arcasweb@gmail.com // 15 3488 2542
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