sábado, 4 de mayo de 2024

PERSONAS HIPERSENSIBLES A LA ANSIEDAD


 Existen muchas personas con una alta sensibilidad a la ansiedad y que sus temores sobre las sensaciones corporales (registro interoceptivo) como los cambios físicos y psíquicos que conlleva los estados de ansiedad los afecta de una manera más exagerada. Como cualquier emoción humana la ansiedad genera cambios internos que muchas veces son desapercibidos como ser el aumento de cortisol en sangre, las señales más evidentes son las alteraciones en ritmo cardiaco palpitaciones, taquicardias. (que asechan a la idea de alguna alteración coronaria) o las rigideces del cuerpo como las contracturas que se producen por el exceso de tensión corporal. Aquellas personas que se obsesionan en chequearse padecen ese miedo a las sensaciones corporales y generalmente les adjudican una etiqueta distorsionada que aumenta su malestar, detectan señales sutiles que en la mayoría de las personas pasan desapercibidas. Generan un círculo vicioso aumentando los niveles de la ansiedad y muchas veces estos estados alterados generan que la persona no solamente agrave su cuadro poniéndose hipocondriaca, sino que muchas veces esto se observa en la etiología de los desórdenes por abuso de sustancia o cuadros de trastornos de bipolaridad o de personalidad de tipo limítrofe. La sensibilidad a la ansiedad aumenta y magnifica el tono aversivo de un espectro de experiencias somáticas desagradables y que conlleva miedo a quien lo padece. Es por ello que estos perfiles tienden a respuestas desadaptativas para aliviar su malestar como ser la evitación o el abuso de psicofármacos para manejar las situaciones de malestar, en muchos casos se observa el consumo de alcohol para desinhibirse en situaciones sociales llegando éste a ser un recurso que lo lleva a dependencia. Muchas de las veces las personas ante la presencia de la ansiedad anticipatoria activan en su mente situaciones en donde se perciben en el peor escenario, sea de descomponerse , sea de no soportar la mirada de otros por temor a las críticas, o de bloquearse y no poder sostener una conversación con otros como la idea de tener “blancos en la mente”, la evitación es una de las conductas más desadaptativas para enfrentar la ansiedad, puede que en un primer momento el sujeto sienta alivio, pero no deja de saber en su interior sobre sus limitaciones y su tendencia al aislamiento que le provocara consecuentemente estados de tristeza, inadecuación social e incluso depresión. La sensibilidad a la ansiedad es una disposición a dar respuestas exageradas de amenaza por señales somáticas mal interpretadas asociadas a estados de estrés, pánico y agotamiento del organismo. Acorde con el tipo de sintomatología predominante podríamos hablar de tipo de perfiles más asociados a diagnósticos , esto nos ayuda en las intervenciones clínica a efectuar por ejemplo, los pacientes que padecen crisis de pánico, agorafobia y ansiedad generalizada, suelen tener con frecuencia alteraciones de activación del sistema simpático con aumento de la frecuencia cardíaca, dolor en la zona del pecho (opresión torácica) e interpretan distorsionadamente estos síntomas como síntomas que pueden ser producto de un problema coronario. Suelen chequearse con regularidad la presión sanguínea, su pulso, se asustan y evitan cualquier actividad que pueda requerir una mayor exigencia cardiaca como hacer ejercicios físicos, también situaciones que lo estresen o lo activen emocionalmente. Suelen ser personas que por lo general utilizan mucho las guardias, uso frecuente de EEG, búsqueda en internet de patologías que se asocian a sus síntomas lo cual aumentan su propia ansiedad. Las personas con un perfil más de tipo respiratorio lo encontramos en cuadros de pánico, claustrofobias y ansiedad por la salud, perciben estos individuos cambios normales en la respiración, por lo general hiperventilan y entonces sienten que se ahogan que se les cierra la garganta, la hiperventilación trae como consecuencia una respiración alta insuficiente, mas con el vértice que con la base de los pulmones produciendo un desbalance entre el oxígeno y el dióxido de carbono de la exhalación (hay más oxígeno y menos dióxido) lo cual repercute en estados de mareos, sensación de irrealidad o desrealizacion sienten embotamiento, y sensación en muchos casos de desfallecimiento. Al encontrarse monitoreando la respiración con miedo se valora este impulso de no respirar como una amenaza y se compensa con una respiración voluntaria más forzada, más intensa, lo cual empeora el desequilibrio de O2 y CO2. Es importante aprender sobre la respiración abdominal en donde en la exhalación se promueve la activación del sistema parasimpático que relaja al sistema nervioso. De este modo, las personas con un perfil respiratorio de sensibilidad a la ansiedad hiperventilan, generando sensaciones de falta de aire e inestabilidad, monitorean su respiración e interpretan las señales respiratorias como peligro de asfixia, sofocación y/o desmayo. Estas personas evitan espacios cerrados, como ascensores, ir a lugares concurridos como ser recitales, cines etc. Muchos de ellos evitan ejercicios muy saludables como la natación por mantener por espacios breves de tiempo la respiración bajo el agua. Los ataques de ansiedad mantienen la percepción de una falsa pérdida de control, hay personas cuyo perfil es más obsesivo necesitan mantener todo bajo control lo cual es una falacia porque no se manejan todas las variables bajo el dominio de uno, también en los pacientes pánico y con ansiedad generalizada las sobre preocupación que tienen sobre variables económicas exceden a la conducta que puedan tomar. Estos pacientes tan sensibles tienen miedo de “hacer algo” que puedan dañarlos, como ser estar en un balcón y temer tirarse al vacío, temor a salir y descomponerse y vomitar o defecarse, o tener una erección en un lugar inadecuado. Desde lo cognitivo juega mucho el miedo a perder el control de perder el juicio (miedo a la locura). En los casos de padecer ansiedad social este perfil teme padecer la experiencia de juzgamiento negativo del entorno social, autopercibendose inadecuado, torpe o simplemente debido a su baja autoestima no poder encajar con un determinado grupo social con quien les toca convivir sea en el ámbito académico o laboral. Los signos visibles los paraliza (sudor excesivo, temblor, ruborizacion, tartamudeo, o simplemente bloqueo de palabras, las conductas de evitación varían acorde sea una ansiedad social generalizada o parcial, existen conductas de reaseguro que perpetúan en síntoma como ser maquillarse de una manera que no se les note la ruborizacion, declarar disfonías para evitar hablar, mantenerse con una mirada evitativa y alejada de las personas para evitar el contacto verbal con otros, porque suponen falsamente que deben “ impactar “ para ser aceptados, llevar la medicación a todas partes cuando ya han tomado su dosis prescripta en el caso de aquellas personas que requieran el apoyo farmacologico. Como los trastornos de ansiedad no son puros, sino que la comorbilidad es la regla estos perfiles no son excluyentes, sino que conviven en las personas ante determinadas circunstancias y deben ser tratadas con la reestructuración y la psicoeducacion pertinente en cada caso, insistiendo durante el tratamiento en estas técnicas hasta la apropiación por parte del paciente en su vida cotidiana para la extinción de conductas evitativas que mantienen la patología

 Lic.Mónica Arcas psicóloga especializada en Trastornos de Ansiedad

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