DEJAR EL CANNABIS EFECTOS EN TU
CEREBRO Y CONDUCTA
El cannabis es un químico
cerebral que en muchos casos da una sensación de bienestar, es decir la
marihuana puede generar en nuestra mente estados de placer y muchas veces
generar una relajación extrema determinando una intoxicación por cannabis, pero
en muchos casos, especialmente en pacientes con alteraciones de ansiedad puede
llegar hasta provocar un ataque de pánico.
Cuando una
persona decide dejar el habito de fumar marihuana no es tan simple porque u
cuerpo y tu cerebro tienen que reajustarse. Y aunque la marihuana no genera una
adicción física tan fuerte como otras sustancias, sí puede provocar síntomas
de abstinencia y cambios en tu estado de ánimo, tu sueño y tu capacidad de
concentración.
El THC (tetrahidrocannabinol), el principal
compuesto psicoactivo de la marihuana, se almacena en el tejido graso del
cuerpo y puede permanecer en él durante semanas. Esto significa que su eliminación es más lenta en
comparación con otras drogas como el alcohol o la cocaína.
Cuando dejas de consumir marihuana después de un
uso frecuente, tu cerebro necesita tiempo para restablecer el equilibrio de su
sistema endocannabinoide. Como resultado, puedes experimentar síntomas de
abstinencia como:
·
Irritabilidad
·
Ansiedad
·
Cambios de humor
·
Problemas para dormir
·
Disminución del apetito
·
Sudoración nocturna
Estos síntomas no aparecen inmediatamente después
de dejar de fumar, sino que suelen manifestarse entre 24 y 72 horas después y
pueden durar hasta dos semanas.
El THC afecta el ciclo del sueño, especialmente la
fase REM, que es cuando ocurren los sueños más vívidos, al
dejar de fumar, es común experimentar lo que se conoce como rebote REM, lo que
significa que tus sueños pueden volverse más intensos y realistas.
Además, muchas personas que dejan la marihuana
experimentan insomnio durante los primeros días o semanas. Si usabas la
marihuana como una ayuda para dormir, tu cuerpo tendrá que reajustarse y volver
a conciliar el sueño de manera natural.
El THC estimula el sistema endocannabinoide, el
cual está involucrado en la regulación del apetito. Por eso, cuando fumas
marihuana, sientes un aumento del hambre y una preferencia por alimentos ricos
en grasas y azúcares.
Cuando dejas de fumar, este efecto desaparece y algunas
personas notan una reducción en el apetito, especialmente en los primeros días
de abstinencia . Esto puede llevar a una
leve pérdida de peso en personas que consumían marihuana con frecuencia.
El consumo frecuente de marihuana está asociado con
dificultades en la memoria de trabajo, la atención y la velocidad de
procesamiento de la información pero estos efectos no son permanentes.
Estudios han demostrado que tras unas semanas sin consumir, la memoria
y la concentración comienzan a mejorar significativamente, lo que indica que el
cerebro se recupera una vez que el THC desaparece del sistema
El impacto en el estado de ánimo varía según la
persona. Algunas personas experimentan más ansiedad o irritabilidad,
especialmente si usaban la marihuana como una forma de manejar el estrés o la
ansiedad. Esto se debe a que el cerebro ha estado dependiendo del THC para
regular ciertos estados emocionales, y ahora debe encontrar nuevas formas de
hacerlo
Por otro lado, otras personas notan que, tras un
período de ajuste, se sienten más motivadas, con más energía y emocionalmente
más estables. Esto se debe a que el sistema
endocannabinoide vuelve a autorregularse sin la influencia del THC.
El cannabis es la droga ilegal más consumida en el
mundo, y aunque muchas personas creen que no genera dependencia, la realidad es
que el síndrome de abstinencia del
cannabis es un fenómeno real y documentado. Cuando alguien deja de fumar marihuana tras un consumo habitual, su
cuerpo y su cerebro pasan por un período de ajuste, en el que pueden aparecer
síntomas como irritabilidad, insomnio, cambios en el apetito y ansiedad.
¿Por qué ocurre esto? Porque el THC
(tetrahidrocannabinol), el principal compuesto psicoactivo del cannabis,
modifica el sistema endocannabinoide del cerebro, que está involucrado en
funciones como el estado de ánimo, el sueño y el apetito. Cuando el THC desaparece,
el cerebro tiene que volver a regularse sin su ayuda, lo que provoca síntomas
de abstinencia.
