Que es la resiliencia
La resiliencia es un concepto
del que se habla desde hace varios años en el campo de la psicología y es muy
útil en momentos como los que estamos viviendo ahora a nivel mundial, que
implican tanto malestar y condiciones tan adversas para tanta gente.
El término
fue acuñado por Rutter en 1993 para describir a las personas que, a pesar de
nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente
sanos. Por lo que los resilientes son aquellos que, al estar en una situación
de adversidad, tienen la capacidad de sobreponerse, crecer y desarrollarse
adecuadamente, a pesar de los pronósticos desfavorables.
Tiene dos
componentes
Ø Capacidad
para restaurar ese escenario negativo
Ø Resistencia
a la adversidad
La
resiliencia se sostiene en la interacción entre la persona y el entorno, por lo
tanto, no procede exclusivamente del medio externo, ni es algo exclusivamente
innato. Además, hay que tener en cuenta que nunca es absoluta, ni permanece
siempre estable.
Este
concepto lo que nos enseña es que, en ciertas circunstancias, los eventos
displacenteros y potencialmente negativos pueden fortalecer a las personas
frente a eventos futuros previsiblemente dañinos. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que en otras circunstancias puede darse el efecto contrario y que los
eventos estresantes actúen como factores de riesgo, sensibilizando frente a
futuras experiencias de estrés.
Otras
definiciones de este concepto según otros autores son:
· · Habilidad
para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida
significativa y productiva.
· ·
Enfrentamiento efectivo ante eventos y circunstancias de la vida severamente
estresantes y acumulativos en la vida del sujeto.
· ·
Combinación de factores que permiten a un ser humano, afrontar y superar los
problemas y adversidades de la
Como
podemos facilitar la resiliencia en nuestro entorno social:
· · Es
importante tener una relación de confianza con al menos una persona, en la que
podamos encontrar apoyo social.
· · Mejorar
la red de apoyo, fomentando conocer a personas fuera de nuestro entorno
habitual.
· · También
es importante aumentar los conocimientos educacionales y participar en
actividades espirituales.
Ø En relación al manejo del estrés:
Ø Desarrollar
habilidades de resolución de problemas que permitan establecer pequeños planes
para e manejo de contingencias, que se puedan ir resolviendo en el momento,
generando diferentes alternativas y valorando la posibilidad de éxito de cada
una.
Ø · Utilizar
estilos de afrontamiento activo, basados en el acercamiento y en la no
evitación de los problemas, por ejemplo, con el consumo de alcohol y drogas
para el manejo del malestar. Las estrategias de afrontamiento activas están
dirigidas a modificar el entorno cuando sea posible y cuando esto no se pueda,
fomentar la aceptación.
Ø · Reducir
la tendencia al fatalismo.
Ø Aumentar la
autonomía, la independencia y la sensación de control, lo que lograra el
aumento de la autoestima
Ø Utilizarla
capacidad empática, al tiempo que se amplía el conocimiento y el manejo de
otras habilidades en las relaciones interpersonales
Ø El uso del
humor con el otro (que no es lo mismo que reírse del otro) no solo favorece a
las relaciones interpersonales, sino que distiende y mejora la salud física y
mental
Algunos
ejemplos que pueden explicar mejor el uso de estos verbos son:
Yo tengo:
· · Personas
alrededor en quienes confío y quienes me quieren incondicionalmente.
· · Personas
en mi entorno que me ponen límites para que aprenda a evitar peligros y
problemas.
· · Personas
que quieren que aprenda a desenvolverme solo.
· · Capacidad
de control cuando quiero decir o hacer algo que pueda dañarme a mi o a otro.
Yo soy:
· · Una
persona por la que los otros sienten cariño.
· ·
Respetuoso/a conmigo mismo y otros.
· · Capaz de
buscar soluciones a mis problemas.
· · Una
persona con defectos y eso no me hace peor que los demás.
Yo estoy:
· · Dispuesto
a responsabilizarme de mis actos.
· · Triste,
lo reconozco y lo expreso con la seguridad de encontrar apoyo.
· · Seguro de
que si pido ayuda la voy a recibir.
· · Tranquilo/a
cuando mis familiares se van, porque sé que van a volver.
Yo puedo:
· · Hablar
sobre cosas que me asustan y me preocupan.
· · Buscar el
momento apropiado para hablar con alguien o para actuar.
· ·
Equivocarme sin perder el cariño de los demás.
· · Sentir
afecto y expresarlo.
De manera
que la resiliencia no es algo con lo que se nace, es una habilidad que se adquiere al enfrentarse a situaciones
difíciles y por lo tanto está al alcance de todos. Los eventos que nos
ocurren no determinan en su totalidad cómo nos encontramos, las personas
tenemos la capacidad de manejar las situaciones adversas al poner en marcha
nuestras estrategias de afrontamiento, entre las que se encuentran, pedir ayuda
al entorno para el manejo de los problemas y emociones cuando nos sentimos
desbordados, y la aceptación de los escenarios que no podemos modificar.
Lic. Mónica
Arcas Psicóloga Clínica
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