Los síntomas de abstinencia del cannabis no aparecen inmediatamente después
del último consumo. Suelen comenzar entre 24 y 72 horas después, alcanzan su
punto máximo alrededor del cuarto o quinto día y pueden durar hasta dos semanas
en la mayoría de los casos. En consumidores crónicos, algunos síntomas leves
pueden persistir durante varias semanas.
La intensidad de la abstinencia depende de varios
factores, como la frecuencia y la cantidad de consumo, el metabolismo de la
persona y su sensibilidad individual a la falta de THC.
El síndrome de abstinencia del cannabis no es tan
severo como el de otras drogas, pero sí puede generar malestar significativo. Sus síntomas incluyen:
·
Irritabilidad
y cambios de humor: La falta de THC puede hacer
que te sientas más irritable, impaciente o emocionalmente inestable.
·
Ansiedad y
nerviosismo: Muchas personas usan la
marihuana para relajarse, por lo que al dejarla pueden notar un aumento en su
ansiedad
·
Depresión
leve: La marihuana estimula la
liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado al placer. Sin ella, es
posible sentirse más apático o desmotivado temporalmente.
·
Dificultad
para dormir: Uno de los efectos más comunes
de la abstinencia es el insomnio, acompañado de despertares nocturnos y una
reducción en la calidad del sueño
·
Sueños
vívidos o pesadillas: Al dejar de fumar, muchas personas
experimentan un “rebote REM”, lo que provoca sueños más intensos o pesadillas.
·
Disminución
del apetito: El THC aumenta la sensación de
hambre, por lo que, al retirarlo, es común notar una pérdida de apetito durante
los primeros días.
·
Dolores de cabeza
y sudoración nocturna: Aunque menos frecuentes,
algunas personas reportan molestias físicas como dolores de cabeza o sudoración
excesiva.
El cerebro humano está diseñado para funcionar con
un equilibrio preciso de neurotransmisores y receptores cannabinoides. Cuando
fumas marihuana con frecuencia, el THC se une a estos receptores y altera su
funcionamiento normal.
Con el tiempo, el
cerebro se acostumbra a la presencia del THC y reduce la producción
natural de endocannabinoides, que son sustancias similares a los cannabinoides
que el cuerpo produce por sí mismo. Cuando dejas de consumir, el cerebro necesita
tiempo para volver a producir estas sustancias de manera normal, lo que explica
la aparición de los síntomas de abstinencia
Aunque el síndrome de abstinencia del cannabis no
es peligroso, sí puede ser incómodo. Algunas estrategias para manejarlo
incluyen:
·
Ejercicio
físico: Ayuda a reducir la ansiedad y
mejora el sueño al estimular la producción natural de endorfinas.
·
Higiene del
sueño: Mantener un horario de sueño
regular, evitar pantallas antes de dormir y practicar técnicas de relajación
pueden ayudar a minimizar el insomnio.
·
Hidratación
y alimentación balanceada: Comer
bien y beber suficiente agua ayuda a estabilizar el estado de ánimo y la energía.
·
Apoyo
psicológico: En algunos casos, hablar con
un profesional puede ser útil para manejar la ansiedad o los cambios
emocionales asociados con la abstinencia.
La buena noticia es que el síndrome de abstinencia
del cannabis es temporal. Tras
unas semanas, la mayoría de las personas experimentan mejoras en su estado de
ánimo, concentración y energía. Además, muchos usuarios reportan una
mayor claridad mental y motivación después de dejar la marihuana.
Si bien dejar de fumar marihuana puede ser un reto
para algunas personas, los efectos positivos a largo plazo suelen superar con
creces las molestias temporales de la abstinencia. Con el tiempo, el sistema
endocannabinoide vuelve a autorregularse, y la dependencia psicológica también
disminuye.
Dejar de fumar marihuana implica un período de
adaptación en el que pueden aparecer síntomas de abstinencia como insomnio,
irritabilidad y cambios en el apetito. Sin embargo, con el tiempo, tu cerebro se reajusta,
mejoran la memoria y la concentración, y muchas personas experimentan un
aumento en su motivación y claridad mental.
Si has decidido dejarla, es importante que seas
paciente y te des tiempo para adaptarte a estos cambios. Los beneficios a largo
plazo pueden ser significativos, tanto para tu salud mental como para tu
bienestar general.
Lic. Mónica Arcas Psicóloga Clínica.
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